Deseos de amar a Dios tienen muchas almas que no alcanzan a amarlo (adecuadamente) porque tienen en sus almas venenos adosados que tienen que limpiar. Yo, Espíritu de Dios, os hablo. Hay almas que creen en Dios Altísimo y desean amarlo y servirle, pero el odio o el rencor que sienten hacia otras personas les impiden volar alto, porque esos venenos no les dejan alzar el vuelo. Yo, Espíritu de Dios, os hablo.
Hijos de Dios, debéis de limpiar vuestras almas de venenos, de odios y rencores. Odios hacia vuestros superiores. Odios hacia personas que alguna vez os hicieron alguna injusticia. Odios hacia quienes os robaron el cónyuge. Es cierto que os es muy difícil amar a esos semejantes pero os lo pide el Dios Altísimo, porque solo así, podréis alzar el vuelo hacia la gloria de la bienaventuranza. Yo, Espíritu de Dios, os hablo.
Ya se hijos de Dios que por vosotros mismos no podéis quitaros esos venenos, porque aunque os limpiéis una y otra vez en el sacramento de la penitencia volverá a crecer si no lo arrancáis de raíz, por eso, acudid a Mí Espíritu de Amor, que todo lo puedo. Pedidme ayuda para superar esos venenos, esos rencores que os pueden costar hasta la salvación eterna. Tenéis que perdonar una y otra vez, y tantas veces como os venga el rencor, el odio el rechazo, debéis de perdonar y pedidme ayuda. Yo, Espíritu de Dios, os hablo.
A muchas almas no se os pide otro camino de santidad que el perdón, porque si conseguís perdonar de corazón, habréis puesto en práctica muchas virtudes, por tanto hijos de Dios, hay algunos de vosotros que el camino que se os pide para santificaros es el del perdón y debéis esforzaros una y otra vez en conseguirlo, porque Satanás no os va a dejar que perdonéis y os va a meter la cizaña también una y otra vez, por eso, cada vez que os vengan esos pensamientos ignorarlos, no os detengáis en ellos, que vosotros almas de Dios también habéis pecado contra Dios Altísimo una y otra vez y Vuestro Padre Celestial no os guarda rencor y, con los brazos abiertos os espera amorosamente. Yo, Espíritu de Dios, os hablo y os instruyo. Acudid a Mí y pedidme ayuda tantas veces como os viene el odio y veréis como conseguiréis erradicarlo a base de perdonar una y otra vez. Yo, Espíritu de Dios, os hablo.