viernes, 17 de abril de 2009

Dictado 9-4-09

Corazones Unidos son los Corazones de Jesús y de María. Corazones Unidos que laten al unísono, que desean lo mismo, que aman lo mismo y que son de la misma bondad el uno y el otro. Yo, Miguel Arcángel, os hablo.

Hijos de Dios, quien ama verdaderamente a Jesús, el Mesías, ama igualmente a la Madre que lo alumbró, porque Jesús y María son un mismo Corazón y lo que uno quiere, lo quiere el otro, y lo que a uno le hace sufrir, le hace sufrir al otro. Quien adora a Cristo, consuela a María y quien venera a María, consuela a su Divino Hijo.

No penséis que porque deis más a uno, les restáis amor o reconocimiento al otro, porque quien ama mucho a María Santísima, está amando a Dios y quien ama mucho a Dios, ama a María, de tal forma está configurada Vuestra Señora en Dios, que lo que le dais a Dios Todopoderoso, le alcanza a María, y lo que dais a María, le alcanza a Dios. Yo, Miguel Arcángel, os hablo.

La Madre y el Hijo son dos Personas que conjuntamente han entrado en el plan de salvación del Padre Eterno, por tanto, no se pueden disociar, porque María, es Madre de Jesús, y Jesús, es Hijo de María, y ambos unidos forman un plan perfectísimo de salvación para toda la humanidad.

Quien reconoce a la Madre, honra al Hijo y quien honra al Hijo está reconociendo a la Madre que lo gestó y lo alumbró, por eso, quien ama verdaderamente a Cristo, ama a su Madre, y quien de verdad ama a María, ama a su Divino Hijo, y de ahí, que no os tiene que preocupar si os aprovecha más en el camino espiritual ir a Dios por María, porque eso honra a Dios o si preferís ir a través de Cristo Jesús, porque eso honra a María y la llena de alegría, pero si vais a Dios por Jesús y María juntos, entonces vais por un camino de perfección como no hay otro igual, ni más completo, porque el amor a Jesús no se puede disociar del amor y reconocimiento de su Madre, y del amor a la Madre, no se puede separar al Hijo.

Esto tenedlo en cuenta para quienes tienen escrúpulos de conciencia porque prefieren más a la Virgen que al Hijo, o al revés, porque tanto es uno como el otro en el plan de salvación de Dios Padre, sin olvidaros, que el Hijo es Dios al igual que el Padre y la Virgen aunque no es diosa, es la Madre de Dios.