Hablo a Mis obispos. Soy Jesús de Nazaret quien os habla, y tanto si creéis o no en lo que este escrito diga, Soy Yo quien lo dice. Vuestra negligencia para con Mis hijos y siervos sacerdotes Me repugna, porque tenéis en gran abandono a muchos de ellos, y no os preocupáis, de sus necesidades espirituales, ni materiales. Yo, Jesús, os hablo.
Debéis preocuparos más de como funcionan las parroquias y de cómo funcionan sus párrocos y debéis de oírles atentamente y solventar sus necesidades, sean de la índole que sean. Cuando algún feligrés os escriba para poneros en antecedentes de las conductas reprochables de algún sacerdote de vuestra diócesis, debéis de tener en cuenta lo que os dicen, porque cuando un feligrés denuncia una situación de un sacerdote que produce escándalo en su entorno, es porque ya es un caso cuya mala conducta es repetitiva y asidua, por tanto, considerad lo que os digan de bueno o de malo, sobre los sacerdotes que están en vuestra encomienda.
No debéis permitir bajo ningún pretexto que en vuestras diócesis haya escándalo, si tenéis que amonestar o corregir una y otra vez al sacerdote que sea escándalo en su entorno, hacedlo, o tomad medidas contundentes que al amonestado le haga reflexionar o cambiar de actitud.
Debéis ser serviciales para con vuestros encomendados, sois pastores y debéis servir a vuestro rebaño con amor y abnegación, porque tenéis que ser los primeros en dar ejemplo de servicio y de humildad. Que vuestro rebaño os vea humildes y virtuosos, parcos en las comidas y austeros y disciplinados en vuestras costumbres, así ellos, no pensaran en su interior que sois un mal modelo para imitar. Sed padres y a la vez rígidos, porque como no impongáis vuestra autoridad contra las malas y viciosas costumbres de muchos sacerdotes de vuestra diócesis, os tomaran (esos sacerdotes) con poca seriedad y hasta con mofa. Yo, Jesús, os hablo.
No abuséis de vuestra autoridad y cuando tengáis que valeros de ella, hacedlo con misericordia pero con firmeza, porque si sois débiles o negligentes ante situaciones que por vuestra autoridad podríais salvar, Yo, os pediré cuentas y seré severo con vosotros por vuestra negligencia.
Me tenéis a Mi a vuestra disposición, por tanto, trabajad en equipo Conmigo, si hacéis las cosas sin contar Conmigo, así os saldrán, se quedarán en hechos humanos pero les faltará la esencia sobrenatural, por tanto Hijos Míos, pastores de Mi grey, os pido que enmendéis vuestras composturas y reflexionéis desde dentro, para que vuestro cargo, sea para gloria Mía y bien de las almas, sobretodo, de vuestro rebaño. Yo, Jesús, os hablo y os ofrezco Mi gracia, Mi amor y Mi ayuda.
Debéis preocuparos más de como funcionan las parroquias y de cómo funcionan sus párrocos y debéis de oírles atentamente y solventar sus necesidades, sean de la índole que sean. Cuando algún feligrés os escriba para poneros en antecedentes de las conductas reprochables de algún sacerdote de vuestra diócesis, debéis de tener en cuenta lo que os dicen, porque cuando un feligrés denuncia una situación de un sacerdote que produce escándalo en su entorno, es porque ya es un caso cuya mala conducta es repetitiva y asidua, por tanto, considerad lo que os digan de bueno o de malo, sobre los sacerdotes que están en vuestra encomienda.
No debéis permitir bajo ningún pretexto que en vuestras diócesis haya escándalo, si tenéis que amonestar o corregir una y otra vez al sacerdote que sea escándalo en su entorno, hacedlo, o tomad medidas contundentes que al amonestado le haga reflexionar o cambiar de actitud.
Debéis ser serviciales para con vuestros encomendados, sois pastores y debéis servir a vuestro rebaño con amor y abnegación, porque tenéis que ser los primeros en dar ejemplo de servicio y de humildad. Que vuestro rebaño os vea humildes y virtuosos, parcos en las comidas y austeros y disciplinados en vuestras costumbres, así ellos, no pensaran en su interior que sois un mal modelo para imitar. Sed padres y a la vez rígidos, porque como no impongáis vuestra autoridad contra las malas y viciosas costumbres de muchos sacerdotes de vuestra diócesis, os tomaran (esos sacerdotes) con poca seriedad y hasta con mofa. Yo, Jesús, os hablo.
No abuséis de vuestra autoridad y cuando tengáis que valeros de ella, hacedlo con misericordia pero con firmeza, porque si sois débiles o negligentes ante situaciones que por vuestra autoridad podríais salvar, Yo, os pediré cuentas y seré severo con vosotros por vuestra negligencia.
Me tenéis a Mi a vuestra disposición, por tanto, trabajad en equipo Conmigo, si hacéis las cosas sin contar Conmigo, así os saldrán, se quedarán en hechos humanos pero les faltará la esencia sobrenatural, por tanto Hijos Míos, pastores de Mi grey, os pido que enmendéis vuestras composturas y reflexionéis desde dentro, para que vuestro cargo, sea para gloria Mía y bien de las almas, sobretodo, de vuestro rebaño. Yo, Jesús, os hablo y os ofrezco Mi gracia, Mi amor y Mi ayuda.