Es indispensable para llegar a la perseverancia final, elaborar un minucioso plan de vida espiritual donde se cumpla fidelísimamente lo expuesto en el. Porque hijos, con rezos aislados, hechos de vez en cuando, no vais a conseguir mucho, puesto que es el entrenamiento lo que hacer ganar la carrera.
Yo Soy Jesús de Nazaret quien os habla y os enseño como Buen Maestro lo que tenéis que hacer para ganar la gloria, y llegar al final de vuestra vida, en la perseverancia a Mí y en Mi gracia.
Hijos Míos, es cierto que se salvan muchas almas por Mi misericordia, almas que llevan una vida sin ninguna espiritualidad y sin haber cumplido los mandamientos de la Santa Madre Iglesia, pero esas cosas pertenecen a Mis misteriosos designios, porque si no salvaría almas por Mi misericordia, entonces el Cielo estaría vacío. Pero esas almas que se salvan por los rezos y sacrificios de otros, tienen luego un largo y penoso purgatorio, de ahí, que es mejor que ya en esta vida os elaboréis un plan (de vida) espiritual que os sea llevadero y al que debéis de ser fieles rigurosamente, porque esa fidelidad y constancia, os harán avanzar mucho en la vida de la perfección. Yo, Jesús de Nazaret, el Maestro, os hablo.
La Misa es para Mi y para la Santa Madre Iglesia el bien mayor que podéis hacer. Oír Misa cada día en las mejores disposiciones, es un acto que Me da mucha gloria y que os beneficia mucho a vosotros mismos y a otras muchas almas, pues su valor es infinito.
Yo Soy la Víctima Santa e Inmaculada que se ofrece y el sacerdote eterno. El rosario a Mi Santa Madre es una devoción que trae muchas gracias y bendiciones a quien lo reza y en donde se reza. Recordad hijos sus promesas. Ese acto de piedad no debe faltar en la vida de ninguno que quiera llegar a la perseverancia final, porque el rosario honra a Mi Madre como ninguna otra devoción. Ella lo inspiró y a Satanás le repele, porque es un rezo muy mariano y el odia a Mi Santa Madre.
Todo lo demás que hagáis en ese plan de vida espiritual, debéis cumplirlo, por eso, comprometeos a lo que podáis cumplir, si bien, podéis hacer luego extras en ciertas épocas del año: Semana Santa, Adviento y otros.
Os hablo hijos Míos como si estuviera delante de vosotros, para que lleguéis sin dificultad al final de vuestras vidas, en la perseverancia en Mi gracia y en Mi amor. Ese plan de vida espiritual será para vosotros como un carruaje que os haga avanzar más y más sin cansaros, en la vida de Dios y Sus leyes. Yo, Jesús, Vuestro Maestro, os hablo y os instruyo. Tomad hijos Míos estos consejos que os doy y ponedlos en práctica pues si sabiendo el remedio para crecer en santidad no lo ponéis en práctica, este mismo mensaje se puede volver contra vosotros el día del juicio final. Todo plan de vida espiritual debe incluir la confesión sacramental asidua. Yo, Jesús, os hablo y os bendigo. Mi paz esté con vosotros.
Yo Soy Jesús de Nazaret quien os habla y os enseño como Buen Maestro lo que tenéis que hacer para ganar la gloria, y llegar al final de vuestra vida, en la perseverancia a Mí y en Mi gracia.
Hijos Míos, es cierto que se salvan muchas almas por Mi misericordia, almas que llevan una vida sin ninguna espiritualidad y sin haber cumplido los mandamientos de la Santa Madre Iglesia, pero esas cosas pertenecen a Mis misteriosos designios, porque si no salvaría almas por Mi misericordia, entonces el Cielo estaría vacío. Pero esas almas que se salvan por los rezos y sacrificios de otros, tienen luego un largo y penoso purgatorio, de ahí, que es mejor que ya en esta vida os elaboréis un plan (de vida) espiritual que os sea llevadero y al que debéis de ser fieles rigurosamente, porque esa fidelidad y constancia, os harán avanzar mucho en la vida de la perfección. Yo, Jesús de Nazaret, el Maestro, os hablo.
La Misa es para Mi y para la Santa Madre Iglesia el bien mayor que podéis hacer. Oír Misa cada día en las mejores disposiciones, es un acto que Me da mucha gloria y que os beneficia mucho a vosotros mismos y a otras muchas almas, pues su valor es infinito.
Yo Soy la Víctima Santa e Inmaculada que se ofrece y el sacerdote eterno. El rosario a Mi Santa Madre es una devoción que trae muchas gracias y bendiciones a quien lo reza y en donde se reza. Recordad hijos sus promesas. Ese acto de piedad no debe faltar en la vida de ninguno que quiera llegar a la perseverancia final, porque el rosario honra a Mi Madre como ninguna otra devoción. Ella lo inspiró y a Satanás le repele, porque es un rezo muy mariano y el odia a Mi Santa Madre.
Todo lo demás que hagáis en ese plan de vida espiritual, debéis cumplirlo, por eso, comprometeos a lo que podáis cumplir, si bien, podéis hacer luego extras en ciertas épocas del año: Semana Santa, Adviento y otros.
Os hablo hijos Míos como si estuviera delante de vosotros, para que lleguéis sin dificultad al final de vuestras vidas, en la perseverancia en Mi gracia y en Mi amor. Ese plan de vida espiritual será para vosotros como un carruaje que os haga avanzar más y más sin cansaros, en la vida de Dios y Sus leyes. Yo, Jesús, Vuestro Maestro, os hablo y os instruyo. Tomad hijos Míos estos consejos que os doy y ponedlos en práctica pues si sabiendo el remedio para crecer en santidad no lo ponéis en práctica, este mismo mensaje se puede volver contra vosotros el día del juicio final. Todo plan de vida espiritual debe incluir la confesión sacramental asidua. Yo, Jesús, os hablo y os bendigo. Mi paz esté con vosotros.