Ya ha llegado el momento hijos Míos de que toméis una decisión, sin esperar más tiempo. No podéis oir las cosas y permitir que no calen en vuestras almas. Debéis hijos Míos, de reconvertiros, de volver vuestro rostro a Dios alejando de vuestras vidas todo aquello que no os santifica, y que os perjudica para el bien de vuestras almas y de vuestra salvación. Soy Vuestra Madre Celestial quien os habla, la Inmaculada Concepción.
Muchos decís que Me amáis y que sois hijos Míos, pero los verdaderos hijos Míos siguen los consejos que Yo como Vuestra Madre os doy. Una madre verdadera vela siempre por sus hijos y los guía hacia sendas de salvación, pero vosotros que leéis mensajes del Cielo de varios instrumentos, no posponéis vuestra conducta de pecado ni cambios de vida, y esos mensajes, no os aprovechan porque aunque los conozcáis no los ponéis en práctica. Os gusta la novedad, el sensacionalismo, pero os quedáis en la letra y no os cala en el espíritu. Yo, Vuestra Madre Celestial, os hablo.
Muchos decís que Me amáis y que sois hijos Míos, pero los verdaderos hijos Míos siguen los consejos que Yo como Vuestra Madre os doy. Una madre verdadera vela siempre por sus hijos y los guía hacia sendas de salvación, pero vosotros que leéis mensajes del Cielo de varios instrumentos, no posponéis vuestra conducta de pecado ni cambios de vida, y esos mensajes, no os aprovechan porque aunque los conozcáis no los ponéis en práctica. Os gusta la novedad, el sensacionalismo, pero os quedáis en la letra y no os cala en el espíritu. Yo, Vuestra Madre Celestial, os hablo.
Por todo el mundo Me manifiesto a todos los hijos de todas las naciones para encaminarlos por las sendas de Dios, pero son muy pocos los que responden a Mis llamados, a Mis demandas urgentes, porque prefieren vivir en la mediocridad y tibieza antes que volver su rostro a Dios. Tomáis al Cielo con poca seriedad, los mensajes que os damos no los ponéis en práctica y solo queréis la novedad de lo que dicen uno u otro instrumento, para ver si pilláis errores o para ver si el mensaje, trae anunciado algo diferente que suscite vuestro comentario y sorpresa.
Pero hijos, ved los mensajes que os damos desde hace tiempo, siempre insistimos en los mismo, ¡convertíos, convertíos! es el grito de Mi hijo Juan Bautista y hoy en día en el correr de los siglos, el grito es el mismo, convertíos y posponed vuestra actitud, porque está cerca el Reino de los Cielos, está cerca la venida de Mi Divino Hijo Jesús, que vendrá con gloria, a juzgar esta humanidad que le ha dado la espalda y ha cambiado las leyes de Dios por leyes satánicas.
Así que hijos Míos, oíd a Vuestra Madre que os invita una y otra vez a la conversión verdadera de corazón y (conversión) de vuestros malos hábitos o costumbres. Vivid según los 10 mandamientos y buscad el Reino de Dios y Su justicia, que todo lo demás, el Padre Eterno, os lo dará por añadidura (Mateo 6, 33) La paz de Mi Divino Hijo esté con todos vosotros.