Un hecho trascendental en la vida de la Iglesia son los exorcismos. El exorcismo es algo que debería extenderse más y debería haber por todas las diócesis exorcistas. Los exorcistas tienen el poder de Cristo para expulsar a los demonios y liberar a las almas de su dominio.
Hijos de Dios Altísimo que por vuestros muchos pecados tanto de acción como de omisión, habéis abierto todas las puertas a Satanás, id al sacerdote y limpiaros de tanta inmundicia como anida en vuestras almas.
Vuestra indiferencia a los sacramentos o vuestras malas disposiciones para recibirlos, os ayudan a dar nuevos pasos hacia las fortalezas demoníacas, porque queréis vivir plácidamente sin ningún compromiso, ignorando a Dios Altísimo y haciendo de vuestras vidas, deleite para vuestros sentidos que no se sacian de gozar, y cada vez, buscan nuevas sensaciones.
Hijos de Dios Altísimo, cada día que pasa que no queréis cambiar de actitud, es un día que os hace más débiles y vulnerables a la tentación y os predispone más al mal.
Yo soy el Arcángel San Miguel, Príncipe de las Milicias Celestiales, y vengo a deciros una vez más, que pospongáis vuestras acciones pecaminosas y volváis vuestros rostros a Dios Todopoderoso.
Hijos de Dios Altísimo que por vuestros muchos pecados tanto de acción como de omisión, habéis abierto todas las puertas a Satanás, id al sacerdote y limpiaros de tanta inmundicia como anida en vuestras almas.
Vuestra indiferencia a los sacramentos o vuestras malas disposiciones para recibirlos, os ayudan a dar nuevos pasos hacia las fortalezas demoníacas, porque queréis vivir plácidamente sin ningún compromiso, ignorando a Dios Altísimo y haciendo de vuestras vidas, deleite para vuestros sentidos que no se sacian de gozar, y cada vez, buscan nuevas sensaciones.
Hijos de Dios Altísimo, cada día que pasa que no queréis cambiar de actitud, es un día que os hace más débiles y vulnerables a la tentación y os predispone más al mal.
Yo soy el Arcángel San Miguel, Príncipe de las Milicias Celestiales, y vengo a deciros una vez más, que pospongáis vuestras acciones pecaminosas y volváis vuestros rostros a Dios Todopoderoso.