Quienes se aman en Mí, su amor Me agrada, porque si Me ponen en medio de los dos, ese amor no será nunca pecaminoso, porque por amor a Mí, no caerán en el pecado y Yo procuraré que así sea. Yo, Jesús, os hablo.
Yo Soy el Sumo Bien, el Bien inmenso de las almas y quien Me sabe poner por encima de todas las cosas en su vida, procuro que su vida nunca llegue a perderse por el pecado mortal, pues quien de verdad Me ama, sabrá comportarse adecuadamente con todo el mundo y no permitirá que ese amor verdadero que Me tiene, se manche con el pecado mortal. Yo, Jesús, os hablo.
El amor verdadero a Dios vence todos los demás amores, y sin dejar de amar al prójimo, el amor hacia Mí vence todas las malas inclinaciones o tentaciones que el Maligno pueda traer, pero también el amor a Mí hay que secundarlo con la oración y apartándose de las ocasiones de pecar, porque aquel que ama el peligro, perece en el. Yo, Jesús, Vuestro Redentor, os hablo.
Amados hijos Míos, en grupo o en solitario podéis dadme vuestro amor, Yo, lo busco, lo deseo y lo espero, por tanto, no Me lo neguéis aunque seáis pecadores, débiles, inestables o mediocres. Yo no os pido más de lo que tenéis, pero deseo que lo que tenéis, Me lo deis al cien por cien, y aunque a vosotros os parezca poco, poco fue lo que donó la viuda con su óvolo y Yo le ensalcé su gesto de generosidad, porque dio todo lo que tenia, aunque lo que tenia era bien poco. Yo, Jesús, os hablo y os instruyo.
Os espero a todos con anhelo, al que ama ardientemente y al que ama parcamente, todos sois para Mí importantes, porque al que ama mucho, más le daré y al que ama poco Yo lo inflamaré de amor si asiduamente viene a Mí y Me da lo que tiene. Pero es la donación de vosotros mismos lo que busco, seáis muy santos o seáis mediocres, daros a Mí y dejad que Yo haga fructificar esa donación. Yo, Jesús, os hablo y os instruyo. La paz de Mi Sagrado Corazón esté con todos vosotros.