Inmenso amor es el amor que Mi Santo Padre tiene a las criaturas de la tierra. Hijos Míos, Soy Jesús quien os habla y lo hago con el deseo inmenso de que conozcáis a Vuestro Padre Celestial. Son pocas las personas que saben de este Padre del Cielo que tanto os ama y que tanto hace por vosotros, porque hijos, Mi Santo Padre por amor a vosotros Me envío a la tierra a padecer para redimiros del pecado y abriros las puertas del Cielo.
Hay muchas, muchas almas que pasan su vida sin haber conocido la grandeza y el amor infinito de su Santo Padre Celestial, y eso es muy triste tanto para su Padre Eterno, como para ellos. Porque no conocer al Ser que más os ama, al Ser que más os ha amado es muy triste, ya que muchísimas almas en todas las partes del mundo, están muy necesitadas de amor.
Hijos Míos, dirigidos a Vuestro Padre Celestial y llamarlo Padre Nuestro, porque lo es en realidad y adoradlo, invocadlo, y meditadlo, y aunque su grandeza es inalcanzable a mente humana, lo poco que podáis vislumbrar de Su amor y grandeza, os servirá de alegría y de mucho provecho.
Debéis leer sobre Mi Padre Eterno, sobre Su amor a las almas y a todas las criaturas. Debéis adorarlo como Dios y amarlo y confiar en El como Padre, porque Mi Padre, es muy olvidado de todas las generaciones, poco apreciado, y muy ignorado.
El es la primera Persona de la Santísima Trinidad y El os creo con infinito amor. El os dio el rostro que tenéis, los ojos que veis, la inteligencia con que pensáis y sois muy pocos, muy pocos, los que le dais gracias por tanto beneficio.
Así pues, hijos Míos, hermanos de Mi Divino Corazón, amad a Mi Padre Eterno que es también Vuestro Padre, y demostradle que hay hijos en la tierra que lo recuerdan y le agradecen los beneficios que les da, porque hijos Míos, es muy triste que los hijos no se acuerden de su Padre, y que las criaturas no se acuerden de su Creador. Hoy os pido esto, que améis a Mi Padre y Vuestro y lo honréis como de justicia le corresponde. Yo, Jesús, Vuestro Hermano, os hablo.
Hay muchas, muchas almas que pasan su vida sin haber conocido la grandeza y el amor infinito de su Santo Padre Celestial, y eso es muy triste tanto para su Padre Eterno, como para ellos. Porque no conocer al Ser que más os ama, al Ser que más os ha amado es muy triste, ya que muchísimas almas en todas las partes del mundo, están muy necesitadas de amor.
Hijos Míos, dirigidos a Vuestro Padre Celestial y llamarlo Padre Nuestro, porque lo es en realidad y adoradlo, invocadlo, y meditadlo, y aunque su grandeza es inalcanzable a mente humana, lo poco que podáis vislumbrar de Su amor y grandeza, os servirá de alegría y de mucho provecho.
Debéis leer sobre Mi Padre Eterno, sobre Su amor a las almas y a todas las criaturas. Debéis adorarlo como Dios y amarlo y confiar en El como Padre, porque Mi Padre, es muy olvidado de todas las generaciones, poco apreciado, y muy ignorado.
El es la primera Persona de la Santísima Trinidad y El os creo con infinito amor. El os dio el rostro que tenéis, los ojos que veis, la inteligencia con que pensáis y sois muy pocos, muy pocos, los que le dais gracias por tanto beneficio.
Así pues, hijos Míos, hermanos de Mi Divino Corazón, amad a Mi Padre Eterno que es también Vuestro Padre, y demostradle que hay hijos en la tierra que lo recuerdan y le agradecen los beneficios que les da, porque hijos Míos, es muy triste que los hijos no se acuerden de su Padre, y que las criaturas no se acuerden de su Creador. Hoy os pido esto, que améis a Mi Padre y Vuestro y lo honréis como de justicia le corresponde. Yo, Jesús, Vuestro Hermano, os hablo.