Padres y madres, Soy Yo, Jesús de Nazaret quien os habla. Sois los responsables de vuestros hijos y debéis de hacer valer más vuestra autoridad, no debéis permitir que vuestras hijas vistan indecente y provocativamente. No debéis permitir que vuestros hijos beban hasta embriagarse, debéis hacer valer vuestra autoridad ante la vida de disipación y de juerga que viven vuestros hijos e hijas y que no queréis saber, porque preferís vivir ignorando los pasos que dan.
Estáis permitiendo en ellos toda clase de pecados, pecados gravísimos que pueden costarles la salvación eterna a ellos y a vosotros, porque ignoráis los pasos de vuestros hijos e hijas y vivís tranquilamente sin querer complicaros la vida. Ved que estáis sembrando mal por doquier, pues al no enfrentaros a vuestros hijos corroboráis sus andanzas y encima le proporcionáis los medios económicos para que ellos puedan hacer los que les place.
Acudid a Mí y a Mi Santa Madre para ayudaros a tener firmeza ante ellos, hablo a los dos, a los padres y a las madres, porque los hijos son de los dos, y vuestras debilidades Me disgustan sobremanera. Poned freno a la inmoralidad de vuestros hijos e hijas, asesoradles, preguntadles, averiguar a donde van, y si os dan malas contestaciones o no quieren responderos, imponed vuestra autorizad o Yo tendré que imponer la Mía para con vosotros.
Sois los cuidadores de vuestra prole, y no debéis dejar que vayan por caminos erróneos y de perdición, al menos, intentad cambiar sus malos hábitos, bien negándoles gustos, con buenos consejos, con vigilancia exhaustiva, y no os crucéis de brazos ante la situaciones que viven vuestros chicos y chicas que son de verdadera perversión, y muchos de ellos, llegarán a la edad adulta con enfermedades venéreas y sicológicas, por tanto, imponed vuestra autoridad, ya se que lo tenéis difícil, pero Yo lo puedo todo y debéis de contar Conmigo. Pedídmelo, acudid a Mí para que os ilumine a la hora de hablar con ellos, y ofreced por vuestros hijos, rezos y sacrificios que Yo los aplicaré a sus intenciones. Yo, Jesús, Vuestro Redentor, os hablo y os lo pido. Mi paz esté con todo aquel que ponga en práctica este mensaje.
Estáis permitiendo en ellos toda clase de pecados, pecados gravísimos que pueden costarles la salvación eterna a ellos y a vosotros, porque ignoráis los pasos de vuestros hijos e hijas y vivís tranquilamente sin querer complicaros la vida. Ved que estáis sembrando mal por doquier, pues al no enfrentaros a vuestros hijos corroboráis sus andanzas y encima le proporcionáis los medios económicos para que ellos puedan hacer los que les place.
Acudid a Mí y a Mi Santa Madre para ayudaros a tener firmeza ante ellos, hablo a los dos, a los padres y a las madres, porque los hijos son de los dos, y vuestras debilidades Me disgustan sobremanera. Poned freno a la inmoralidad de vuestros hijos e hijas, asesoradles, preguntadles, averiguar a donde van, y si os dan malas contestaciones o no quieren responderos, imponed vuestra autorizad o Yo tendré que imponer la Mía para con vosotros.
Sois los cuidadores de vuestra prole, y no debéis dejar que vayan por caminos erróneos y de perdición, al menos, intentad cambiar sus malos hábitos, bien negándoles gustos, con buenos consejos, con vigilancia exhaustiva, y no os crucéis de brazos ante la situaciones que viven vuestros chicos y chicas que son de verdadera perversión, y muchos de ellos, llegarán a la edad adulta con enfermedades venéreas y sicológicas, por tanto, imponed vuestra autoridad, ya se que lo tenéis difícil, pero Yo lo puedo todo y debéis de contar Conmigo. Pedídmelo, acudid a Mí para que os ilumine a la hora de hablar con ellos, y ofreced por vuestros hijos, rezos y sacrificios que Yo los aplicaré a sus intenciones. Yo, Jesús, Vuestro Redentor, os hablo y os lo pido. Mi paz esté con todo aquel que ponga en práctica este mensaje.