Hijos de Dios Altísimo, Yo Miguel Arcángel, os hablo desde el Cielo por medio de este instrumento, para guiaros y defenderos del mal.
Quiero que cada uno revise su alma y haga un gran examen de conciencia, apuntando lo que debe de confesar para que no lo olvide, y una vez hecho el examen, debéis buscar un recto sacerdote para confesaros.
Yo os pido desde el Cielo, la gracia para que deis este paso y María Santísima, Reina y Señora, os asistirá.
Hijos de Dios, no esperéis mas, no os durmáis, daos prisa en preparar vuestras almas, porque ya el hacha de la justicia (divina) está a punto de cortar el leño.
Yo Miguel Arcángel, siervo de Dios y servidor vuestro. La paz de Dios Altísimo esté con vosotros. Alabado sea el Santísimo Sacramento.
Yo os pido desde el Cielo, la gracia para que deis este paso y María Santísima, Reina y Señora, os asistirá.
Hijos de Dios, no esperéis mas, no os durmáis, daos prisa en preparar vuestras almas, porque ya el hacha de la justicia (divina) está a punto de cortar el leño.
Yo Miguel Arcángel, siervo de Dios y servidor vuestro. La paz de Dios Altísimo esté con vosotros. Alabado sea el Santísimo Sacramento.
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