martes, 11 de septiembre de 2007

Así no podéis entrar en el Cielo

Alma amada, Yo Soy el Espiritu Santo que tu acabas de invocar y, tal como Me pides, por tu medio hablo a la Humanidad entera.

Hijos Míos, preparad vuestras almas, preparadlas para la vida eterna. Muchos de vosotros vais a padecer y no estáis preparados para bien morir. Yo os hablo desde el Cielo, os hablo con amor y misericordia en Nombre de la Santísima Trinidad, y os pido en su Nombre que acudáis a los sacramentos y hagáis una gran confesión, para la que Yo Espiritu de Dios, no os negaré Mi asistencia y Mi gracia.

Vivís una vida de olvido total hacia Nosotros. Vivís sin leyes divinas, sin moral, sin darnos culto, sin mandamientos, sin la práctica del Evangelio. Así no podéis entrar en el Cielo, tenéis que poner de vuestra parte si queréis salvaros. Muchos morireis de accidentes, de infartos, de tumores malignos, y no estáis preparados para entrar en la eternidad dichosa. Yo os aviso, os pido conversión, deseo de volver a Dios y reconocerlo como tal, pero vosotros que vivís todas las tendencias de la carne, no queréis saber nada de las cosas del espiritu (alma).

Yo os cree con inmenso amor para haceros participes de la gloria celestial, pero vuestros malos hábitos y tendencias, os impiden ver con los ojos del alma y estáis ciegos y, vuestra ceguera, os va a llevar a una eternidad de tinieblas total

¡Convertíos hijos queridos! Posponed vuestros malos hábitos, dejad de pecar y volver a Vuestro Dios que os espera, con el Corazón ardiendo de amor. Pedidme a Mi, Espiritu de Amor y Verdad ayuda, Yo os daré fuerzas para vuestra conversión, pero no esperéis más tiempo, porque ese esperar, puede ser fatal para toda la eternidad.

Pertenecéis a Satanás y os tiene bien atrapados, con vuestros repugnantes vicios. Soltad el mal y empezad a desear el bien, porque ya vuestro deseo de querer posponer vuestra actitud, os predispone a iniciar una vida de conversión y arrepentimiento.

No hipotequéis vuestras almas con el pecado y la perversión. Soltad el mal, venid a Nosotros (Santísima Trinidad) que os llamamos amorosamente, para ayudaros a salir del pecado y de la depravación. Que la Sangre Preciosísima del Cordero de Dios, no se malogre en vuestras vidas. Que seáis patrimonio de Cristo y no esclavos de Satanás.

Coged un rosario, una imagen, un sacramental y besadlo. Besad esas cosas santas para que por ese beso sincero, os llegue Mi gracia. Os espero con mis dones, con Mi gracia, pero tenéis que dar vosotros el primer paso, que es querer salir de vuestra vida de pecado. Que la tiranía de Satanás no os haga ya más mal. Quien siembra mal recogerá eso mismo. Cambiad vuestras vidas ahora que podéis, no esperéis más tiempo, Yo os daré Mi Divina Gracia.

Os habla el Espiritu del Padre y del Hijo y os llama a la conversión. Alabado sea Dios.