domingo, 25 de mayo de 2008

Dictado del 18-5-08

Quienes pretendan ser los protagonistas de las acciones que Yo inspiro, serán como los falsos profetas que lo que obren o digan, no darán fruto alguno. Yo, Espiritu de Dios, os hablo.

Hijos de Dios, no todo el mundo es verdadero instrumento del Cielo, por eso, estad alerta a lo que os dan y a lo que os dicen, buscad instrumentos auténticos del Cielo para que no os confundan. Tenéis que saber que todo instrumento (del Cielo) que hace oración es difícil que tenga engaños, porque la oración le da luz en abundancia. No creáis todo lo que os den, pero sí analizad los escritos que os den, ved las cosas que ponen si son de Dios o no, y sin van en contra del Evangelio o no. Yo, Espíritu de Dios, os hablo.

Cada vez más voy a dar carismas a las almas. Un alma que habitualmente viva en estado de gracia y haga el bien, Yo la escogeré para darle dones, pero ved que no todas las almas serán escogidas por Mí, por eso, no debéis dejaros confundir, porque esos falsos instrumentos pueden haceros mucho daño.

Ya el Redentor del Mundo oraba en todo momento a pesar de ser Dios, pero en Su naturaleza humana, aplicaba la oración para obrar según la voluntad del Padre Eterno, y sus milagros, eran fruto de esa unión íntima con el Padre Eterno.

Quien tiene dones debe hacer mucha, mucha oración, y debe alimentarse constantemente con la oración, los sacramentos y el Evangelio, porque sino, el don puede malograrse o convertirse en engaños de su mente y de su imaginación.

Una persona que tenga un don puede equivocarse alguna vez, pero no por norma, porque entonces, esa persona está albergando el don en un ambiente indigno de el. Hijos de Dios, no os preocupéis tanto de las cosas materiales si sois escogidos del Cielo para trabajar por los intereses celestiales, el Cielo os proveerá para toda clase de necesidades, por tanto, buscad el Reino de Dios y Su justicia y todo lo demás se os dará por añadidura (Mt 6, 33)

Haced oración, hablo a Mis instrumentos, a los que tienen dones y carismas, haced oración y habituaros a hacerla constantemente, no posponiéndola por nada, así que hijos e hijas de Dios, os doy este consejo para que respaldéis vuestros carismas y dones con la oración y veréis, como servís al Cielo adecuadamente, sin temor a engañaros ni a equivocaros. Yo, Espíritu de Dios, os hablo. La paz de la Santísima Trinidad con todos vosotros.