viernes, 13 de julio de 2007

Dictado del 13-7-07


Yo soy Maria Rosa Mística, Hija predilecta del Padre y Madre de Dios Hijo, Esposa de San José.
Soy también Madre Vuestra y a todos sin excepción, os amo. Mi dolor es doble, primero por lo que le hacéis a Mi Divino Hijo, volcán de amor, olvidando sus misterios y sus enseñanzas y olvidando o negando su Redención crudísima, donde cada acto, cada hecho, fue un derroche de amor.

Es doble mi dolor porque vosotros que sois mis hijos, también vais por caminos de perdición y cualquier gracia que el Cielo os envía, para que regreséis a Dios y sus Mandamientos, la sofocáis y siempre en vuestro interior pensáis que mas adelante, cambiaréis de vida. A algunos no le dará tiempo a cambiar y desperdiciaron toda oportunidad.

Yo Maria de Nazaret, os quiero llevar por el camino recto y sin obstáculos a Dios Padre.

Quien a Mi se acerca, encuentra un atajo para el destino eterno de salvación. Yo soy Puerta del Cielo, Madre Amantísima, Cuidadora de almas. Un avemaría que me hagáis (recéis) de corazón yo lo negocio ante el Padre Eterno y la convierto en un canal para recibir la gracia divina.

Una jaculatoria por insignificante que sea, Yo la presento al Padre Eterno y lo hago a través de Mis Manos Purísimas y va llena de mis méritos. Pero cuando el alma no quiere perseverar en la vida del alma (de gracia) ni mis lágrimas tienen poder, porque Dios jamás fuerza la voluntad de nadie, ni anula su libertad.

Consagraos a Mi, hijos mios, consagraos a Mi Inmaculado Corazón. La consagración es una puerta de gracia para el alma, para quien la hace de corazón. Perteneced a mis milicias, la consagración es como el emblema de mis hijos y vivid esa consagración a Mi. (1)

Yo soy Maria, la pequeña, la humilde sierva de Nazaret, Madre de Dios, que es mi Hijo Jesucristo.

(1) No se trata de recitar una formula de consagración, sino de vivir lo que en esa formula decimos.

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