Un sueño es algo que se debe considerar. Son muchos los fieles que tienen sueños proféticos pero que no saben interpretarlos, y aunque algunas de las cosas que se sueñan no significan nada, otras muchas cosas, si que tienen un significado, y a muchas almas se les avisa por sueños de situaciones o acontecimientos que sucederán y de los que serán protagonistas ellos y su familia.
Hijos Míos, el Cielo se esta derramando como nunca en daros avisos y señales para la gran batalla espiritual que vais a vivir. El Cielo os ama entrañablemente y desea que sus pequeños hijos se salven, y venzan el mal y la apostasía y salgan victoriosos en la lucha que padeceréis contra la fe católica.
Debéis ser humildes y tener el corazón limpio para que tengáis más visión (clara) de las cosas, pues un corazón embotado por el pecado, el vicio, o los malos hábitos, no ve con precisión las cosas de Dios como lo ve un corazón limpio.
Despegaos hijos Míos de deseos y metas terrenales, vuestra meta debe ser Dios, el Cielo vuestra Patria y vuestros deseos deben ser los mismos que los del Espíritu Santo, deseos santos, nobles, sublimes, para que a fuerza de tener esos grandes deseos, lleguéis a conseguirlos, pues la gracia de Dios Espiritu Santo no os faltará para vuestros buenos propósitos.
Yo Soy Maria, la Inmaculada Concepción, Madre de Dios y Madre Vuestra, que os instruye para que salgáis airosos en las duras pruebas que vais a padecer. Yo estaré siempre con todos vosotros y con cada uno en particular y Mi Santo Nombre os ahuyentará los demonios, por eso, hijos Míos, nombradme y llamadme para que tengáis un santo hábito en la pronunciación de Mi Nombre. Mi Nombre es un arma contra el infierno. Decid jaculatorias con Mi Nombre y repetidlas de corazón.
Mi Nombre lo odia Satanás y los demonios porque saben que Yo les vencí y no pudieron Conmigo. El Santo Nombre de María, Vuestra Madre Celestial es un arma muy poderosa contra el mal infernal. Hijos, Yo, Vuestra Madre, Me dirijo a vosotros. La paz de Mi Divino Hijo Jesús y de la Santísima Trinidad, esté con todos vosotros.
Hijos Míos, el Cielo se esta derramando como nunca en daros avisos y señales para la gran batalla espiritual que vais a vivir. El Cielo os ama entrañablemente y desea que sus pequeños hijos se salven, y venzan el mal y la apostasía y salgan victoriosos en la lucha que padeceréis contra la fe católica.
Debéis ser humildes y tener el corazón limpio para que tengáis más visión (clara) de las cosas, pues un corazón embotado por el pecado, el vicio, o los malos hábitos, no ve con precisión las cosas de Dios como lo ve un corazón limpio.
Despegaos hijos Míos de deseos y metas terrenales, vuestra meta debe ser Dios, el Cielo vuestra Patria y vuestros deseos deben ser los mismos que los del Espíritu Santo, deseos santos, nobles, sublimes, para que a fuerza de tener esos grandes deseos, lleguéis a conseguirlos, pues la gracia de Dios Espiritu Santo no os faltará para vuestros buenos propósitos.
Yo Soy Maria, la Inmaculada Concepción, Madre de Dios y Madre Vuestra, que os instruye para que salgáis airosos en las duras pruebas que vais a padecer. Yo estaré siempre con todos vosotros y con cada uno en particular y Mi Santo Nombre os ahuyentará los demonios, por eso, hijos Míos, nombradme y llamadme para que tengáis un santo hábito en la pronunciación de Mi Nombre. Mi Nombre es un arma contra el infierno. Decid jaculatorias con Mi Nombre y repetidlas de corazón.
Mi Nombre lo odia Satanás y los demonios porque saben que Yo les vencí y no pudieron Conmigo. El Santo Nombre de María, Vuestra Madre Celestial es un arma muy poderosa contra el mal infernal. Hijos, Yo, Vuestra Madre, Me dirijo a vosotros. La paz de Mi Divino Hijo Jesús y de la Santísima Trinidad, esté con todos vosotros.