Ave Maria
Ella elevaba Su Corazón a Mi Padre y le anegaba de ardiente amor y adoración. Aprended de Ella como Maestra de Amor, porque Su Corazón era una “tea ardiente” por el amor a
Dios y el bien de las almas.
(Palabras de Nuestro Señor)
Es Jesús de Nazaret quien nos pide de beber. Y nos pide agua limpia de nuestras rectas intenciones. Amor desinteresado. Entrega verdadera e incondicional. Fe maciza, autentica, fe en la pruebas, en la noche oscura del alma. Esperanza en El y en su Divina Providencia. El, Jesús de Nazaret, nos pide de beber. Calmemos su sed.
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