Los hechos que acaecerán muy pronto no deben quitaros la paz ni haceros temer, porque Yo, Jesús, Soy Vuestro Hermano y Vuestro Redentor y no os dejaré perder la paz, ni la fe, ni el amor por Mi y Mi Santa Iglesia Católica.
Hijos Míos, Yo cuento con vuestra firmeza y fidelidad. No debéis dejaros convencer de nada de lo que habéis creído toda la vida. Mis mandamientos son siempre actuales para todos los siglos y nadie los puede transgredir. Desde hace tiempo se os está avisando para teneros preparados, no debéis perder la fe en Mi y en Mi Madre, ni asustaros por nada, solo redoblad la oración y estad muy unidos, porque quien quiera saber mas que nadie, puede que sea el primero en ceder a errores y engaños.
Ved lo que sucedió con Mi pueblo, que se volvió en contra Mía y después de todo el bien que hice en Jerusalén, ellos gritaron ¡crucifícale, crucifícale! El demonio sigue usando la misma estrategia y querrá embaucaros con engaños que podéis creer y volveros contra Mí. Hijos, no seáis como Mis contemporáneos que hasta Mis apóstoles Me dejaron. Vosotros que sois los elegidos, también podéis abandonarme y ser blanco de errores, si no hacéis oración.
Frecuentad los sacramentos y hacedlo en las debidas disposiciones, porque si no, no os aprovecharan. Comulgad en estado de gracia, confesad todo, incluso lo que creáis que no tiene importancia, y haced oración, para que el enemigo de las almas, no os arrastre en su iniquidad. Lo que padecí en Mi vida terrenal, la traición, hoy quiere Satanás y sus secuaces que se vuelva a repetir, porque hijos, quieren hundir Mi Iglesia, desmerecer a Mi Papa, calumniar a los obispos y acusar a muchos de Mis fieles sacerdotes.
Hijos, que el rosario sea vuestra arma. Rezadlo y llevadlo con vosotros, en vuestros cuellos y en vuestros bolsillos, para que Satanás al verlo, no pueda acercarse a vosotros, porque odia ese instrumento piadoso que tanto honra a Mi Santísima Madre
Yo Soy Jesús quien os habla, el que verdaderamente os ama. Nadie os ama como Yo, pero os dirán todo lo contrario y os mostraran una caricatura de Mí que no es la verdadera imagen Mía. Dirán que Yo no os amo y que os pido sufrimientos y que eso no es amor. Hijos no caigáis en falacias, errores, mentiras, trampas que os van a tender muy sutilmente, no os dejéis engañar.
Mi Madre sufrió como nadie y ahora es la Reina del Cielo. Ellos os dirán que un Dios que os manda amar el sufrimiento, no es buen Dios, ni mucho menos padre o hermano. Haced oración, redoblad vuestros ratos de Sagrario. No pongáis tanto afán en vuestros asuntos personales, preocuparos de fortalecer el alma o sucumbiréis al error y al engaño y, arrastrareis a muchos con vosotros, al igual que si estáis firmes en la fe y os mantenéis firmes en las creencias de siempre, salvareis con vosotros a vuestros hijos, amigos, compañeros de trabajo y familiares. Yo, Jesús, os hablo, el que quiera entender que entienda. Mi paz para quien lea estos mensajes y los ponga en práctica.
Hijos Míos, Yo cuento con vuestra firmeza y fidelidad. No debéis dejaros convencer de nada de lo que habéis creído toda la vida. Mis mandamientos son siempre actuales para todos los siglos y nadie los puede transgredir. Desde hace tiempo se os está avisando para teneros preparados, no debéis perder la fe en Mi y en Mi Madre, ni asustaros por nada, solo redoblad la oración y estad muy unidos, porque quien quiera saber mas que nadie, puede que sea el primero en ceder a errores y engaños.
Ved lo que sucedió con Mi pueblo, que se volvió en contra Mía y después de todo el bien que hice en Jerusalén, ellos gritaron ¡crucifícale, crucifícale! El demonio sigue usando la misma estrategia y querrá embaucaros con engaños que podéis creer y volveros contra Mí. Hijos, no seáis como Mis contemporáneos que hasta Mis apóstoles Me dejaron. Vosotros que sois los elegidos, también podéis abandonarme y ser blanco de errores, si no hacéis oración.
Frecuentad los sacramentos y hacedlo en las debidas disposiciones, porque si no, no os aprovecharan. Comulgad en estado de gracia, confesad todo, incluso lo que creáis que no tiene importancia, y haced oración, para que el enemigo de las almas, no os arrastre en su iniquidad. Lo que padecí en Mi vida terrenal, la traición, hoy quiere Satanás y sus secuaces que se vuelva a repetir, porque hijos, quieren hundir Mi Iglesia, desmerecer a Mi Papa, calumniar a los obispos y acusar a muchos de Mis fieles sacerdotes.
Hijos, que el rosario sea vuestra arma. Rezadlo y llevadlo con vosotros, en vuestros cuellos y en vuestros bolsillos, para que Satanás al verlo, no pueda acercarse a vosotros, porque odia ese instrumento piadoso que tanto honra a Mi Santísima Madre
Yo Soy Jesús quien os habla, el que verdaderamente os ama. Nadie os ama como Yo, pero os dirán todo lo contrario y os mostraran una caricatura de Mí que no es la verdadera imagen Mía. Dirán que Yo no os amo y que os pido sufrimientos y que eso no es amor. Hijos no caigáis en falacias, errores, mentiras, trampas que os van a tender muy sutilmente, no os dejéis engañar.
Mi Madre sufrió como nadie y ahora es la Reina del Cielo. Ellos os dirán que un Dios que os manda amar el sufrimiento, no es buen Dios, ni mucho menos padre o hermano. Haced oración, redoblad vuestros ratos de Sagrario. No pongáis tanto afán en vuestros asuntos personales, preocuparos de fortalecer el alma o sucumbiréis al error y al engaño y, arrastrareis a muchos con vosotros, al igual que si estáis firmes en la fe y os mantenéis firmes en las creencias de siempre, salvareis con vosotros a vuestros hijos, amigos, compañeros de trabajo y familiares. Yo, Jesús, os hablo, el que quiera entender que entienda. Mi paz para quien lea estos mensajes y los ponga en práctica.