No todo el mundo busca refugio o ayuda en sus necesidades o aflicciones en el Cielo. No todo el mundo clama con corazón al Cielo para buscar la ayuda celestial y no la terrenal, pero quien lo hace de corazón, con fe y amor, y no por rutina, ese encuentra rápidamente la respuesta a lo que clama, porque Dios está siempre presto a escuchar al alma que afligida lo busca como remedio a sus necesidades y solución a sus problemas. Yo, Espíritu de Dios, os hablo.
Leed en
Ved como Moisés clamó por su pueblo y Dios lo escuchó. Ved como la hemorroisa clamó al Divino Redentor y se curó de inmediato. Las súplicas hechas con fe, es lo que hace que Dios os auxilie de inmediato, porque sin fe, no se puede agradar a Dios. Por eso, hijos de Dios, pedid a Vuestro Padre Celestial que os auxilie y socorra en vuestras necesidades, en vuestras carencias y El que es Padre Amoroso, no se hará esperar si vuestras súplicas son verdaderas, hechas de corazón y con fe hacia el Ser Infinito a quien clamáis. Yo, Espíritu de Dios, os hablo.
Nadie que haya clamado al Cielo con fe y humildad ha sido desatendido, por eso, la historia se repite cada día, quien clama a Dios en sus necesidades, creyendo verdaderamente que El lo socorrerá, Dios no le defraudará. Yo, Espíritu de Dios os hablo y os instruyo. La paz de Dios Altísimo, Uno y Trino esté con todos vosotros.