lunes, 3 de noviembre de 2008

Santuarios de amor en donde Yo resido, son las almas que Me aman

Santuarios de Amor son las almas que Me aman. Yo, Jesús os hablo. El alma que Me ama y que Me lleva en su corazón es un Santuario de Amor en donde Yo resido. Y ante esa alma que Me ama, otras almas sienten que en su interior Me llevan, y en cierto modo, sienten el fuego de su amor hacia Mí que las abrasa.

Por eso, hijos Míos, si Me amáis ardientemente ya estáis evangelizando y proclamándome en vuestra vida Dios y Señor. Mi Madre era un alma silenciosa, de pocas palabras y grandes silencios, pero Su amor a Dios salía a la superficie de Su Ser. Ella vivía en continuo ardor por el amor a Dios, y Sus contemporáneos lo advertían y veían que era un alma encendida en el amor a Dios, y con eso, Ella edificaba porque se convertía en un modelo a imitar.

Todo aquel que Me ama sale a su exterior el amor que Me tiene y edifica sin proponérselo, por eso, cuanto más Me améis más testimoniareis que Yo Soy Dios y Señor y que sacio a las almas que buscan alimento y buscan la razón de su existencia. Yo Soy la razón de la existencia de muchas almas que Me aman y Me ponen el primero en sus vidas, y esas almas por donde van dan frutos, porque otras almas advierten que en su interior existe algo muy grande que Soy Yo.

Hijos Míos, sacerdotes Míos, proclamadme a las almas, hablad de Mi y de Mi grandeza y divinidad, porque todo lo que digáis sobre Mi, siempre será poco. Transmitid a las almas amor hacia Mí, para que beban de esta Fuente Divina que Soy Yo, y ya no deseen beber de otra Agua que la Mía. Yo, Jesús, Vuestro Salvador, os hablo.

Mi Santo Espíritu suplirá en vosotros las palabras que os falten para comunicar Mi grandeza y, Mi Padre Eterno, os bendecirá en abundancia todo lo que hagáis por Mi, pues Yo debo ser la razón de vivir de toda la Humanidad y aquellas personas que aún no Me han encontrado en sus vidas, deben encontrarme, para que su corazón se incline hacia Mi y dejen amores pecaminosos y dañinos para sus almas. Yo, Jesús, os hablo.

Pedidme hijos Míos el don de Mi amor, es el mejor don que a una criatura se le puede dar, pero poned todo lo que esté de vuestra parte para que ese don os sea otorgado más rápidamente. Quien Me ama y vive por y para Mi, ha encontrado un tesoro que ya nunca más querrá dejar y vivirá por y para ese Tesoro Divino que es Mi Sagrado Corazón y Mi Divinidad. Yo, Jesús, os hablo.

Por amor a Mí y por Mi causa, los santos y santas que están en el Cielo volverían a la Tierra a padecer sufrimientos, con tal, de aumentar un poco más el amor hacia Mí. Pues vosotros hijos e hijas que aun vivís y que podéis conseguir esto, pedidlo a Mi Santo Espíritu que El no os negará esta gracia y don inestimable. Yo, Jesús, os hablo. Mi paz a Mis fieles rebaños que leen estos mensajes y los ponen en práctica.