Hijos míos, Yo soy Vuestra Madre del Cielo y vengo a vosotros por medio de este escrito. Ya Mi Divino Hijo os ha advertido de que debéis de estar instruidos en los puntos de la fe católica para no dejaros confundir, porque la ignorancia, hijos míos, os puede hacer que el error os alcance y perdáis vuestra fe.
Venimos a instruiros para que no os equivoquéis, es importante que leáis el Nuevo Testamento y lo meditéis, incluso que forméis grupos en que se lea y alguien preparado, sacerdote o no, os lo explique. Hacedle preguntas, no os quedéis con duda, preguntad para que después sepáis contestar.
Yo soy María Inmaculada, Vuestra Reina, Madre y Señora, y debéis honrarme con amor verdadero, no solo en vuestros rezos a Mí, sino también en vuestro vestir, conversaciones, composturas, medio de vida. En vuestros trabajos debéis ser honestos y cumplir vuestro deber diligentemente. Os pagan por ello y no podéis emplear el tiempo en actividades personales, no si en ese tiempo TENEIS COSAS QUE HACER DE VUESTRA EMPRESA (1)
Hijos, cualquier imperfección os predispone al pecado, mucho mas si es deliberada y no vale decir que todos lo hacen.
Hay quienes se pasan las horas del trabajo haciendo crucigramas o leyendo libros que se traen de casa, posponiendo sus obligaciones laborales. Eso es también robar, pues si bien cuando hayáis hecho vuestras obligaciones os sobra tiempo y podéis leer, no antes de hacer lo que debéis.
Tenéis que ser hijos santos en todo vuestro medio de vida, en todo momento y, aunque al principio os cueste, veréis como con el buen habito, llegáis a hacerlo con normalidad y sin esfuerzo. Todo lo que hagáis en vuestra vida os tiene que llevar a Dios y predisponeros a una vida de santidad ejemplar e intachable.
Invocadme a menudo Yo os escucho y, me alegro mucho cuando algunos de mis hijos, en medio de las tareas cotidianas, se acuerda de Mi. Os amo Hijos de Mi Corazón Inmaculado y os doy la paz de Mi Hijo Jesús.
Venimos a instruiros para que no os equivoquéis, es importante que leáis el Nuevo Testamento y lo meditéis, incluso que forméis grupos en que se lea y alguien preparado, sacerdote o no, os lo explique. Hacedle preguntas, no os quedéis con duda, preguntad para que después sepáis contestar.
Yo soy María Inmaculada, Vuestra Reina, Madre y Señora, y debéis honrarme con amor verdadero, no solo en vuestros rezos a Mí, sino también en vuestro vestir, conversaciones, composturas, medio de vida. En vuestros trabajos debéis ser honestos y cumplir vuestro deber diligentemente. Os pagan por ello y no podéis emplear el tiempo en actividades personales, no si en ese tiempo TENEIS COSAS QUE HACER DE VUESTRA EMPRESA (1)
Hijos, cualquier imperfección os predispone al pecado, mucho mas si es deliberada y no vale decir que todos lo hacen.
Hay quienes se pasan las horas del trabajo haciendo crucigramas o leyendo libros que se traen de casa, posponiendo sus obligaciones laborales. Eso es también robar, pues si bien cuando hayáis hecho vuestras obligaciones os sobra tiempo y podéis leer, no antes de hacer lo que debéis.
Tenéis que ser hijos santos en todo vuestro medio de vida, en todo momento y, aunque al principio os cueste, veréis como con el buen habito, llegáis a hacerlo con normalidad y sin esfuerzo. Todo lo que hagáis en vuestra vida os tiene que llevar a Dios y predisponeros a una vida de santidad ejemplar e intachable.
Invocadme a menudo Yo os escucho y, me alegro mucho cuando algunos de mis hijos, en medio de las tareas cotidianas, se acuerda de Mi. Os amo Hijos de Mi Corazón Inmaculado y os doy la paz de Mi Hijo Jesús.
(1) Las letras se ponen solas mayúsculas.
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