miércoles, 17 de septiembre de 2008

Vosotros, hijos Míos, vivificareis Mi Cuerpo Místico, seréis quienes deis la vida a los miembros de Mi Cuerpo Místico, muchos ya en putrefacción

Sacerdotes modernos, no deseo sacerdotes modernos, ya hay bastantes fieles modernos y modernas como para que también Mis sacerdotes sean modernos. ¿Pero que es el modernismo para vosotros? Hacer vuestro ministerio, tan suave, tan flojo, que ni siquiera a vosotros mismos os aproveche.

Hijos Míos, sacerdotes verdaderos y auténticos, sacerdotes que porque vestís cleriman o sotana, hasta vuestros hermanos de ministerio se ríen de vosotros y os rechazan. Yo os amo así y así deseo que Me representéis, con dignidad, que quien os vea sepa que sois Mis representantes. Yo Soy Jesús quien os habla y os pide que seáis rectos hasta en el más pequeño detalle, porque Yo os observo, os veo vuestras intenciones y movimientos, todo lo observo y escudriño, porque quiero que seáis dignos representantes de Mi que Soy el Hijo del Altísimo. No quiero sacerdotes modernistas que pasen por alto tantos detalles que deseo que se cumplan, quiero sacerdotes tradicionales, de gran virtud y vida interior, de forma que vuestra vida interior se traduzca en vuestras composturas a la hora de predicar, a la hora de hacer la genuflexión, a la hora de celebrar el Santo Sacrificio de la Eucaristía, esos son los sacerdotes que deseo y que verán la Nueva Jerusalén.

Sacerdotes que daréis tantos frutos que ni vosotros mismos llegáis a suponer, porque seré Yo, Jesús de Nazaret, quien obre en todos y en cada uno de vosotros. Se que muchos sufriréis desprecios y criticas por ser así, pero Yo daré la cara por vosotros porque os reservo dentro de Mi Corazón Divino y seréis fermento vivo para la masa de los fieles cristianos.

Vosotros hijos y siervos Míos, vivificareis Mi Cuerpo Místico, seréis quienes deis la vida a los miembros de Mi Cuerpo Místico, muchos ya en putrefacción, muertos por falta de verdadero alimento. Seréis vosotros quienes alimentéis a Mis almas secas, desorientadas por el pecado y el error, perdidas ante tantas doctrinas y ante tantas malas interpretaciones de Mi Palabra Divina.

Hijos, sed Mi consuelo, Mi alegría, la alegría y gozo de Mi Santa Madre que intercede por vosotros como no podéis imaginar. Honradla, amadla, nadie como Ella intercede por vosotros y pide incesantemente gracias para vosotros. Hijos Míos, manteneos en vuestros criterios de siempre, aunque tengáis que soportar mofas y hasta insultos, Yo lo veo todo y veo vuestro dolor, dolor que (deseo) Me ofrezcáis, ya veréis como vuestra paga será inigualable, porque estáis soportando, martirio por Mi y Mi causa. Yo, Jesús de Nazaret, os hablo y os bendigo y os pido que aguantéis un poco más, porque ya está cerca el día de vuestra liberación, el día en que recojáis una gran cosecha, sí hijos, sí, vosotros recogeréis grandes frutos de santidad y de amor, porque Me sois fieles y Me amáis por encima de todas las cosas, incluso por encima de vuestra reputación. Yo, Jesús, os hablo. Mi paz a vosotros, benditos de Mi Padre.