Cristo es el único Salvador de la almas, Cristo y nadie más. Quien venga usurpando su nombre no es el verdadero Cristo, Cristo Jesús, el Hijo de María, Hijo del Altísimo, es el único Salvador de las almas.
Hijos de Dios, no os dejéis embaucar por falsos Mesías, porque si os dejáis engañar, podéis perderos para siempre. No os cambiéis de religión y doctrina con tanta ligereza, sin analizar las circunstancias, porque ya está escrito en la Biblia que vendrá el Anticristo.
Hijos de Dios, mirad a Jesús Crucificado y ved que su crucifixión os redimió y no hay mas Cristo, ni Mesías, que Jesús Crucificado.
Yo Soy Dios Espíritu Santo, os hablo para preveniros de errores y males que os van a llegar muy pronto. Permaneced todos juntos en la única verdad que es el Evangelio de Cristo, y todos muy unidos e instruidos, no os vencerán, porque Yo, Espíritu de Verdad, os daré luz y os daré ciencia.
Preparaos para la lucha. Debéis estar instruidos, afianzados en los dogmas de vuestra fe, porque algunos querrán eliminarlos y no debéis creer lo que es mentira. Ni caigáis en razonamientos falsos, hijos de Dios Altísimo, creed en lo que desde siempre os han enseñado. Defended la verdad y defended a Cristo Crucificado, no os avergoncéis de la Cruz que fue el instrumento de vuestra salvación.
El sufrimiento es santificador y reparador, que no traigan ahora ideas nuevas que nada tiene que ver con la doctrina de Cristo. Hijos de Dios, no dudéis, no titubeéis, manteneos firmes en la verdad de toda la vida, porque si creéis otra doctrina diferente a la que trajo Jesús, os podéis perder eternamente y podéis llevar a otros a la perdición eterna.
Aunque os pinten una doctrina maravillosa de soliraridad, tolerancia, felicidad, esa no es la verdadera doctrina de Cristo, porque el Redentor predicó la cruz y dio valor al sufrimiento. Recordad hijos de Dios, los sufrimientos de la Virgen. Recordad a los primeros mártires, a los cristianos que fueron devorados por las fieras. Hijos, esa es la doctrina de Jesús y no la que os van a traer y presentar como una utopía y un cuento de hadas, donde detrás de esa doctrina, se esconden falsos profetas e intereses personales y actos malvados, porque quieren poseer vuestras almas y voluntades.
Hijos de Dios, consagraos a María Santísima y poneos bajo su protección, porque el enemigo mortal de las almas viene disfrazado de belleza y misericordia. Hijos de Dios, abrid vuestros ojos y mantenerlos abiertos para que el error y el engaño, no os alcance ni os invada. Yo Espíritu de Dios, os hablo y os prevengo. La paz de Dios con vosotros.
Hijos de Dios, no os dejéis embaucar por falsos Mesías, porque si os dejáis engañar, podéis perderos para siempre. No os cambiéis de religión y doctrina con tanta ligereza, sin analizar las circunstancias, porque ya está escrito en la Biblia que vendrá el Anticristo.
Hijos de Dios, mirad a Jesús Crucificado y ved que su crucifixión os redimió y no hay mas Cristo, ni Mesías, que Jesús Crucificado.
Yo Soy Dios Espíritu Santo, os hablo para preveniros de errores y males que os van a llegar muy pronto. Permaneced todos juntos en la única verdad que es el Evangelio de Cristo, y todos muy unidos e instruidos, no os vencerán, porque Yo, Espíritu de Verdad, os daré luz y os daré ciencia.
Preparaos para la lucha. Debéis estar instruidos, afianzados en los dogmas de vuestra fe, porque algunos querrán eliminarlos y no debéis creer lo que es mentira. Ni caigáis en razonamientos falsos, hijos de Dios Altísimo, creed en lo que desde siempre os han enseñado. Defended la verdad y defended a Cristo Crucificado, no os avergoncéis de la Cruz que fue el instrumento de vuestra salvación.
El sufrimiento es santificador y reparador, que no traigan ahora ideas nuevas que nada tiene que ver con la doctrina de Cristo. Hijos de Dios, no dudéis, no titubeéis, manteneos firmes en la verdad de toda la vida, porque si creéis otra doctrina diferente a la que trajo Jesús, os podéis perder eternamente y podéis llevar a otros a la perdición eterna.
Aunque os pinten una doctrina maravillosa de soliraridad, tolerancia, felicidad, esa no es la verdadera doctrina de Cristo, porque el Redentor predicó la cruz y dio valor al sufrimiento. Recordad hijos de Dios, los sufrimientos de la Virgen. Recordad a los primeros mártires, a los cristianos que fueron devorados por las fieras. Hijos, esa es la doctrina de Jesús y no la que os van a traer y presentar como una utopía y un cuento de hadas, donde detrás de esa doctrina, se esconden falsos profetas e intereses personales y actos malvados, porque quieren poseer vuestras almas y voluntades.
Hijos de Dios, consagraos a María Santísima y poneos bajo su protección, porque el enemigo mortal de las almas viene disfrazado de belleza y misericordia. Hijos de Dios, abrid vuestros ojos y mantenerlos abiertos para que el error y el engaño, no os alcance ni os invada. Yo Espíritu de Dios, os hablo y os prevengo. La paz de Dios con vosotros.