miércoles, 23 de abril de 2008

Es necesario que esa Liga de sacerdotes sea enriquecida con mucha oración y penitencia

Es necesario que esa Liga de sacerdotes sea enriquecida con mucha oración; oración y penitencia.

Yo os pido que todos unidos como una piña seáis una verdadera Hermandad de amor y comprensión. Quiero que seáis como mis primeros cristianos que se les identificaban por su amor entre ellos. Yo Soy un Dios de Amor, no de temor y vosotros debéis ser Mi espejo, deben verme en vosotros, sobre todo, cuando celebréis el Santo Sacrificio de la Cruz. En esos momentos mas que nunca debéis identificaros Conmigo, el Cordero Inocente que lava las manchas de la Humanidad.

Yo quisiera ser un Cristo en cada uno de vosotros aunque estéis jubilados (1) Yo quiero que Me vean en vuestros rostros, en vuestras costumbres, en vuestro vestir y hablar. Que digan: ¡Ahí está Jesús de Nazaret! Mi Madre os amará como a Mi Mismo, Ella se ofrecerá por vosotros al Padre Eterno. Ella sabe la grandeza del sacerdocio y por eso lo protege con lágrimas y ofrecimientos. (2)


(1) Se refiere a los que ya están inactivos.
(2) Pueden ser lágrimas y ofrecimientos que la Virgen recibe de las almas. Ella aplica muchas de esas lágrimas u ofrecimientos a los sacerdotes.