jueves, 8 de noviembre de 2007

Dictado del 8-11-07

Hoy no se cree en nada de lo que el Cielo da. Los dones extraordinarios, los carismas, visiones, profecías, no se creen, y sin embargo, nunca han proliferado tanto. Hoy se cree en el marketing en las cosas del mundo, en las cosas terrenales, pero las celestiales, aunque se vean o se oigan, no se creen, y dicen, que son inventos o sugestiones de los instrumentos.

Esto a Mi Me resulta muy doloroso, porque Yo me vuelco en dar dones, carismas, movido por Mi gran amor a las almas, pero las almas no creen lo que doy, no analizan los escritos, y hasta los censuran.

Veo a Mi creación encaminarse a la perdición eterna y no quiero cruzarme de brazos, quiero salvar el máximo posible de almas, y por ello, Me manifiesto por todas las partes del mundo. Muchas almas que leen estos escritos y los rechazan, les quedan horas de vida y, ellas no lo saben. Podían cambiar el rumbo de su destino eterno solo con poner en práctica lo que han leído, y no lo hacen.

Ni aunque se les apareciera su Ángel de la Guarda para decirles que pospongan su actitud de pecado, y pidan a Dios perdón por ellos, ni así, creerían en esa manifestación, ni pospondrían su actitud.
Hijos Míos, Soy Yo, Jesús de Nazaret, quien os habla por medio de Mi instrumento y con que pena lo hago. Mi Madre y Yo sufrimos inmensamente vuestro extravío, vuestra ceguera, vuestra falta de fe, y vemos, como vais rectos a la perdición eterna, porque no queréis dejar de pecar ni pedir perdón a Dios en la confesión, por los pecados tan graves y extensos que anidan en vuestra alma.

No diréis que no os he dado oportunidad de salvaros, pero una y otra vez, rechazáis la gracia, y así, moriréis en Mi desgracia. Hijos, ¡que dolor! para Mi que Soy el Salvador de las almas, ¡que acerbo dolor en Mi Divino Corazón!

martes, 6 de noviembre de 2007

Petición del Señor

Quisiera tener en todos los rincones de la tierra, almas que Me den consuelo, Yo las suscito y, deseo que en sus tareas diarias, se desconecten un
instante y Me den amor y consuelo.

Os llamo al arrepentimiento

Hijos Míos, Yo, Jesús, os hablo. Todo mal será pagado de una foma u otra, no se quedará impune ningún mal que se haga voluntariamente, porque entonces Mi Justicia, sería burlada. Es cierto, hijos Míos, que Yo Soy infinita Misericordia y que Mis juicios no estarán exentos de Mi grandísima Misericordia, pero hay males con tanta malicia y voluntad de querer hacerlos, que Yo que también Soy infinita Justicia, los juzgaré y les daré el castigo concerniente a tanto mal.

Pero hijos, vuestro arrepentimiento sincero de vuestras espantosas acciones, aquí en esta vida, os libraría de muchos y grandes castigos, castigos que para muchas almas los sufrirán ya en esta vida.

Os llamo al arrepentimiento y se que vosotros mismos no podéis salir de vuestro pecado, pero Yo no os negaré Mi gracia, si vosotros Me pedís que os ayude a salir del pecado. Cuando un alma no sale del estado de pecado gravísimo en que se encuentra, cada vez más, se encuentra mas esclava del pecado, del mal, y cada vez más profundamente, se mete en ese pozo del que se encuentra.

Hijos, Mi Santa Madre desea que la invoquéis y le pidáis ayuda, y Ella, no os hará esperar su poderosa ayuda, para que salgáis de vuestra situación de pecado. A muchos de vosotros os repugna vuestra misma vida, os veis tan despreciables e impregnados de tanto mal, que a vosotros mismos os repugna vuestra situación, por eso, pedidme ayuda a Mí o a Mi Madre, porque no se os negará.

A muchos (otros) vuestros pecados no solo no os repugnan sino que los buscáis libremente y no os saciáis de pecar, haciendo acciones deleznables y tan execrables que claman al Cielo su justicia. Yo os hablo, el Salvador de las almas, el Redentor del Mundo. Sigo siendo Salvador y deseo salvaros a cada uno en particular, porque cada uno en particular, necesita que se le trate de una forma diferente y, deseo que Me pidáis de corazón, que os de la gracia para salir del pecado y pongáis vosotros lo que esté de vuestra parte.

Si, hijos, no esperéis mas, ¡convertíos! ¡convertíos! y volved a las leyes de Dios, que serán vuestra salvación el cumplimiento de las mismas. Yo, Jesús, os hablo. Os doy Mi paz a todo aquel que lea este escrito y lo acepte en su corazón. Yo, Jesús de Nazaret.




sábado, 3 de noviembre de 2007

Aprended de Ella

Ave Maria
Ella elevaba Su Corazón a Mi Padre y le anegaba de ardiente amor y adoración. Aprended de Ella como Maestra de Amor, porque Su Corazón era una “tea ardiente” por el amor a
Dios y el bien de las almas.
(Palabras de Nuestro Señor)

Dictado del 3-11-07

El cielo es algo que lo alcanzan aquellas almas que pasan satisfactoriamente sus pruebas en esta vida. Cada alma, ya desde que nace, tiene alguna prueba que superar. Así sucedió con los ángeles y así sucede con los hombres. Nunca Dios da una prueba por encima de la capacidad de la criatura.

La prueba siempre es factible que la superen, no sin poner todo lo que esté de su parte, y aun así, la gracia de Dios nunca dejará de tenerla, porque Dios sabe que sin su auxilio el alma sucumbiría.

Cada persona tiene su prueba específica. Lo sacerdotes como tales, los padres y madres como tales, los consagrados como tales, porque la prueba superada, puede afianzarle aun mas en su estado o vocación y hacerles crecer en méritos o santidad.

Cuando un alma se ofrece a Dios como víctima, generalmente es escuchada, porque ese ofrecimiento sincero, hecho de corazón, suele ser inspirado por Dios Mismo, y es Dios quien escoge a las almas que desea como victimas y no al revés. Pero El necesita su consentimiento y, el deseo verdadero de querer ser víctima por la gloria de Dios y bien de las almas, lo inspira el Mismo Dios y es la rúbrica del alma, es decir, su consentimiento.

Yo Soy el Espíritu Divino, os hablo para instruiros en verdades de fe. Hay muchas cosas y misterios que desconocéis porque no han sido revelados, o porque no han sido desmenuzados. Yo deseo que las almas estén bien instruidas y preparadas, para que todas sus acciones sean eficaces y fructíferas en las Comunión de los Santos. Debéis invocarme a menudo en vuestros actos de piedad o religión, para que Mi luz os alcance.

El Cielo busca almas victimas, almas que quieran inmolarse para reparar tanto mal y para el bien de otras almas. Es un acto inmenso de amor no solo a Dios, sino a las criaturas, porque nadie tiene mayor amor que el que da la vida por sus hermanos. Y aunque la inmolación vaya dirigida a Dios, también se benefician de ella otras muchas almas, porque la generosidad infinita de Dios y su Providencia, no se guarda para El solo, el bien que alguien le ofrezca. Dios todo lo tiene en plenitud y no necesita nada de las criaturas, por eso, El aplica esas inmolaciones a otras almas, que careciendo de méritos, están a punto de perderse eternamente.

Hijos de Dios Altísimo, ¡sed generosos y ofreceos como victimas por el bien de la Santa Madre Iglesia y sus hijos! Por el bien de los sacerdotes, del Papa, de los cardenales, de los obispos, de todas las almas, porque aunque vuestra inmolación sea por una determinada intención o colectivo, alcanza a Dios que le da gloria, a vuestra alma que la llena de méritos, al colectivo por el que os ofrecéis, sean sacerdotes o algún alma determinada, y alcanza a la Santa Madre Iglesia que engrosa la balanza del bien, en detrimento del mal.

Yo, Espíritu de Dios, os hablo. La paz sea con vosotros.

viernes, 2 de noviembre de 2007

Dictado del 2-11-07

Hoy no os quiero decir nada que os duela, nada de reproches. Hoy, hijos Míos, os quiero decir que también tengo muchas almas, muchísimas, que Me dan consuelo constantemente. En Mis conventos, en Mis parroquias, en Mis asociaciones, en oficinas, en hogares, en centros de trabajo. Si, hijos Míos, también recibo de Mis criaturas consuelo y amor.

Y por esas almas que ME CONSUELAN, QUE CREEN EN Mi, (1) que piensan en Mi y tratan de santificarse con el deber de cada día, Yo perdono muchos males que vendrían a este planeta, por causa del pecado. Enfermedades aun peores que el sida; castastrofes donde morirían muchos niños; diluvios torrenciales. Pero en reconocimiento a esas almas que en el silencio de sus trabajos Me aman y Me honran, Yo, el Salvador del mundo, detengo muchos mas males que vendrían a la tierra.

Porque hijos, un suspiro que hagáis por Mi, no dejo sin recompensa. Una jaculatoria que Me ofrezcáis a Mi o a Mi Madre, la hago fructificar. Todo lo que Me hacéis de corazón Yo lo bendigo y lo multiplico para el bien de las almas. A veces ese bien alcanza también a Mi Iglesia Purgante, y Mis ánimas del Purgatorio reciben consuelo por el bien que vosotros hacéis, al tenerme en vuestros pensamientos en las tareas cotidianas.

Hijos, a Mi no se Me escapa nada y todo llega envuelto con el amor que Me tengáis. Y lo mismo que un regalo si se envuelve con un precioso papel es más aceptable, así, si la jaculatoria o el padrenuestro que recéis aisladamente, en vuestros trabajos, si lo envolvéis en vuestro ardiente amor, lo acepto con más agrado y Me consuela más.

Yo, Soy Jesús de Nazaret, Hijo del Altísimo, Hijo de María.

Mi Madre Me amaba en cada instante y en cada instante elevaba Su Corazón a Mí como Dios y Señor que era, aunque también era su Hijo. Ella vivia mas en el Cielo que en la tierra. Ella elevaba Su Corazón a Mi Padre y le anegaba de ardiente amor y adoración.

Aprended de Ella como Maestra de Amor, porque Su Corazón era una “tea ardiente” por el amor a Dios y el bien de las almas. Quisiera tener en todos los rincones de la tierra, almas que Me den consuelo, Yo las suscito y, deseo que en sus tareas diarias, se desconecten un instante y Me den amor y consuelo.

Yo, Jesús, os hablo. Mi paz y Mi amor para siempre jamás con vosotros.



(1) Las letras se ponen solas en mayúsculas.

jueves, 1 de noviembre de 2007

Dictado del 1-11-07

El hijo es un subordinado del padre, pero hoy en día sucede al revés, son los padres los que obedecen a los hijos y se subordinan a ellos. ¡Ay padres! que no imponéis vuestra autoridad y que teméis amonestar a vuestros hijos. ¡Ay padres! que les dais toda clase de permisos, aun sospechando, que vuestros hijos e hijas no van por caminos rectos. ¡Ay padres! que viendo como visten vuestras hijas lo toleráis.

Padres y madres, porque a los dos se os pedirá cuentas por los pasos de vuestros hijos e hijas. Hijos e hijas que se están haciendo alcohólicos y vosotros lo sabéis; hijos e hijas que os tiranizan y les teméis y, preferís ignorar en los peligros que andan, para no complicaros la vida. Yo os digo, que vuestro juicio será severísimo y que os pediré cuentas, hasta del más insignificante acto malo de vuestros hijos, porque muchos de esos malos pasos que dan, vosotros padres y madres, podíais haberlos evitado, imponiendo vuestra autoridad, autoridad que viene del Cielo.

Pero no reaccionáis, vuestras hijas promiscuas, abortando hijos de unos y de otros, y lo pasáis por alto, no quedarais impunes a tanta inmoralidad y corrupción. Estáis creando una generación tan corrupta que hacéis de vuestros hijos e hijas, hijos de Satanás y no de la Santa Madre Iglesia.

No ven en vosotros ni la más mínima espiritualidad, solo materialismo y consumismo, pero ya os advierto, que vuestra actitud errónea y de permisión, os hará tener un juicio durísimo, porque pasáis abiertamente de todo y no inducís a vuestros hijos e hijas, a leyes morales y divinas.

Eso no es modernismo ¡padres y madres!, eso es satanismo, no confundáis los términos, vuestros hijos están bien agarrados por Satanás y sus secuaces, y vosotros os acostáis tranquilamente con una pastilla para dormiros antes, y que vuestras conciencias, no os quiten el sueño.

Yo, Jesús de Nazaret, Juez Eterno, os hablo y os advierto de lo que os puede venir, por vuestra negligencia y permisión.

lunes, 29 de octubre de 2007

La Cruz es salvación


La Cruz es salvación y por la Cruz Mi Hijo Santo,
redimió a la Humanidad.
(Padre Eterno)

Os doy estas instrucciones

La Cruz es salvación y por la Cruz Mi Hijo Santo redimió a la Humanidad. Yo le pedí a Mi Divino Hijo ese Sacrificio y El lo aceptó y reparó la deuda de la Humanidad con su holocausto sangriento y dolorosísimo.

Yo Soy el Padre Eterno que hablo por este medio. Deseo que a Mi Hijo se le de más adoración, reconocimiento y amor. Lo que negáis a Mi Hijo, Me duele más que lo que Me negáis a Mí, porque El fue Víctima Santa y Expiatoria que os salvó de la perdición eterna.

Su Sacrificio en el Calvario se actualiza cada día en el Altar y Yo deseo que acudáis a la Santa Misa y la oigáis con respeto y reverencia y asistáis vestidos en condiciones para un acto tan grande y sublime como es la Santa Misa.

Yo deseo que las mujeres usen sus velos y acudan con mangas al Altar y que sus pinturas no sean provocativas, ni exageradas. Deseo que los hombres vayan rasurados y bien peinados, con ropas decentes y no muy ceñidas, porque el hombre no debe ser coqueto pero sí limpio y varonil.

Estos mensajes se que os producirán rechazo, pero Soy Yo, el Padre Eterno quien os lo da, y lo mismo que un día di las tablas de la Ley a Mi siervo Moisés, hoy os doy estas instrucciones, para que las cumpláis en la medida de vuestro amor y entrega, sabiendo que así Me agradareis, porque al Altar donde Mi Hijo se ofrece como Víctima, se debe asistir con recato y decoro.

Quien desee hacer esto y tenga respetos humanos, pídame Mi ayuda y Mi gracia le alcanzará.

domingo, 28 de octubre de 2007

Nadie se compadece de Mí



Soy el Sediento Perpetuo. Nadie se compadece de Mí. Reparadme vosotras, almas que vivís la consagración a Mí y a Mi Corazón
y Santa Madre, reparad tanta ignominia y abandono del bien.

¡Tengo sed!

sábado, 27 de octubre de 2007

Dictado del 27-10-07

Cristo es el único Salvador de la almas, Cristo y nadie más. Quien venga usurpando su nombre no es el verdadero Cristo, Cristo Jesús, el Hijo de María, Hijo del Altísimo, es el único Salvador de las almas.

Hijos de Dios, no os dejéis embaucar por falsos Mesías, porque si os dejáis engañar, podéis perderos para siempre. No os cambiéis de religión y doctrina con tanta ligereza, sin analizar las circunstancias, porque ya está escrito en la Biblia que vendrá el Anticristo.

Hijos de Dios, mirad a Jesús Crucificado y ved que su crucifixión os redimió y no hay mas Cristo, ni Mesías, que Jesús Crucificado.

Yo Soy Dios Espíritu Santo, os hablo para preveniros de errores y males que os van a llegar muy pronto. Permaneced todos juntos en la única verdad que es el Evangelio de Cristo, y todos muy unidos e instruidos, no os vencerán, porque Yo, Espíritu de Verdad, os daré luz y os daré ciencia.

Preparaos para la lucha. Debéis estar instruidos, afianzados en los dogmas de vuestra fe, porque algunos querrán eliminarlos y no debéis creer lo que es mentira. Ni caigáis en razonamientos falsos, hijos de Dios Altísimo, creed en lo que desde siempre os han enseñado. Defended la verdad y defended a Cristo Crucificado, no os avergoncéis de la Cruz que fue el instrumento de vuestra salvación.

El sufrimiento es santificador y reparador, que no traigan ahora ideas nuevas que nada tiene que ver con la doctrina de Cristo. Hijos de Dios, no dudéis, no titubeéis, manteneos firmes en la verdad de toda la vida, porque si creéis otra doctrina diferente a la que trajo Jesús, os podéis perder eternamente y podéis llevar a otros a la perdición eterna.

Aunque os pinten una doctrina maravillosa de soliraridad, tolerancia, felicidad, esa no es la verdadera doctrina de Cristo, porque el Redentor predicó la cruz y dio valor al sufrimiento. Recordad hijos de Dios, los sufrimientos de la Virgen. Recordad a los primeros mártires, a los cristianos que fueron devorados por las fieras. Hijos, esa es la doctrina de Jesús y no la que os van a traer y presentar como una utopía y un cuento de hadas, donde detrás de esa doctrina, se esconden falsos profetas e intereses personales y actos malvados, porque quieren poseer vuestras almas y voluntades.

Hijos de Dios, consagraos a María Santísima y poneos bajo su protección, porque el enemigo mortal de las almas viene disfrazado de belleza y misericordia. Hijos de Dios, abrid vuestros ojos y mantenerlos abiertos para que el error y el engaño, no os alcance ni os invada. Yo Espíritu de Dios, os hablo y os prevengo. La paz de Dios con vosotros.

viernes, 26 de octubre de 2007

Yo Miguel Arcángel, os hablo

Hijos de Dios Altísimo, Yo Miguel Arcángel, os hablo desde el Cielo por medio de este instrumento, para guiaros y defenderos del mal.
Quiero que cada uno revise su alma y haga un gran examen de conciencia, apuntando lo que debe de confesar para que no lo olvide, y una vez hecho el examen, debéis buscar un recto sacerdote para confesaros.

Yo os pido desde el Cielo, la gracia para que deis este paso y María Santísima, Reina y Señora, os asistirá.

Hijos de Dios, no esperéis mas, no os durmáis, daos prisa en preparar vuestras almas, porque ya el hacha de la justicia (divina) está a punto de cortar el leño.

Yo Miguel Arcángel, siervo de Dios y servidor vuestro. La paz de Dios Altísimo esté con vosotros. Alabado sea el Santísimo Sacramento.

Dictado del 26-10-07

El día de vuestra muerte es un nacimiento a otra vida. Imaginaos si al venir a este mundo pudierais escoger el lugar donde nacer. Muchos escogeríais ciudades bellas o palacios donde venir a la vida. Pues bien, si eso no lo podéis hacer al venir a esta vida, si lo podéis hacer al nacer a la otra vida, y vosotros, solo vosotros, podéis escoger donde queréis nacer en la eternidad.

Y el precio que se os pide para poder escoger una eternidad dichosa, es no pecar, y ya ese vivir sin pecar en esta vida, os daría un adelanto de la otra, porque la paz, la alegría, el gozo, la tolerancia, la paciencia, la conformidad y muchas otras mas cosas, tendréis en esta vida con solo no pecar, y luego en la otra, la felicidad eterna.

Yo os hablo desde el Cielo, almas queridas, Espíritu de Sabiduría, pero no os mueven mis mensajes para proponeros vuestra conversión tajante. Yo os prometo Mi gracia, Mi asistencia a vuestros buenos propósitos, pero no tenéis deseo, ni entusiasmo para convertiros, para decir: voy a cambiar de vida, y voy a cambiar mis malos hábitos por hábitos buenos.

Esta vida es muy corta comparada con la otra que no tendrá fin, pero no sabéis valorar el desnivel de la balanza, porque Dios os ofrece mucho a cambio de muy poco.

Mis dones serian para vosotros como “ejes” que os harían caminar aceleradamente hacia vuestro destino eterno, y además, superando todos los obstáculos, pero para que obtengáis mis dones, tenéis que limpiar en profundidad vuestras almas, manchadas con muchos y graves pecados contra los 10 mandamientos.

Decís que no habéis robado, ni matado y que no habéis hecho nada malo, y vuestra vida esta llena de estiércol y podredumbre insoportable. Robáis con vuestros fraudes y matáis con vuestras lenguas. Omitís el culto a Dios robándole lo que por justicia le corresponde. Vivís la vida como los animales, dándole al cuerpo toda clase de gustos y negándole al espíritu, el mínimo acto espiritual. No alimentáis vuestras almas con oración, cultos litúrgicos, lectura espiritual, meditación de la Santa Biblia, con rezos y obras de amor hacia el prójimo, y por eso, la tenéis muerta, totalmente muerta, pero una muerte que puede resucitarse con una buena confesión y propósitos de enmienda.

Pero si la muerte del cuerpo os pilla con el alma muerta, ya no podéis resucitarla con nada, ni nadie os podría ayudar en el destino fatal que hayáis obtenido, al entrar en la eternidad. Hijos de Dios Altísimo, no hipotequéis vuestro destino eterno por goces pasajeros, y que además, no os darán la paz que necesitáis. Hijos de Dios Altísimo, soltad vuestro lastre, id a la confesión y dejaros llevar de Mi, Espíritu de Amor y Sabiduría.

Os hago nuevamente este llamamiento a la conversión y os lo seguiré haciendo mientras viváis. Paz y Amor de Dios Altísimo

sábado, 20 de octubre de 2007

¡Dadme de beber!

Necesito de vosotros, mis elegidos, que saciéis mi sed,
la sed horrible que me quema porque tantas
almas Me desprecian, Me toman
por un cuento y Me odian.
¡Dadme de beber!

Consagración a San Miguel Arcangel

Príncipe nobilísimo de la Jerarquía Angélica, valeroso guerrero del Altísimo, celoso amador de la gloria del Señor, terror de los ángeles rebeldes, amor y delicia de todos los Ángeles buenos. Arcángel San Miguel, deseando ser incluido entre tus numerosos devotos, me consagro hoy a ti y te pido ser admitido en tus Milicias. Me pongo yo mismo y mi trabajo, familia, amigos y todo lo que me pertenece, bajo tu vigilante protección.

Muy poco tengo que ofrecerte siendo un miserable pecador; no obstante, tú generosamente, acepta mi consagración, que hago de todo corazón. Recuérdate que si desde hoy estoy bajo tu protección, debes ayudarme a través de toda mi vida.

Procúrame el perdón de mis muchos y graves pecados, la gracia de amar a Dios Altísimo con todo mi corazón, y a mí muy querido Redentor Jesús, como también a mi Dulce Madre María Santísima y a todos mis hermanos que el Padre Celestial ama y Jesús ha redimido.

Dame siempre la ayuda necesaria para no caer en la tentación, y defiéndeme del enemigo de mi alma y de toda clase de mal, especialmente en el último instante de mi vida. Ven, Glorioso Arcángel, en aquel momento en que libraré mi última batalla. Ayúdame en esa última lucha, y arroja lejos de mí, en el infierno, a aquel ángel mentiroso y soberbio a quien venciste en la batalla del cielo y que hoy te pido me liberes siempre de el.

Que un día ante el Trono de Dios en el Cielo pueda cantar contigo y con todos los Ángeles, canciones de alabanza, honor y gloria a Dios, por los siglos de los siglos. Amén ¿Quién como Dios? (1)


(1) Esta consagración ha sido cedida por la Pagina Web: www.sagradafamilia.org.br/oracion2.htm

Mensaje de San Miguel Arcangel

El mal es algo que actualmente cubre la tierra de oriente a poniente. No hay nación que no sea invadida por el mal. Es como una marea negra que envuelve a las naciones, llegando a todos los rincones. Y el mal está en la Iglesia, en la política, en los centros de trabajo, en los hogares, en los conventos, en los Ministerios, oficinas, colegios, en todos los lugares de la tierra, porque la tierra está contaminada por el vicio y leyes satánicas.

Yo soy Miguel Arcángel, que vengo a deciros que no os dejéis influenciar por el mal, que lo tenéis tan cerca. Sed honestos y aunque todos lo hagan, no sigáis leyes satánicas, inmorales y de perversión.

No estáis solos en la lucha contra el mal, Yo con muchos coros angélicos, estoy a vuestra disposición para combatir el mal, invocadme y tenedme devoción.

Si queréis, consagraos a Mí, para que con esa consagración quedéis afiliados en Mis Milicias.

Yo Miguel, vuestro servidor, el Ángel que se opone al demonio. La paz de Dios Altísimo con vosotros.

Dictado del 20-10-07

Hijos Míos, luces es lo que tenéis que pedir para vuestros espíritus, luces. Pedís al Cielo de todo menos aquello que os es necesario. Una sola cosa es necesaria y es salvarse, todo lo demás es pasajero, efímero y caduco. Nada va a perdurar en esta vida, todo pasará pero las luces que el Cielo os de, ellas os guiaran hacia la eternidad dichosa.

No tenéis ningún interés en enmendaros en vuestra vida de pecado. No os laváis de tanta podredumbre. Aunque Yo Jesús, estuviera de nuevo presente entre vosotros evangelizando, no serviría de nada, porque vuestra voluntad está en deseos mundanos, materiales y pecaminosos.

Diréis que Me repito mucho, hijos, pero todo lo que Me repita para salvaros o posponer vuestras actitudes de pecado, es poco. Si tuvierais conciencia de lo que es el infierno, no daríais lugar ni a la más leve imperfección. Algunos Me amáis, pero no por eso, os limpiáis de podredumbre. Vicios y malas costumbres no las erradicáis, cuando si os lo propusierais firmemente, saldríais sin dificultad de vuestra situación.

La firmeza es virtud que debéis pedirme, porque Satanás teme mucho a un alma firme, ya que sabe que no la doblegará a sus sugerencias y no la vapuleará a su antojo. No basta querer salir del pecado, es necesario poner los medios. Porque lo mismo que un enfermo que quiera sanarse, debe de poner los medios y no solo desearlo, también vosotros tenéis que poner los medios para no volver a pecar.

Y si una mala compañía os induce al pecado, abandonadla para siempre. Y si una película os hace pecar, no la veáis, y así con todo. Hijos Míos, invocad a vuestros santos ángeles, ellos están para guiaros y ayudaros en vuestro camino hacia la eternidad. Y lo mismo que los ángeles caídos os inducen a pecar y os tientan, vuestros ángeles custodios están para que no os perdáis y guiaros. Pero sofocais sus santas inspiraciones bien pronto, porque estáis enfangados en el materialismo, comodidad y en el vicio.

No esperéis a más adelante, proponeros ya el cambio, Yo Jesús, Vuestro Salvador, estaré a vuestro lado apoyándoos. Sed firmes en vuestros buenos deseos, no los sofoquéis, que ya Mi enemigo mortal se encargará de que vuestros propósitos, no maduren. Hijos, firmeza y oración y la devoción a Mi Santa Madre que también es Madre Vuestra y os ama sin limites, ni condiciones. Os doy Mi bendición y Mi paz.

viernes, 19 de octubre de 2007

Dictado del 19-10-07

Hijos Míos, hoy es un tiempo en que las almas van directas hacia la perdición eterna. Caminan vertiginosamente hacia el abismo. No quieren posponer su actitud y viven encenegadas en el pecado y, cada vez, se hunden más en sus propias miserias.

Yo las llamo a la conversión una y otra vez, pero no quieren escuchar Mi Voz. Yo llamo a sus puertas (almas) y no Me abren. Sus vidas carecen de sentido porque han puesto su corazón en los sentidos (corporales) que no les satisfacen. Hijos Míos, que leéis estos escritos dado con tanto amor y preparados también con tanto amor para vosotros, ponedlos en practica, porque si los leéis y nos los ponéis en practica, ellos mismos os servirán en el día del juicio de acusadores.

Hijos, no escatimo medios para haceros entrar en razón y que volváis a Dios, Vuestro Padre Celestial, pero sois hijos ingratos que no apreciáis Mis llamadas de amor ni Mi dolor acérrimo, que es un clavo en Mi Corazón.

Veros tan extraviados, tan equivocados, es un dolor terrible para Mi que por salvaros, tanto padecí. Mi Madre y Yo lamentamos vuestro proceder, porque tanto Ella como Yo, no dejamos de llamaros a la conversión una y otra vez.

¿Qué queréis que haga más? ¿Qué vuelva a la tierra a padecer de nuevo? Aunque lo hiciera no os despertaría de vuestro letargo letal. Hijos, ¡despertad de una vez por todas! ¡Hacedlo ya! Id a confesaros y cambiad vuestros malos hábitos por hábitos santos y honestos. Yo Jesús de Nazaret os hablo con inmenso amor, os llamo, pero no me queréis escuchar. Vuestros afanes cotidianos, vuestros intereses mundanos os pierden y os hunden cada vez más en el fango.

Tenéis tiempo para ir a la playa, tenéis tiempo para ir a conciertos, pero a Mi Me tenéis abandonado, olvidado, ignorado, como si fuera un personaje mas de la historia, que existió en un momento determinado. Y no os dais cuenta, ni ya lo creéis, que vivo en el Sagrario y que Mi Presencia es real. Hijos, ¿qué se puede decir a esto? Luego acudís a Mi cuando algo os sale mal, algo mundano, algo pecaminoso y queréis que Yo os lo solucione, entonces es cuando os acordáis de Mí, solo para vuestros intereses, intereses malos que no os darán la vida eterna.

Hijos, si me dais amor, adoración y reparación vuestras vidas tendrán todas las necesidades cubiertas, Yo no os dejaría sin alimentos, ni vivienda, pero tenéis que darme lo que por ser Dios Me corresponde.

Buscad el Reino de Dios y Su Justicia, que todo lo demás se os dará por añadidura (Mt 6,33) Yo, Jesús Vuestro Hermano.

jueves, 18 de octubre de 2007

El mal no puede vencer nunca

Hijos Míos, hoy os quiero advertir de algo que va a suceder muy pronto. Mi Iglesia está contaminada por todos los sitios, pero especialmente en su Sede, el Vaticano.

Mi Papa sufre por lo que ve y, se siente impotente ante tanto estropicio. Su papado para el es una cruz muy pesada y quisiera mil veces haberlo dejado. Ve la traición, la infamia, la indolencia, el complot, el lo ve y lo intuye todo, pero se siente humano y no sabe que hacer.

Hijos Míos, todo lo que recéis por el es poco para que en su interior, su fidelidad a Mi sea plena, porque la prueba que está pasando es dolorosísima. Calumniado, desobedecido, rechazado, despreciado, juzgado, Mi Papa es ahora otro “cristo” y Yo sufro en su Persona.

Mi Madre intercede por el y le aplica oraciones que le ofrecen sus devotos. Vosotros hijos Míos, orad por el Papa y por Mi Santa Madre Iglesia.

Satanás se ha apoderado de Mi Barca y quiere guiarla hacia horizontes que nada tienen que ver Conmigo. El se cree ahora el capitán, “el cristo” pero no sabe que su triunfo le durará poco.

Hijos, sé que esto no lo entendéis pero es necesario que también Mi Iglesia se purifique, es necesario hijos, aunque para todos, también para Mi, sea muy doloroso.

Hijos Míos, el mal que ahora está en Mi Iglesia será arrancado de raíz en su momento, no creáis que estoy dormido, todo es necesario para que Mi Santa Madre Iglesia, crezca en santidad y sea purificada.

La oración de todos vosotros y Mi amor y méritos, vencerán el mal satánico que se ha introducido en mi Sede Apostólica, todos unidos a Mi venceréis, porque Yo ya vencí el Mal con Mi Pasión y Crucifixión. Ahora la pasión y la crucifixión es sobre Mi Cabeza Apostólica, después la sufrirán los miembros y así Mi Cuerpo Místico, será purificado y lavado de toda iniquidad.

Hijos el mal nunca vence aunque parezca que si, el mal no puede vencer nunca porque es muerte eterna y la muerte no tiene vida. Yo Jesús de Nazaret os hablo y os amo. Venid a Mí, hijos Míos.


viernes, 12 de octubre de 2007

Dictado del 12-10-07

Hijos queridos de Dios Altísimo. Yo soy Miguel Arcángel, el Príncipe Celestial. Yo vengo a preveniros del Mal, del Maligno, el gran enemigo de Dios. El quiere destrucción en vuestras vidas. El quiere destruir vuestros matrimonios, vuestras relaciones familiares, vuestros lazos consanguíneos, el quiere destruir por doquier. No podéis seguir ese juego, tenéis que hacer oración mas asiduamente, para que el enemigo de las almas no os venza.

No os creáis más listos que él. El tiene una inteligencia de ángeles aunque la usa para el mal, el es mucho mas inteligente que vosotros, por eso, solo con el Espíritu Santo, Espíritu de Dios Altísimo, podéis vencerle y, este Espíritu Santo, os viene muy velozmente a través de la oración fervorosa y de fe.

Tenéis que practicar los sacramentos pero hacedlo con las debidas disposiciones, no se puede ir a comulgar sin confesarse (1) y, debéis confesaros asiduamente, aunque no tengáis pecados graves, porque el Sacramento de la Penitencia os da fuerza para las tentaciones.

Hijos de Dios Altísimo, yo os hablo Miguel, el Ángel que se opone al demonio y deseo indicaros el camino de la salvación eterna.

(1) Si se tienen pecados graves, aunque es aconsejable confesar de vez en cuando los pecados leves y faltas cotidianas.

Dictado del 11-10-07

Los pecados de los hombres son pedradas para Cristo y la Santísima Trinidad. Los pecados son ultrajes, heridas, saetas envenenadas que llegan al Corazón de Dios.

El hombre peca impunemente, no se cansa de pecar y aunque el pecado no le da la felicidad, peca cada vez con más monstruosidad, buscando sensaciones y vicios que le llenen. Nunca el pecado llenará al corazón humano. Dios no lo ha hecho para el pecado, lo ha hecho para El, por eso, solo El llenará las ansias de felicidad del hombre. Pero esta lección no la aprenden, parece que predicar o advertir estas cosas, son ñoñerías, sin base alguna. Cuantos grandes pecadores se convirtieron y ya no quisieron volver a pecar, porque el pecado nunca les dio la felicidad, ni la paz.

Almas queridas de Dios Omnipotente, Yo os hablo en nombre de la Santísima Trinidad y os pido que experimentéis en vosotros mismos esto que os digo. Abandonad el pecado de una vez por todas, y limpiaros de tanta podredumbre como anida en vuestras almas.

Yo Soy el Espíritu de Dios que os trae sabiduría para que os la apliquéis en vuestras vidas. El infierno es la consecuencia del pecado, y allí, no hay ni un ápice de felicidad, porque el pecado nunca puede producir felicidad, ya que es un mal y los males, por esencia, nunca pueden dar ninguna clase de bien, y la felicidad es un bien.

El pecado trae codicia, egoísmo, ira, soberbia, mentira, vanidad, pereza y toda clase de males y vicios y pecados capitales. No os puede dar bien alguno, por eso, ningún pecado puede traer ninguna clase de bien, ni al alma, ni al cuerpo. Esclaviza a la voluntad y la debilita cada vez mas, haciéndola incapaz de salir de la situación de pecado.

Cada pecado es un hundirse mas en el fango y ya solo la gracia (especial) de Dios, puede hacer que un pecador empedernido, vuelva al buen camino, porque el pecador por si solo no puede salir del fango. ¡Pedid, almas de Dios esa gracia para los pecadores! Pecadores que están en vuestro hogar, en vuestra comunidad de vecinos, en vuestro trabajo. Orad por ellos sin cansaros, para que esas plegarias les sean aplicadas y retornen al camino recto de la salvación eterna.

Una vez muertos, ya no podéis aplicarle oraciones si se condenan, hacedlo ahora que aun viven y pueden posponer su actitud. El Corazón de María Inmaculada es una fuente inagotable de gracias para el pecador, acudid a ese Santo Corazón y pedidle favor para los pecadores. Yo os hablo Espíritu de Sabiduría y Bondad. Alabado sea Dios.

Invocadme a menudo

Hijos míos, Yo soy Vuestra Madre del Cielo y vengo a vosotros por medio de este escrito. Ya Mi Divino Hijo os ha advertido de que debéis de estar instruidos en los puntos de la fe católica para no dejaros confundir, porque la ignorancia, hijos míos, os puede hacer que el error os alcance y perdáis vuestra fe.

Venimos a instruiros para que no os equivoquéis, es importante que leáis el Nuevo Testamento y lo meditéis, incluso que forméis grupos en que se lea y alguien preparado, sacerdote o no, os lo explique. Hacedle preguntas, no os quedéis con duda, preguntad para que después sepáis contestar.

Yo soy María Inmaculada, Vuestra Reina, Madre y Señora, y debéis honrarme con amor verdadero, no solo en vuestros rezos a Mí, sino también en vuestro vestir, conversaciones, composturas, medio de vida. En vuestros trabajos debéis ser honestos y cumplir vuestro deber diligentemente. Os pagan por ello y no podéis emplear el tiempo en actividades personales, no si en ese tiempo TENEIS COSAS QUE HACER DE VUESTRA EMPRESA (1)

Hijos, cualquier imperfección os predispone al pecado, mucho mas si es deliberada y no vale decir que todos lo hacen.

Hay quienes se pasan las horas del trabajo haciendo crucigramas o leyendo libros que se traen de casa, posponiendo sus obligaciones laborales. Eso es también robar, pues si bien cuando hayáis hecho vuestras obligaciones os sobra tiempo y podéis leer, no antes de hacer lo que debéis.

Tenéis que ser hijos santos en todo vuestro medio de vida, en todo momento y, aunque al principio os cueste, veréis como con el buen habito, llegáis a hacerlo con normalidad y sin esfuerzo. Todo lo que hagáis en vuestra vida os tiene que llevar a Dios y predisponeros a una vida de santidad ejemplar e intachable.

Invocadme a menudo Yo os escucho y, me alegro mucho cuando algunos de mis hijos, en medio de las tareas cotidianas, se acuerda de Mi. Os amo Hijos de Mi Corazón Inmaculado y os doy la paz de Mi Hijo Jesús.


(1) Las letras se ponen solas mayúsculas.

Dictado del 10-10-07

Hijos Míos, la advertencia de los últimos tiempos no es para que viváis relajados o despreocupados, es para que cambiéis de hábitos y donde tenéis afán de cosas materiales, pongáis afán de cosas espirituales. Haced lectura espiritual, informaros bien de la Sagrada Escritura con libros de buenos autores. Estad instruidos, apuntad en un papel o libreta los puntos básicos de Mi doctrina, para que cuando os quieran confundir o tender una trampa, sepáis defenderos según Mi santa doctrina y Evangelio.

No esperéis que todo os lo den hecho. Vosotros tenéis que poner de vuestra parte todo cuanto sea posible, porque el mal es muy sutil y os puede confundir en un instante, incluso aunque seáis Mis fieles seguidores. No sabéis como disfraza Satanás el mal de bien, es algo en el que lo hace con verdadera maestría y, sino recordad a mis hijos Adán y Eva.

La serpiente sigue hoy actuando como entonces, pero ahora se disfraza de misericordia y de muchas otras cosas que no podéis imaginar, pero el caso es hacer sus objetivos. Es deber vuestro instruiros, porque el estar preparado e instruido es ya una verdadera arma y Satanás busca a los incautos que sabe que por falta de instrucción, caerán en masiva.

Os avisamos desde el Cielo para esta acometida pero parece que os dormís, no reaccionáis, os quedáis solo en la letra, pero no lo ponéis en práctica y, vuestras vidas siguen siendo mediocres y mundanas.

Algunos fieles habéis añadido (en vuestra vida) el Santo Rosario pero lo rezáis cuando os apetece, sin esfuerzo, ni fervor. Tenéis que mejorar, confesaros, asistir a la Eucaristía siempre que podáis, visitadme en el Sagrario y leer cosas santas y puntos de vuestra fe y Mi Evangelio.

Yo Soy Jesús, Redentor del mundo. Nunca dejo a Mis ovejas, bajaría a cada casa a instruiros pero ya os aviso por medio de este escrito y por medio de tantos, tantos otros que circulan por el mundo. Soy el Salvador y lo que pretendo es salvaros de nuevo y preveniros de engaños y falacias que os van a presentar, incluso a sacerdotes, porque muchos caerán en la mentira por relajación, comodidad y falta de fe.

Así pues, hijos Míos, sed astutos como serpientes y sencillos como palomas, (Mt 10.16) porque el enemigo no duerme ni descansa para hundiros y llegar a poseer vuestras almas. Yo, Jesús de Nazaret.

sábado, 6 de octubre de 2007

Consagración a la Santa Faz

¡Oh Faz Adorable de Jesús! ya que has querido elegirme de manera especial para entregarte a mi, vengo a consagrarme a Tu Santa Faz. Me parece, Jesús, oír que me dices: Mira Mi Faz dolorida e inflamada por los golpes y bofetadas. Mírala toda sucia por los salivazos, la Sangre y las Lágrimas.

Mi alma comprende tu dolor, y quiero enjugar tu Dulce Faz y consolarte del olvido de los malvados. A sus ojos, Tú estás todavía escondido, Te consideran como objeto de desprecio, no así mi corazón.

¡Oh Faz! más bella que los lirios y las rosas de primavera, Tú no estás escondida a mis ojos. Las lágrimas que velan tu Mirada Divina, me parecen diamantes preciosos que quiero recoger, para con su valor infinito, comprar las almas de mis hermanos.

De Tu Boca Sagrada ha salido la amorosa queja: ¡Tengo sed! Y sabiendo que la sed que te consume es una sed de amor, quisiera, para poder apagártela, poseer un amor infinito. Por eso, Faz adorada y amada por mi, hoy me consagro a Ti para Tu consuelo y para convertir en perlas, todos los salivazos, arañazos y golpes, que recibiste.

Rostro amadísimo de mi corazón, incrustado en mi memoria, si tuviera el amor de todos los corazones, todo ese amor sería para Ti. Pues bien, dame Tu ese amor y ven a apagar Tu sed en el de tu pobre siervo.

Señor, tengo necesidad de Ti, para que por Ti y con tus gracias, podamos iluminar a multitud de pobres pecadores, entre los cuales, yo me cuento. ¡Oh Faz Adorable!, Tú eres el verdadero, el único amor de mi corazón.

¡Oh Faz Adorada de Jesús! Mientras espero el día eterno en que contemplare esa Faz tal cual es y que tanto me atrae, mi único deseo es contemplar ese Divino Rostro constantemente. Solo Tu Faz es mi cielo y mi anhelo permanente. Que esta consagración a Ella, Te resarza del beso de Judas y de todos los traidores del mundo. Así sea.

Dictado del 6-10-07

Siervos de Dios, sacerdotes de Dios, Yo Soy Jesús, Vuestro Salvador y os pido que seáis un reflejo Mío en todo momento. Os he dado lo máximo que se puede dar a una criatura, el sacerdocio, por tanto, llevadlo conforme a Mi Voluntad, de forma que nunca deis que hablar a nadie. Que vuestros obispos estén orgullosos de vosotros y sobre todo, que Yo, Vuestro Salvador, Me sienta consolado y honrado por vuestro ministerio.

No os importe, siervos Míos, el que dirán de la gente, no os preocupe el criterio humano, porque no son las personas quienes os pedirán cuentas, sino Yo, Vuestro Maestro y Señor.

Haced lo que tengáis que hacer según Mis normas, sin importaros lo que os digan, porque Vuestro Juez Soy Yo y os pediré estrechamente cuentas, de cómo Me habéis representado en la tierra. Yo os amo, hijos Míos, pero amaros no quiere decir que pase de vuestro comportamiento, que debe ser impecable, intachable, porque si Yo pasara de ello, sería un Juez inicuo, que no le importa la verdadera justicia.

Las almas que os acerco darán testimonio vuestro en vuestro juicio, ellas dirán si las llevasteis por buenos caminos o por sendas erróneas. Tanto si se salvan o no, ellas darán testimonio vuestro, por eso, tomaros con mucha seriedad vuestro ministerio. Confesaros cuantas veces hagan falta vuestras flaquezas, tentaciones, malos deseos e inclinaciones, porque la confesión es también para vosotros y no estáis exentos de ella, aunque seáis rectos.

No celebréis el Santo Sacrificio en pecado, aunque tengáis intención de confesaros después, Mi Cuerpo Santo necesita ser tocado por manos lavadas de toda mancha, y tan pronto caigáis en un pecado de gravedad, sea de acción o pensamiento, id a confesaros con uno de vuestros hermanos, aunque esto os cueste humillación y vergüenza.

Hijos, Yo estoy a vuestra disposición, todo lo que necesitéis para el bien de las almas, no os lo negaré, incluso antes de que Me lo pidáis os lo daré, pero no seáis negligentes en Mi servicio, en Mi trato, porque Mis fieles cristianos os observan y escudriñan vuestras acciones. Una genuflexión bien hecha ante Mi Presencia Eucarística, puede edificar más que la mejor de las homilías, porque predicar os gusta a casi todos, ya que en la predicación ponéis de manifiesto vuestros valores, pero una genuflexión hecha con amor y reverencia, cala en el fiel (cristiano) que os vea y le hace reflexionar.

Tratadme como Me trataría Mi Madre en vuestro lugar, con delicadeza, respeto, prudencia y, sin prisas, celebrad el Santo Misterio Eucarístico para que llegue a lo más hondo de Mis fieles. Rezad las preces y oraciones sin prisas, con fervor y fe, hijos, sed un reflejo vivo Mío y tendréis la gloria ganada. Yo os amo a todos sin excepción porque a todos os di la vocación con inmenso amor. Sed sacerdotes de Dios, curas santos. Mi bendición y Mi paz por siempre. Jesús, Vuestro Hermano.

viernes, 5 de octubre de 2007

Dictado del 5-10-07

Hijos míos, hoy es un día especial para Mi Corazón. Porque hoy Primer Viernes de mes, se conmemora Mi Muerte en la Cruz, vuestra Redención. Cuantas lágrimas y dolores de toda índole nos costaron a Mi Madre y a Mí redimiros. No hay dolor en el mundo que Yo no haya padecido. La traición, el desprecio, la ignominia, la blasfemia, todos hijos míos, todos los dolores humanos, humillaciones y vejaciones del mundo, Yo los padecí por amor a vosotros. Y vosotros, almas amadas, que poco soportáis por Mi y Mi Santa Madre.

Apenas tenéis una pena o amargura buscáis consuelo en amigos, sicólogos y no sufrís pacientemente la pena que padecéis. Yo busqué consuelo y no lo encontré. Ver a Mi Madre padecer como padeció, aumentaba Mis sufrimientos, pero Ella no buscó consuelo en nadie, su mirada clavada en Mí, Me daba consuelo y amor verdadero.

Yo Soy Jesús de Nazaret, Hijo del Altísimo. Un suspiro Mío, hubiera valido para redimiros, pero quise demostraros en Mi propia Carne, el valor del sufrimiento, medio que Yo escogí para la Redención. Muchos cristianos creen que porque Yo era Dios, no padecí y que los sufrimientos los apagaba con Mi Divinidad. No hijos, no, Yo padecí en Mi Carne y en Mi Espíritu como si solo hubiera sido hombre, pues a vosotros los hombres redimí y tuve que ser uno mas, para pagar la deuda, (del pecado) pero al ser también Dios, Mis sufrimientos fueron de valor infinito. De ahí, que os pague con ellos la deuda de valor infinito que con el pecado de Adán, tenía la humanidad con Mi Padre.

Yo deseo que este día sea recordado todos los meses en los Primeros Viernes (de mes) de ahí, que os pido que ese día confeséis y comulguéis en honor a Mi Muerte en la Cruz. Y así, haciéndolo con ésta intención, Yo Jesús, Vuestro Salvador, os prometo que si lo hacéis, no moriréis en Mi desgracia (1) Hijos míos, no me pesa nada haber sufrido por vosotros. Lo haría una y otra vez por el amor inmenso que os tengo. No podéis captar en vuestra mente este amor infinito y eterno que os tengo. Meditad hijos queridos este misterio, el misterio de Mi gran amor, que solo en la otra vida lo comprendereis, los bienaventurados para su mayor gozo, los malditos para su mayor sufrimiento, porque también los malditos, los hijos de Satanás, comprenderán muchos misterios de vuestra fe para más penar y mas tortura.

Hijos, Yo os llamo constantemente a la conversión. Os doy medios y gracias sin cesar para ello, pero los desperdiciáis y los dejáis escapar, como se deja escapar el agua de un grifo abierto y no se aprovecha para nada. No tenéis más que una vida y os pido que no la malogréis con vuestros pecados y deseos mundanos. Empezad vuestra conversión. Una vez que empecéis Yo os daré gracias inmensas para que no abandonéis. Pero tenéis que desearla e iniciarla. Es vuestra voluntad la que tiene que tomar el punto de partida. No esperéis un portento para ello, tenéis que decir: Hoy voy a cambiar de vida y poner los medios oportunos para ello, el resto os será más fácil porque no os negaré ninguna gracia que necesitéis para ello.

Si vivís (juntos) sin estar casados, casaos aunque sea en secreto (privado). Si vivís en pecado, dejad de pecar, lavaros en el Sacramento de la Penitencia y confesad todo minuciosamente, para empezar una nueva vida en las sendas de Mi amor y mandamientos. Yo Jesús, os amo y no os dejaré solos en esta empresa, pero proponeros el cambio con firmeza e iniciarlo cuanto antes. Os doy Mi paz por siempre jamás. Jesús de Nazaret.

(1) Esta es la gran promesa del Sagrado Corazón de Jesús de los Nueve Primeros Viernes de mes seguidos.

Confesarse es lavarse

Por medio de los sacramentos el alma se fortalece. Todos los sacramentos son importantes y todos están instituidos para determinados momentos. La confesión de pecados graves y de faltas es necesaria para el alma. Además ayuda al alma a crecer en santidad porque le aumenta la gracia santificante, la repone de las carencias que tenga.

Hoy en día no se valora la confesión y sin embargo, sin ese sacramento no hacen efectos los otros, porque la confesión predispone al alma a que los demás sacramentos sean efectivos. Porque comulgar sin confesar los pecados graves es un sacrilegio y no solo no le aprovecha la comunión, sino que aumenta los pecados que ya tenía, con otro mucho más grave. Y así, todos los demás (sacramentos).

Confesarse es lavarse y si os laváis el cuerpo todos los días, las almas deben lavarse por lo menos, una vez al mes.

Yo Soy el Espíritu de Sabiduría que os instruyo por medio de este escrito. Todos sois pecadores, aunque viváis en estado de gracia. Debéis confesar aunque no tengáis pecados graves, para fortaleceros y prevenir las tentaciones y los pecados. La confesión da fuerza para ello y si alternáis la confesión con otros sacramentos, el sacramento que recibáis unido a la confesión, aun es más eficaz. Así con la Confirmación, el Matrimonio, la Eucaristía, la Unción y otros.

Cada día menos se acude al Sacramento de la Penitencia y es uno de los gravísimos errores que ha inducido Satanás. Porque el sabe que si induce a no confesarse a la gente, las almas tarde o temprano, caerán en errores y engaños, y serán mas vulnerables a las tentaciones y a las caídas.

Vais al medico cuando tenéis alguna dolencia por pequeña que sea y, por los consejos que os da o las prescripciones, saléis tan contentos y satisfechos, pues así es la confesión para el alma, que al exponer vuestras flaquezas al confesor que en ese momento representa a Cristo, saldréis mas satisfechos y purificados.

Exponer vuestras caídas, vuestros fallos aunque siempre sean los mismos os beneficiará, porque soltáis de vuestras almas podredumbre que la manchan.

Ha habido santos que se han confesado diariamente e incluso varias veces al día. Son santos que comprendieron muy bien la trascendencia e importancia de la confesión para el alma.

No vale decir “yo me confieso con Dios” porque Dios quiere que sea así, por medio de un sacerdote y no por medio de El. No es confesión sacramental ni se perdonan los pecados, confesándose solo con Dios, por tanto, no se puede ir a comulgar confesando los pecados graves, solo con Dios.

jueves, 4 de octubre de 2007

Todo está regido por Dios

En el cielo las almas alaban constantemente a Dios y, en la tierra el pecado lo deshonra también constantemente. Los bienaventurados SON ALMAS YA GLORIFICADAS LLENAS DE AMOR PORQUE SUPERARON LA PRUEBA TERRENAL Y YA GOZAN EL PREMIO ESPERADO Y MERECIDO (1). Sus cánticos llegan al Trono de la Santísima Trinidad cuan melodías angelicales. Los bienaventurados son la gloria de Dios y Dios es para ellos el gozo de ellos.

En el cielo todo es armonía, gozo, paz. Allí se aman unos a otros en Dios, porque viven sumergidos en su Esencia y todos disfrutan de la misma, según los méritos que tuvieron. Ven a sus Santos Ángeles de la Guarda con quienes se comunican y, a veces, (los) envían a ayudar a sus familiares, que aún están en la tierra. Lo más bello de la tierra, los parajes más bellos y únicos de este mundo, no son nada comparados con los goces celestiales. Las melodías más bellas de los grandes clásicos, no tienen ni punto de comparación con las melodías celestiales o las melodías de los coros angélicos.

Allí el gozo es el habitad de los bienaventurados. Allí todo es paz y orden, todo esta en su justa medida, todo esta regido por Dios.

Allí se hace en todo momento la Voluntad de Dios, de ahí, que como consecuencia de hacer esta Voluntad, todo sea belleza y armonía, porque es el no cumplir esta Voluntad lo que hace de la tierra un estercolero, un contenedor de pecados y acciones abominables.

Quien cumple la Voluntad de Dios en la tierra, gusta un poco (en la misma) de lo que será su bienaventuranza, pero es una pequeñisima parte, comparado con lo que le espera. Nadie podría soportar en el plano humano un poco de gozo celestial porque moriría de amor y alegría. De ahí, que la vida de la fe sea tan importante, porque si en esta vida se abriera la fe y viéramos con nuestros ojos lo que se cree por la fe, nuestro organismo quedaría fulminado por la grandeza de la visión. Yo Soy el Espíritu de Sabiduría que os habla. Paz y Amor.


(1) Se ponen solas las letras en mayúsculas.

miércoles, 3 de octubre de 2007

Fue una escuela de amor

El primer hombre se llamó Adán y el hombre por antonomasia, se llama Jesús. Jesús tuvo que rehacer lo que Adán deshizo. El tuvo que abrirnos las puertas del Cielo que por el pecado de Adán, se habían cerrado.

Yo soy San José, esposo de Maria Santísima, padre putativo de Jesús, mi Dios y Señor y mi Divino Hijo. Yo conviví con el Redentor, oía su respiración en su cunita, veía sus juegos, su mirada bondadosa y humilde, yo tuve la suerte inmensa de vivir con el Redentor y cuidarlo personalmente. Nadie puede imaginar la grandeza tan inmensa que supuso para mi este hecho.

Todos los días me admiraba de sentirme el elegido para proteger y guiar a la Sagrada Familia. Yo fui un hombre sencillo y muy honesto. La Virgen me amaba inmensamente, pero muy castamente, al igual que yo a Ella. Ambos meditábamos juntos el gran Misterio de Cristo: Su Encarnación. Y vernos sus protectores y sus padres legítimos, nuestros corazones gozaban inmensamente dando sin cesar gracias a Dios.

Yo José fui un humilde artesano, apenas ganaba para el sustento diario, (1) pero éramos felices porque teniamos al Hijo de Dios con nosotros, compartiendo nuestra pobreza, nuestra indigencia y nuestro amor.

Éramos indigentes mas por voluntad propia que por otra cosa, porque dábamos casi todo nuestros ingresos y nunca permitimos que Nuestro Hijo, careciera de lo mas elemental.

Fue una escuela de amor la nuestra. Sabíamos que el Padre Eterno nos miraba complaciente y en muchas ocasiones veíamos a Nuestro Niño Jesús, hablar con El en oración. Nosotros aprendimos de El muchas cosas, sobre todo, la verdadera humildad por ese anonadamiento que el Niño Jesús, hizo de su divino rango. No quiso mostrarse como Mesías hasta que llegase su hora, hora que yo, ya no vi.

Yo soy Patrono de la buena muerte y deseo que me invoquéis como tal para vosotros y para vuestros moribundos. No desestimo nunca las peticiones que me hacéis por los moribundos porque esa ultima hora, hay que reforzarla con más oración y fe que nunca.

Yo os hablo en estos últimos tiempos para que contéis conmigo en los momentos difíciles y, si fui testigo de la Primera Venida de Cristo, ahora quiero ser un bienaventurado con el que contéis para las Segunda Venida que muchos de los que lean este mensaje, verán.

En mi Cielo junto a Jesús y Maria, yo José, os espero después de que superéis cada cual la prueba que Dios os de, antes de entrar en la eternidad. Paz a vosotros. Alabado sea Dios.


(1) En otro mensaje pone que San José no cobraba muchos de los trabajos que hacía.

La batalla del bien contra el mal

Dios es el Padre Universal de todo el mundo. El es un Padre que mira las necesidades de sus criaturas. El provee de todo a la personas y no hay un segundo que aparte su mirada de ellas.

Yo soy Miguel, el Arcángel que se opone al demonio. Yo obedezco a Dios, al Altísimo, y a la Reina Nuestra y lo hago con inmenso amor.

Yo voy a librar en vuestro mundo una terrible batalla, la batalla del bien contra el mal y lo haré por orden del Altísimo.

Aquellos mis devotos y todos cuantos me honran con medallas, estampas novenas, coronillas, ya están bajo mi amparo. Ellos ya no tienen que temer porque yo los protejo y si ellos me han escogido a Mí, (en sus devociones) yo ya no los dejo.

Yo venceré con todos los coros angélicos que el Altísimo pondrá en mis Milicias, pero necesito que quienes ya me honran, me den a conocer a otras muchas almas y a sacerdotes, porque ellos deben saber que Yo soy el Cabeza que el Altísimo ha escogido para esta batalla del mal contra el bien. Todos venceremos.

domingo, 30 de septiembre de 2007

Fue un tormento cruelísimo

Es el día de la Pasión de Cristo. Hasta la Naturaleza se conmueve cuando expira. Su Madre al pie de la Cruz sujetada por las santas mujeres, no sucumbió. Quiere acompañar a su Hijo hasta el final. Nadie puede comprender, ni valorar en toda su magnitud, el dolor de la Santísima Virgen, fue un tormento cruelisimo ver a Su Hijo como lo vio, sabiendo que era Dios.

Al ver a su Hijo en esas condiciones, Llagado de Pies a Cabeza, Lacerado en todas las partes, comprendió con luces especiales, la gravedad del pecado, la fealdad y malicia del mismo. ¡Que no hubiera hecho Ella por ponerse en el lugar de su Divino Hijo! Todo le hubiera parecido poco por aliviar en algo, los dolores fisicos y morales de Su Unigénito.

Ella soportó con amor intenso la espada de dolor que le traspasó el alma y, se la ofreció al Padre Eterno para que añadiese su pena, su amargura a la de Su Amado Hijo, y el Padre Celestial así lo aceptó. Por eso, el poder de la Virgen en el Cielo es único. Ella hizo en la tierra en todo momento la Voluntad Divina y así en el Cielo, la que no negó nada en la tierra a Dios, Dios no le niega nada a Ella en el Cielo.

Pero el sufrimiento aceptado en la tierra de las almas es un aval muy grande para el Cielo. El alma adquiere vertiginosamente méritos impensables, son bienaventurados que brillan con luces diferentes en la eternidad. Avanzan en poco (tiempo) lo que a otros les cuesta años, el sufrimiento aceptado y unido a los de Cristo, se convierte en redentor de las almas y (unido al de Cristo) en cierto modo, se convierte en infinito. Pero es necesario para que tenga ese valor, aceptarlo y si además se acepta con amor, el sufrimiento es la mejor perla que se puede presentar a Dios.

Vosotras almas queridas, que tanto teméis al sufrimiento, no sabéis lo que os perdéis. Sufrir es avanzar por la senda de Dios a pasos agigantados. El sufrimiento aceptado tiene todos los ingredientes. Tiene la paciencia, la penitencia, la esperanza, la fe, el amor y muchas, muchas más virtudes. Es un plato con toda clase de combinaciones, no le falta nada y, el Padre Celestial al alma que sufre y acepta su situación, le tiene preparado un sitio especial en el Cielo. Porque quién sufre en esta vida, se resta Purgatorio en la otra, repara no solo sus pecados, sino los de muchas almas, son como “cristos terrenales” que aceptan y cargan con su cruz, cada día. Es la prolongación de la Pasión de Cristo de la que habla San Pablo.

Así pues almas cristianas, aceptad vuestras cruces con amor y añadirlas a la de Cristo Jesús, para que El en vosotros, siga redimiendo a la humanidad pecadora. Yo Soy el Espíritu Divino, Tercera Persona de la Santísima Trinidad quien os habla. Yo Soy Espíritu de Amor. Paz a vosotros.


(1) Los sufrimientos de Cristo no se pueden comparar con los nuestros, ni siquiera todos juntos. Fueron intensisimos.

sábado, 29 de septiembre de 2007

Dictado del 29-9-07

Hijos amados de Mi Corazón Divino, Yo Soy Jesús de Nazaret, Redentor del mundo. Yo os amo sin límites ni condiciones, si bien, es necesario que para entrar en Mi Reino no pequéis más. El pecado no viene de Mí, es un mal muy grande que os sugiere Satanás, y vuestros mismos deseos desordenados y concupiscentes.

El pecado debéis evitarlo una y otra vez, porque Yo tuve que venir a redimiros del pecado para abriros las puertas del Cielo. Y si Yo que fui Santo, Santo, Santo, tuve que padecer siendo inocente, vosotros que no lo sois, debéis de luchar encarecidamente por evitar el pecado y toda clase de faltas, por pequeñas que sean, porque si consentís en una falta pequeña, después viene otra y otra y otra, y así, os crean malos hábitos que os predisponen, a que os cueste mas vencer las tentaciones y los pecados graves.

Limpiad vuestro corazón de deseos materiales. No aspiréis tanto a tener dinero que el dinero no abre las puertas del Cielo, y para muchos, puede ser motivo de condenación. Conformaos con lo que tenéis y si os falta, acudid a Mí para que Mi Divina Providencia, os provea. Compartid con los pobres y dad limosnas a través de Parroquias, Asociaciones y ONG porque ellos hacen llegar vuestros donativos a familias y personas que realmente los necesitan. Mi Madre y Mi padre José no tuvieron apenas lo justo para vivir, y sin embargo, ellos daban a los pobres generosamente, a veces, privándose hasta de lo necesario. La limosna dada de corazón repara muchos pecados y agrada muchísimo a Mi Padre Eterno.

Hijos Míos, Yo os instruyo una y otra vez y os recuerdo constantemente el Evangelio que traje. Hay pobres que más que monedas necesitan afecto y autoestima, dádselo también y, hay otros que necesitan reconocimiento, dádselo también, porque la escasez de cosas que a las almas les son necesarias, puede llegar a hacerlos entrar en el desaliento que les impida venir hacia Mi por caminos rectos, y busquen lo que les falta, en sitios inadecuados o en personas que no son de Mis filas.

Hijos, pobres siempre van a haber y pobres de todo, de pan físico y de pan espiritual, de amor, de compañía, de solidaridad. El bien que hacéis a esas almas se volverá hacia vosotros porque… todo lo que uno siembra, es lo que recoge. Mi Apóstol Pablo dijo que quien siembra tacañamente, tacañamente recogerá, así también a la inversa, quien siembra generosamente, generosamente cosechará, es la regla de la sabiduría del Cielo, muy diferente a las reglas de la sabiduría vuestra que os enseñan, dar ojo por ojo y acaparar para uno mismo, olvidando a vuestros hermanos indigentes.

Hijos Míos, amad a Mis pobres, a Mis familias necesitadas, a Mis trabajadores abnegados pero que no les llega la paga, amadlos y ayudadlos. Cread becas, ayudas, cadenas de alimentos, visitas a domicilios. Vivid con amor cristiano hacia el prójimo e imitad a Mi Santa Madre, que tanto hizo por los indigentes de su entorno y a Mi padre José, que tanto dio y tanto trabajó sin remuneración, para otros. Sed hijos del Cielo, hermanos Míos y no hijos de la tierra, Yo os hablo, Jesús de Nazaret, Hijo del Altísimo.

viernes, 28 de septiembre de 2007

Dictado del 28-9-07

Hijos Míos, sacerdotes de Dios, Yo os hablo, Jesús de Nazaret, Vuestro Dueño y Señor. Yo espero de vosotros TODO, vuestra entrega, vuestro amor, vuestro sufrimiento, TODO. Pero vosotros, siervos Míos amados, esperad de Mi también todo, porque no os negaré nada de lo que necesitéis, para vuestra fidelidad a Mi y vuestra santificación. Hijos Míos, os hablo por medio de este instrumento que deseo respetéis y améis, porque Me sirve con amor y vosotros debéis amarlo (1)

No os preocupéis de vuestras necesidades materiales que Yo os la cubrire si Me servís con esa entrega total que os pido. Mi Madre debe ser honrada por vosotros y exaltada en las homilías. Debéis amarla y acudir a Ella en vuestras penas y pesares. Mi Madre aparte del gran amor que os tiene, os tiene un gran respeto porque tocáis Mi Sagrado Cuerpo Eucarístico, y eso a Ella le conmueve mucho. Sois para Ella los niños predilectos que intercede constantemente por vosotros, porque Ella al ver vuestra gran misión y lo necesarios que sois para el Sacrificio Eucarístico, os mima de una forma especial. Acudid hijos Míos a Ella.

No os dejéis arrastrar por las corrientes del mundo tan pecaminosas y dañinas para vuestra vocación. Apartaos del mundo y sus cosas, porque sino, las corrientes mundanas os pueden arrastrar a vicios y deseos no cristianos. No deseéis el dinero, Yo fui pobre absoluto y ni siquiera quise usar de Mi Poder Divino para aliviar o remediar Mi pobreza y escasez, ni la de Mis padres terrenales.

Imitadme en todo, sobre todo, en la misericordia. Ser misericordiosos no quiere decir consentir. No debéis consentir el pecado y debéis aconsejar según Mis leyes y como Yo Mismo lo haría, pero con el pecador empedernido, debéis ser misericordiosos cuan padre amoroso, porque vosotros si no lo sois, se desesperaran (los pecadores) que ya se encargaría Mi enemigo mortal, de que el pecador no quiera volver a Mi, se desaliente y abandone todo. Vosotros ayudad al que quiere regresar a Mi redil y aceptadlo con misericordia, pero con firmeza. Ayudadle a no volver a caer, cuantas veces haga falta.

Preparad a Mis moribundos, no los abandonéis, ellos ya libran su última batalla y Me darán cuentas. Id vosotros mismos a visitarlos, ellos os necesitan a vosotros que Me representáis, ellos ven en vosotros a Mi, que Soy Dios de Amor y Misericordia. Yo, hijos y siervos Míos, os daré todas las gracias necesarias para estas empresas, pero no Me neguéis vuestro amor y entrega, no Me pospongáis a nada ni a nadie y vuestro ministerio se verá bendecido constantemente. Yo Jesús, Hijo del Altísimo.

(1) Aquí dice el Señor mas cosas sobre el instrumento, pero el instrumento no las ha querido poner.

Teneis que ser Abeles

El hijo es alguien que debe obedecer a su padre. Los hijos de Dios no obedecen a su Padre Celestial y hacen de sus vidas lo que les viene en ganas. Cristo el Unigénito de Dios, Hijo del Padre por su Esencia, lo obedeció en su vida terrenal hasta el último instante de su existencia. Todo esta consumado dijo, que es lo mismo que decir: Padre, en todo te he obedecido y en todo hice Tu Voluntad Divina.

El vino a la tierra a hacer la Santa Voluntad del Padre Eterno y no perdonó sufrimiento alguno, ni fatiga alguna, para emprender esta Voluntad Divina y llevarla a cabo, en todos los momentos de su Sagrada Vida.

Vosotros los fieles del Señor cumplís malamente la Voluntad Divina, lo hacéis con mediocridad, pereza, negligencia, y a veces, hasta con quejas. No sabéis bien la grandeza de alma y la gloria inmensa que os espera si cumplirais esta voluntad a la perfección. Es el caso de Maria Santísima que su grandeza estriba en que cumplió bien, Mi Voluntad Divina. (1)


* * *

Yo Soy el Padre Eterno y deseo que a Mis Hijos Jesús y Maria los imitéis en todo. Que Me ofrezcáis vuestros días nada mas levantaros, para que lo que hagáis bueno no se pierda y lo que hagáis de malo, Yo Dios Eterno, lo transforme en bien para vuestras almas.

Yo deseo que Me améis en vuestras obras y no de palabra. Que aceptéis vuestras contrariedades cotidianas y Me las ofrezcáis. Yo deseo ser glorificado en vuestras acciones, no en vuestras conversaciones, deseo obras y no palabras, porque no todo el que dice Señor, Señor, entrará en Mi Reino Celestial.

Vuestras obras si son perfectas Me glorificaran y edificaran a quienes las vean. Yo deseo obras de amor, abnegación, entrega, que vuestra aceptación de Mí, como Dios y Señor, sea consecuente con vuestras acciones diarias, en el trabajo, en el Templo, en el vestir, en las conversaciones, en vuestros rezos, que los quiero fervorosos y sin distracciones. Es como quien hace un sacrificio sin fervor, ni deseo, el caso de Caín que no Me agradaba lo que Me ofrecía porque no lo hacia de corazón.

Tenéis que ser Abeles que todo lo que ofrezcáis Me sea grato y sirva a todos los fieles y almas del mundo. No Me ofrezcáis las cosas de malagana, negligencia, hacedlo con amor y entrega. Mi hija Maria Me ofreció su espada de dolor con intenso amor, para Mi gloria y bien de la Humanidad. Ella ofreció su dolor universalmente al igual que su Divino Hijo. Así quiero a Mi rebaño, entregado a Mí de corazón y mente, que no diga que este pueblo Me honra con la boca pero no con el corazón.

Yo hijos Mios, hermanos de Mi Unigénito, os pido que imitéis a Mi Hijo Divino y a Mi Hija Maria, Su Santa Madre. Yo Soy Dios Eterno, el Padre Celestial.

(1) Hasta aquí parece que el dictado lo hace el Espiritu Santo y que después sigue el Padre Eterno.

miércoles, 26 de septiembre de 2007

Dictado del 26-9-07

Luz es necesaria para las almas. Las almas viven en cenagosas oscuridades. Las almas yerran, caminan perdidas por sendas oscuras de pecado y perversión. Yo Soy luz para el mundo, y sobre todo, para las almas. Yo Soy luz en abundancia a quien Me invoca y acude a Mí. Yo Soy Dios, un Dios de Luz y Amor que solo deseo ayudar a las almas en todas sus necesidades, pero sobre todo, en sus necesidades espirituales.

Yo Soy el Espiritu Santo que busco a las almas que se dejan hacer Mi labor en su interior. Yo deseo prepararlas para el juicio final, para cuando suban al Padre, que estén en condiciones de ser admitidas a los gozos celestiales.

Yo Soy el Espiritu que da luz, quien Me posee no anda nunca en tinieblas. Yo me opongo a las artimañas de Satanás e ilumino al alma para que no caiga en sus ardides. Si Satanás da tinieblas, Yo Espiritu Divino doy luz a raudales. Pero quien quiera mantenerme en su interior y gozar de esta luz que doy a raudales, debe desechar el pecado de su alma y no solo evitarlo, sino odiarlo.

Yo vivo en las almas que de una vez por todas echaron de sus vidas el pecado y quisieron vivir según las leyes divinas, y aunque tengan faltas y pequeñas caídas, ellas (las faltas) no Me impiden morar en sus espíritus.

Yo Soy un Dios que viene a dar. Doy dones y gracias sin medida, pero es necesario que el alma se haya decidido por vivir según los mandamientos y leyes divinas. Quien toma esta decisión ya no permito que se malogre, porque la socorro constantemente con Mis gracias.

Yo llevo al alma a altas altitudes de espiritualidad y, envuelta en una imagen cotidiana y corriente, el alma alcanza altos vuelos porque Yo trabajo en su interior constantemente, Y si bien en la vida terrenal Yo habito en su alma, será después a la inversa, que el alma habite en Nosotros (Santísima Trinidad). Quien Me da paso en su vida terrenal, Yo le doy paso en la otra vida, después de pasar esta vida.

Yo recibo al alma que Me ha dado morada en la tierra y la llevo a altos goces celestiales, porque quien Me abrió las puertas de su alma en esta vida, abrió Nuestras puertas celestiales, en la otra. Yo Soy un Dios de Amor y de Luz, Yo ilumino a quien Me acoge y a la vez quien Me acoge, Espiritu de Luz, ilumina a otras almas y sirve de guía a otros espíritus, porque Mi luz se expande en su entorno, en sus palabras, obras, acciones pensamientos deseos, etc. Yo ilumino todo lo que el alma hace o siente en esta vida, porque Me acogió y recibió en su interior y Me preparó una morada digna de Mi, Espiritu de Dios. Alabada sea la Santísima Trinidad.

domingo, 23 de septiembre de 2007

Dictado del 23-9-07

Los reyes son gobernantes que rigen pueblos y naciones. Yo Soy un Rey que nadie obedece y quien lo hace, lo hace con mucha mediocridad. Yo quisiera gobernar a mis almas, a mi pueblo, y hacerlo con bondad y amor, pero Mi pueblo (los cristianos) vive a su aire, sin pararse a reflexionar si son súbditos dignos de Mi.

Yo Soy un Rey Eterno y Universal, por todos los siglos y para todas las generaciones, pero las generaciones Me ignoran, Me blasfeman, Me olvidan y hasta Me juzgan.

¿Qué rey aguantaría tanto? ¿Qué rey soportaría que le hicieran lo que a Mi Me hacen? Y sin embargo, Yo amo hasta la saciedad a Mis súbditos, a Mi rebaño. Yo doy la vida por cada una de Mis ovejas. Yo vivo pendiente de ellas, de sus necesidades, de sus intereses, pero Mis ovejas olvidan Mi autoridad y campan a sus anchas, por los prados terrenales.

Pastan fuera de Mis leyes; beben en fuentes contaminadas; comen de pastos putrefactos y luego, cuando recogen lo frutos de lo que ellas han sembrado, Me echan a Mi en cara, que las cosas no les salen bien y, encima que Me han dejado de lado, Me juzgan o Me reprochan que no Me cuido de ellas. ¿Se puede tolerar más? Yo Soy todo Amor, Paciencia y Misericordia, olvido sus reproches y ansío abrazar a esas ovejas que pastaron fuera de Mis prados y bebieron aguas contaminadas, porque al verlas malheridas y sufriendo, aun más se conmueve Mi infinita Misericordia.

Pero… ¿Quién entiende esto? ¿Quién lo cree? Más Me duele la falta de credibilidad en Mi Misericordia que la indiferencia o ingratitud de muchos fieles cristianos. ¡Venid a Mí rebaño de Mis Entrañas! ¡Venid a Mi Corazón Divino! ¡Gustad de Mis delicias, gustad de Mis dones!

Yo os doy de todo lo que necesitáis y que el mundo no os puede dar. Os doy fuerzas para la prueba; os doy paz para vuestras almas; os doy paciencia para saber esperar; os doy resignación, todo lo que necesitáis para este camino hacia la eternidad. Yo Cireneo Divino os ayudo a llevar vuestras cruces. Yo Me cargo también con ellas y os doy todo lo que necesitáis para caminar, hasta llegar a Mis Moradas.

Yo Soy Amor y Misericordia y siempre lo seré. Ni vuestros pecados y corrupción menguan (en nada) Mi Misericordia. Yo, Jesús de Nazaret, os espero ardientemente. Venid a Mi almas de Mi Corazón Divino, que os espero. Yo Soy Amor.

Dictado del 22-9-07

Un Dios debe ser un Padre Universal. Las criaturas deben ver a su Dios como a un Padre, porque El no ha creado a las almas para luego desentenderse de ellas.

Hay que guardar respeto y distancia hacia Dios, pero eso no quiere decir que haya que vivir de espaldas a El. Las limitaciones de las criaturas hacen que Dios les sea necesario y, El que las ama entrañablemente, desea que lo invoquen y le supliquen para socorrerlas en todas sus necesidades.

Dios es ante todo Amor y Su bondad es infinita. El no puede hacer el mal porque entonces dejaría de ser Dios. En el todos los atributos son infinitos y, todos son buenos y santos. Toda bondad de cualquier criatura viene de Dios Eterno, nadie tiene ninguna bondad propia, todas manan del Padre Celestial. Y si buena fue Maria Santísima, su bondad y santidad manaban de Dios. Quien a Dios se acerca, se acerca al Sumo Bien, al Único Bien, fuera de Dios no existe bien y todo bien viene del Dios Eterno.

No podemos decir porqué Dios permite esto y lo otro, porque los males del mundo no son obras de Dios, sino de los hombres y del pecado. Dios permite el mal pero le repugna, lo permite porque no puede quitar la libertad de las criaturas, ni anular su voluntad y, si alguien quiere hacer un mal, es libre de hacerlo, y aunque a Dios le duela inmensamente, no puede anular la voluntad de quien desea obrar el mal, porque entonces sus criaturas no serian libres de escoger el camino eterno (bueno o malo).

El da su gracia para que no hagan el mal, pero si el alma rechaza esa gracia, El no puede imponerla porque entonces los hombres serian autómatas y no personas, pero si se pide para que el mal no venza, esa oración inspirada por Mi, Espiritu de Amor y Sabiduría, la oye el Padre Eterno complaciente y siempre la escucha y la concede. De ahí, lo mucho que se debe rezar para que el mal no venza y sea el bien quien impere en la Humanidad.

Yo Soy el Espiritu Divino, Espiritu del Padre y del Hijo. Yo muevo a obrar el bien en las almas y quien sigue mis inspiraciones, camina por sendas de rectitud.