jueves, 1 de mayo de 2008

Quiero que se Me adore con dignidad

Si alguien tiene hambre que venga a Mi, Yo doy de comer hasta la saciedad. Yo alimento al desvalido, Yo acojo al pecador, Yo no les reprocho sus pecados. Yo amo sin límites, sin condiciones, pero las almas no Me buscan, no Me encuentran, prefieren consultas de sicólogos o médicos antes de venir un rato a Mí, en el Sagrario.

El mundo ha cambiado los valores de todo. Primero es el “yo”, después todo lo demás. A Mi no Me consideran. Di una lección de amor única en el mundo. Mi Pasión es una lección de amor para todas las generaciones pero no la consideran. Yo pude redimir de otra forma y la Redención hubiera valido igual, pero quise hacerlo con la tortura, con el derramamiento de Sangre, para demostrar a las almas que las amaba hasta la saciedad, pero no lo creen, no creen en este divino amor, que se deshizo, se rompió por ellos Y ESTO YA NO LO PREDICAN, YA NO PREDICAN MIS MINISTROS ESTE AMOR DIVINO, ÚNICO EN LA HISTORIA DE LOS TIEMPOS. (1)

Sus predicaciones están vacías, no tienen fuego que encienda a las almas en amor hacia Mí. Pero si ellos no lo creen ¿como lo van a transmitir? Mi Madre cuanto sufre por todo esto. Ella creyó al pie de la Cruz en Mi inmenso amor Redentor. Mi Padre aceptó Mi holocausto para la salvación del género humano, pero el género humano cada vez más, Me da la espalda y ya utiliza Mi recuerdo para mofarse de Mí o blasfemarme.

No hay respeto divino, no hay adoración ¿cómo va a haber amor si esto no lo enseñan? Han tomado la religión como una cosa más, sin hacer hincapié en el sentido sobrenatural de las cosas, sin profundizar en el misterio de las cosas de Dios.

Todo lo toman ya como simbolismos y no realidades. A todo dan una explicación que nada tiene que ver con la realidad. Todo son simbolismos para ellos (sacerdotes) y no realidades. Mi Eucaristía es un símbolo y no una realidad. Cada día menos creen en este Misterio de Amor y en la presencia real de Mi en el Santo Sacramento y Me quitan del centro de las Iglesias impidiendo que Mis fieles vengan a adorarme (2). Ellos son los primeros y Yo el ultimo, o ni siquiera eso.

Las Eucaristías son asambleas, reuniones y no vivencias sobrenaturales de este Misterio de Amor. No acuso, no deseo señalar a nadie, reclamo lo que es Mío, lo que es de Dios, reclamo amor y adoración. Quiero que se Me adore con dignidad, no masticando chicle o vistiendo inmoralmente, quiero respeto, entrega, amor, reverencia, adoración. Yo soy Jesús el Unigénito de Dios, el Hijo de Miaría, Vuestro Hermano.

(1) Este párrafo se ha puesto solo en letras mayúsculas.
(2) Entiendo a hacer la genuflexión.