lunes, 31 de agosto de 2009

Hijos de Mi Corazón Divino, venid a Mí todos los que estáis cansados y agobiados que Yo, Jesús, Vuestro Hermano, os aliviaré


Hijos Míos, Soy Jesús quien os habla. Hijos queridos de Mi Divino Corazón, una vez más Me pongo en contacto con vosotros por este medio y deseo que recibáis estos mensajes con amor, pues con amor se os están dando. Yo Soy Vuestro Hermano, Me hice hombre para rescataros del pecado y libraros del mal. El verdadero mal es el Maligno que os induce a pecar, y a pecar, y a pecar. Mi Madre os dice una y otra vez que recéis, que la oración vence toda clase de mal, pero os da pereza poneros a rezar y a hablar con Nosotros, vuestra familia celestial.


Hijos Míos, contra el mal la oración es muy eficaz, y los sacramentos también os ayudan a vencer las tentaciones y os limpian de vuestros pecados. Debéis de ser diligentes y poneros a orar, y si os cuesta trabajo porque os aburra la oración, coged un libro santo que os instruya y os ayude en las meditaciones correspondientes. Yo, Jesús, Vuestro Hermano, os hablo.


Tan pronto os ponéis a orar o a rezar, Mi enemigo mortal os mete la pereza, deseos de hacer otra cosa, os quita las ganas, y vosotros seguís sus maniobras. ¿No sabéis que a un alma que se mantenga firme en sus buenos propósitos el demonio teme lo que más? Por eso hijos, proponeros cumplir lo que habéis pensado y no lo pospongáis para más adelante. Poneros a orar, o a rezar aquellos rezos que os sean más atractivos, como el rosario o las coronillas.


Hijos Míos, os estrecho a todos en Mi Divino Corazón y os arropo en El como una gallina cobija a sus polluelos, para que nunca tengáis miedo de la adversidad, de las desgracias, de las catástrofes, porque anidáis todos en Mi Sagrado Corazón y en el de Mi Santa Madre. Venid a Mí, hijos de Mi Corazón Divino, venid a Mí todos los que estáis cansados y agobiados que Yo, Jesús, Vuestro Hermano, os aliviaré, y sed humildes y santos como Yo lo fui. Yo, Jesús, Vuestro Hermano, os hablo. La paz de Mi Divino Corazón os doy a todos en general, y a cada uno en particular.