domingo, 17 de febrero de 2008

Miserere (Salmo 50)

Misericordia, Dios mio, por tu bondad.
Por tu inmensa compasión borra mi culpa.
Lava del todo mi delito, limpia mi pecado.

Pues yo reconozco mi culpa.
Tengo siempre presente mi pecado.
Contra Ti, contra Ti solo pequé.
Cometí la maldad que aborreces.

En la sentencia tendrás razón.
En el juicio resultaras inocente.
Mira, en la culpa nací,
Pecador me concibió mi madre.

Te gusta un corazón sincero,
Y en mi interior me inculcas sabiduría.
Rocíame con hisopo.
Quedaré limpio.
Lávame, quedaré mas blanco que la nieve.

Hazme oir el gozo y la alegría.
Que se alegren los huesos quebrantados.
Aparta de mi pecado tu vista.
Borra en mi toda culpa.

¡Oh Dios! Crea en mí un corazón puro.
Renuévame por dentro con espíritu firme.
No me arrojes lejos de tu Rostro.
No me quites tu Santo Espíritu.

Devuélveme la alegría de tu salvación.
Afiánzame con espiritu generoso
Enseñaré a los malvados tus caminos,
Los pecadores volverán a Ti.

Líbrame de la sangre, ¡oh Dios!.
¡Dios Salvador mio!
Y cantará mi lengua tu justicia.

Señor, me abrirás los labios
y me boca proclamará tu alabanza.
Los sacrificios no te satisfacen,
Si te ofreciera un holocausto, no lo querrías

Mi sacrificio es un espíritu quebrantado, un corazón quebrantado
Y humillado, Tu no lo desprecias.
Señor por tu bondad, favorece a Sión, reconstruye las murallas
de Jerusalén

Entonces aceptaras los sacrificios
rituales, ofrendas y holocaustos
Sobre tu altar, se inmolaran novillos.

Gloria al Padre........