viernes, 14 de agosto de 2009

Los hijos de la luz serán los hijos que estarán Conmigo en la eternidad

Los hijos de la luz serán los hijos que estarán Conmigo en la eternidad, porque esos fieles Míos que aquí en la tierra trataron en todo momento de hacer Mi voluntad, ellos estarán en el Cielo gozando de todo lo que aquí trataron de hacer y de darme. Yo, Jesús, Vuestro Salvador, os hablo.

Pero no todos los cristianos que van a misa o practican los sacramentos son hijos de la luz, pues muchos de los cristianos que aparentemente viven en la luz, están en las tinieblas y atrapados por Satanás, bien por rencillas familiares que no olvidan, por acciones deleznables que no confesaron, por actos de omisión que fueron gravísimos y que no compensaron y por tantas otras cosas, por eso hijos Míos, os pido una y otra vez que hagáis una confesión general y digáis en el juicio terrenal ante el sacerdote, vuestras verdaderas faltas, algunas desde la infancia, y por eso os pido, que cuando hagáis ese examen de conciencia invoquéis a Mi Santo Espíritu y veáis si tenéis pecados ocultos que ya están olvidados pero que no han sido confesados, ni reparados, Yo Jesús, os hablo.


Mujeres que hicieron abortos, hombres que fueron adúlteros, fraudes, calumnias, silencios que callasteis y no defendisteis la verdad de algún compañero de trabajo o familiar, y así podría ir enumerando cantidad de cosas. No penséis que porque vuestra vida presente ahora sea buena….os libráis del juicio de vuestra vida pasada, por eso, tenéis que hacer un exhaustivo examen de conciencia general y confesar los pecados desde vuestra infancia, como si fuerais a moriros mañana mismo, pues de ese gran examen depende la salvación de muchos de vosotros, que ahora aparentemente, sois buenos, pero que tenéis tras de vosotros pecados horribles que no confesasteis y no reparasteis. Yo, Jesús, os hablo.


Mirad, hijos Míos, el interés tan grande que tiene el Cielo de que os salvéis que os decimos una y otra vez, lo que tenéis que hacer y como lo tenéis que hacer, pero no os inmutáis, parece que lo que decimos no va con vosotros y hablamos de otras personas, y os da lo mismo, a vosotros hijos Míos, a quienes leen estos mensajes, a quienes los propagan, a quienes los esperan. Así pues, pedid ayuda a Mi Santa Madre y luz a Mi Santo Espíritu y veréis que fácil es renovaros y convertiros. Yo, Jesús, Vuestro Salvador, os hablo y os advierto.