¡Hijos de Dios! no os durmáis, no viváis tan relajados, porque llegará un día, no muy lejano, que tendréis que dar estrecha cuenta a Dios. Yo soy Miguel Arcángel, Príncipe de las Milicias Celestiales, defensor del Dios Altísimo y os llamo a la conversión, al cambio de vida, porque no estáis en el mundo para vivir a vuestro antojo y libre albedrío. Si queréis entrar en el Cielo tenéis que vivir las leyes que Dios os ha pedido, que son los mandamientos de la Ley de Dios, y no podéis burlar ni uno solo, porque podríais perder el Cielo para siempre.
¿Qué lenguaje hay que emplear para que entendáis que el cambio de vida es urgente? ¿a que esperáis? ¿qué os detiene?, ¿los placeres del mundo? ¿la pereza espiritual? Pedid a Dios Altísimo Su gracia y os la dará, porque su gracia es el alimento de vuestras almas, y un Padre, nunca niega el alimento a sus hijos. ¿O sois vosotros más buenos que Dios, que es Bondad Infinita, porque dais de comer a vuestros hijos?
Convertíos, hacedlo de una forma radical, empezando por una gran confesión en que la verdad y la humildad sean sus principales ingredientes. Yo, Miguel Arcángel, os llamo a la conversión y os aviso de que el cambio de vuestra vida no debe hacerse esperar.
Me envía Dios Altísimo con este mensaje, creedlo como creyó al Arcángel San Gabriel la Virgen Santísima y no seáis necios como las vírgenes que no tenían aceite para sus lámparas y, vino el esposo y las encontró sin el aceite. No sea esta vuestra actitud ¡cambiad de vida!
A muchos de vosotros y vosotras os ha tocado la gracia de Dios y la habéis postergado por asuntos terrenales. No perdáis el tiempo y haced lo principal que es vivir en la amistad con Dios, o el enemigo de las almas, os poseerá y os vapuleará a su antojo.
Yo, Miguel Arcángel, os hablo y os pido que invoquéis a vuestro Santo Ángel Custodio para que el os sugiera los buenos y santos deseos de conversión. Hijos de Dios, ¡convertíos! Yo, Miguel, vuestro servidor. La paz de Dios Altísimo con vosotros.
¿Qué lenguaje hay que emplear para que entendáis que el cambio de vida es urgente? ¿a que esperáis? ¿qué os detiene?, ¿los placeres del mundo? ¿la pereza espiritual? Pedid a Dios Altísimo Su gracia y os la dará, porque su gracia es el alimento de vuestras almas, y un Padre, nunca niega el alimento a sus hijos. ¿O sois vosotros más buenos que Dios, que es Bondad Infinita, porque dais de comer a vuestros hijos?
Convertíos, hacedlo de una forma radical, empezando por una gran confesión en que la verdad y la humildad sean sus principales ingredientes. Yo, Miguel Arcángel, os llamo a la conversión y os aviso de que el cambio de vuestra vida no debe hacerse esperar.
Me envía Dios Altísimo con este mensaje, creedlo como creyó al Arcángel San Gabriel la Virgen Santísima y no seáis necios como las vírgenes que no tenían aceite para sus lámparas y, vino el esposo y las encontró sin el aceite. No sea esta vuestra actitud ¡cambiad de vida!
A muchos de vosotros y vosotras os ha tocado la gracia de Dios y la habéis postergado por asuntos terrenales. No perdáis el tiempo y haced lo principal que es vivir en la amistad con Dios, o el enemigo de las almas, os poseerá y os vapuleará a su antojo.
Yo, Miguel Arcángel, os hablo y os pido que invoquéis a vuestro Santo Ángel Custodio para que el os sugiera los buenos y santos deseos de conversión. Hijos de Dios, ¡convertíos! Yo, Miguel, vuestro servidor. La paz de Dios Altísimo con vosotros.