El Señor es el que puede socorrer al desvalido y el que puede ser el Juez de su vida.
Dios no puede sostener la mentira ni puede hacer que la misma sea grata a su vista. Padre de todos los hombres es Dios y El desea que todos los hombres se salven.
Mi Vida es un ejemplo a seguir. En Mí no hay maldad ni mentira. Yo soy el Camino seguro de salvación, Hijo de Dios y Hermano Vuestro. Quien en Mí anida seguirá por la senda de la perfección y llegará sin rodeos a la Casa del Padre.
Yo soy el Amado, el Único, el Elegido de Dios para vuestra salvación. Quisiera que las almas fueran mis amigas, mis hermanas, mis hijas, mis esposas, Yo doy de beber a todo el mundo, a todo el que cree en Mi.
Bendita sea el alma que cree en Mí y no niega mi existencia. Yo soy rayo de luz para la noche oscura de la fe. Soy el que soy, el Único capaz de alimentar en condiciones. Yo doy verdad y amor.
Soy Hermano de Misericordia, uno vuestro que alcanzó la gloria y quiere mostrárosla.
Yo soy Jesús, Sacerdote Eterno, el Bien Único, el Santo, el Elegido, el Amado. Mi Padre ama a todo aquel que a Mi me ama y me sigue y da sus dones a aquel que cree en Mi.
Yo soy Dios, un Dios de Misericordia para el bien de las almas, de la Iglesia, de los sacerdotes. Yo vivo entre vosotros y anido en el alma que me ama y que espera en Mí.
Mi yugo es suave y llevadero, único en el mundo, porque a cada alma doy lo que puede soportar. No exploto ni daño, solo ayudo a la salvación del espíritu. Soy un Rey que sirve, un Rey que se doblega a vuestros pies. Venid hacia Mí porque no os voy a defraudar. El alma que en Mí cree ya tiene la vida eterna. Yo la persigo, la acoso, trato de no perderla para que el mundo no la engañe. Yo soy Amor, Amor Divino.