Hijos de Mi Divino Corazón, Soy Yo Jesús, quien os habla. Hoy vengo a deciros que muchos de vosotros sois para Mi consuelo y alegría, si hijos, si, porque Yo veo vuestras intenciones, vuestros deseos, vuestras limitaciones y el esfuerzo que hacéis para complacerme, de ahí, que gracias a vosotros Mi Padre mira complaciente en vuestro entorno a la gente que os rodea, vecinos, compañeros, familiares, y a veces, por vosotros los bendice. Sois almas pequeñas, claro que si, pero Yo os amo porque veo que ponéis todo lo que está de vuestra parte para amarme y darme a conocer.
Se que a muchos de vosotros os preocupa el camino de vuestros hijos y Me pedís mucho por ellos, pues bien, vuestras oraciones y sacrificios no se pierden, Yo las recojo y las aplico a todo lo que Me pedís, y mas adelante, veréis los resultados, porque no hay apostolado mas grande que desear que los hijos de cada uno Me honren y sean Míos. Mi Madre bendice también vuestros propósitos, vuestros santos deseos, y Ella, Me pide constantemente que os de Mi gracia y toda clase de ayuda para manteneros en Mis sendas, y para hacer realidad esos propósitos de santidad que tenéis, y que tan limitados os sentís.
Hijos de Mí Divino Corazón, gracias a vosotros, almas pequeñas, almas sencillas, sin afán de protagonismo, sin afán ni deseos de brillar mas de lo que Yo permito, gracias a vosotros y vosotras, Yo Me siento consolado, y Me siento reparado de tanto olvido e ignominia que recibo de la mayor parte de la humanidad.
Yo Jesús os hablo y Me comunico por este medio para demostraros y comunicaros también, que muchos de vosotros, sois Mi consuelo y alegría. Mi paz para siempre con todos lo que lean estos escritos y los crean.