jueves, 23 de julio de 2009

Dictado 10-7-09

Las moradas de los ángeles son moradas celestiales que nada tienen que ver con las moradas terrenales. Ellos viven en continua adoración a Dios Altísimo y en gran veneración a su Reina y Señora María Santísima.

Los espíritus puros angélicos se ganaron la gloria en la prueba que Yo les puse, y ahora gozan de Mí eternamente, y su gozo, nunca tendrá fin, Yo, Padre Eterno, os hablo. Ellos fueron libres de aceptarme o no como Dios, y su libre albedrío les dio el mérito que ahora tienen cuando escogieron el Bien Supremo que es Dios Todopoderoso.


Ellos aman a Mi Divino Hijo Jesús con gran amor y le adoran como Dios y son sus servidores, porque su amor inmenso es inmutable pues superaron la prueba que Yo, Juez Eterno, les puse y por eso el premio es la dicha de vivir en la moradas celestiales que nada tiene que ver con las terrenales y que vosotros, hijos Míos, no podéis imaginar, ya que es otro mundo con dichas que no existen en este y por eso quien salva su alma, vivirá como los espíritus puros, en felicidad eterna y en moradas que dan toda clase de gozos, gozos que no podéis alcanzar en esta vida, ni siquiera imaginar. Yo, Padre Eterno, os hablo.


Quien Me sirve en esta vida y procura ponerme en el lugar que Me corresponde, será después en la otra un ser tan dichoso, que le parecerá que el premio concedido, supera con creces a lo que en la tierra Me dio, pero hijos Míos, Mis misterios no los podéis comprender, ni valorar según vuestra razón, porque en nada tienen que ver Mis designios con los vuestros, así que sabed que en un pecador un grado de amor intenso hacia Mí, puede hacerle alcanzar una gloria que ni siquiera un alma que haya vivido santamente pueda tener, porque el amor es lo que hace y designa el grado de gloria, por eso, muchos de vosotros decís porqué esa persona tan mediocre Dios le da tanto y a otras más santas no le da de igual forma, pero esa persona mediocre puede tener más amor hacia Mí que otra más virtuosa, y ese amor hacia Mí, hacia Mi Divino Hijo, es lo que hará que su gloria eterna tenga más corona o menos, aunque en esta vida no haya sido tan perfecta, pues hacer las cosas por amor a Dios es lo que alcanza al alma bienes eternos e inmensos y no el hacerlas perfectamente, sino amorosamente, esto no lo entendéis por vuestra mezquindad y siempre juzgáis a tal o cual persona sin tener ni idea de cómo es su corazón que solo Yo, Uno y Trino conozco.


Así pues, no creáis que el más santo según vuestros criterios es el más santo a Mi vista, pues cualquier persona que pase desapercibida en esta vida puede ser a Mis ojos más santa que nadie de los que vosotros creáis, porque su amor hacia Mi es fuerte, despegado, sin doblez, sin miedos, sin hipocresías o respetos humanos. Yo, Vuestro Padre Celestial, os hablo y os instruyo. La paz de la Santísima Trinidad esté con todos vosotros.

domingo, 19 de julio de 2009

Cimentad esta Obra de Dios en un inmenso amor hacia Mí que es el principal material que se necesita

Para levantar un edificio y que no se tambalee ni se derrumbe, deben ponerse unos buenos cimientos, y solo así, el edificio resistirá vendavales, terremotos, catástrofes y demás, porque el edificio que está bien agarrado a la tierra, y bien cimentado, ese edificio perdurará años y años, Yo, Jesús Vuestro Salvador, os hablo.

Hijos Míos de esta Obra, os pido que ella sea para vosotros como un edificio que hay que cimentar bien, para que ni los vendavales satánicos, ni los terremotos de los enemigos de Mi Iglesia, ni las catástrofes espirituales que ya os anunció Mí siervo Pablo, puedan con el y lo hundan.

Los cimientos son muy importantes y la infraestructura también, por eso hijos Míos, cimentad esta Obra de Dios en un inmenso amor hacia Mí que es el principal material que se necesita. Poned a Mi Santa Madre en esta Obra en el lugar que le corresponde, la primera después de Mí. Poned a vuestros santos patronos u otros santos de vuestra devoción también para que os ayuden en ella, y cimentadla bien en todos los aspectos, para que nadie que quiera derruirla lo pueda hacer.

Limpiad bien este edificio espiritual de escombros, malas hierbas, y demás, para que el edificio se vea limpio de toda inmundicia. Los escombros son los curas malos que hicieron de su ministerio un deleite, un vivir alegremente la vida e introdujeron doctrinas erróneas. Las malas hierbas son feligreses retorcidos y de mala lengua que pueden también perjudicar a esta Obra con sus críticas y juicios personales. Limpiad bien el edificio y tenedlo siempre pulcro para que quien lo mire se maraville en su contemplación.

Que los sacerdotes de esta Obra sean irreprochables. Que los seglares sean verdaderos cristianos, no dejéis pasar a quienes no son Míos, porque si pasan cristianos solo de nombre se contagiaran los que son verdaderos cristianos. Haced de esta Obra un edificio dónde el verdadero hijo Mío venga a santificarse, a descansar de la corrupción del mundo, a encontrar lo que busca para su mejor realización como sacerdote y fiel.

Hijos Míos, os doy Mi bendición para todo esto. Pedidme ayuda cuando os veáis apurados o no sepáis por donde tirar, Yo os espero con el Corazón y los oídos abiertos, para concederos con todo Mi amor, aquello que necesitéis y que Me pidáis. Yo, Jesús, os hablo y os espero.

miércoles, 15 de julio de 2009

Os pido que forméis cadenas de oración por los sacerdotes y empleéis un día a la semana para aplicar vuestros rezos y sacrificios a ellos

Los sacerdotes que pasan esta vida sirviéndome con amor y fidelidad, no pueden alcanzar a comprender lo que les tengo preparado. Yo, Jesús, os hablo.

Pero pasa igual con los sacerdotes negligentes, con los que se amaron más a si mismos que a Mí o a las almas. Con los que no se esforzaron por santificarse cada día más, esos sacerdotes que no valoran su ministerio ni le dan la importancia que tiene, a esos sacerdotes les digo lo que dije a Judas: Más les valdría no haber nacido.


Yo los toco una y otra vez con circunstancias e inspiraciones, para que se enmienden, pero ellos Me ignoran y pasan de todo lo que sea un mínimo esfuerzo y un poner de su parte. Pero como Mi Misericordia es infinita y amo incluso a Mis enemigos, Yo amo también a esos sacerdotes que prueban Mi paciencia una y otra vez y que les espero en todo momento, esperando de ellos un gesto de humildad, de amor, de reconocimiento, de fe. Pero ellos son témpanos vacíos, sepulcros blanqueados, vacíos totalmente, y son, el sufrimiento constante de Mi Santa Madre que dolorida, ve como esos hijos también van camino de la perdición eterna. Yo, Jesús, os hablo.


No tomaran parte en Mi Banquete Celestial, porque usaron su ministerio y alta dignidad para sus deleites y deseos, sin ponerme nunca a Mí por delante de ellos y olvidándose del rebaño que puse en sus vidas para que lo guiaran hacia prados celestiales. Yo, Jesús, os hablo.


Os vuelvo a pedir fieles amados de Mi Divino Corazón, que forméis cadenas de oración por los sacerdotes y empleéis un día a la semana para aplicar vuestros rezos y sacrificios a ellos, pues con vuestras oraciones, Mi Misericordia y la poderosa intercesión de Mi Santa Madre, muchos se salvaran. Yo, Jesús os hablo y os instruyo. La paz de Mi Divino Corazón, esté con todos vosotros.



sábado, 11 de julio de 2009

Dictado 3-7-09

La Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo debe darse a conocer en los grupos de oración, para que la Tres Divinas Personas, sean honradas como les corresponde. Cada Divina Persona tiene un atributo especifico pero las Tres son Una, y las Tres son los mismo en dignidad.

Hay grupos de oración que rezan y rezan y eso Me agrada, pero también deben leer la Biblia, deben estar instruidos y deben de orar a solas Conmigo en el Sagrario, pues los rezos son como monedas que dais al Banco Celestial y son muy buenos, pero el diálogo a solas Conmigo, os da luz y sabiduría y os fortalece para superar las pruebas de cada día y la pruebas que la vida os tengan reservadas. Yo, Jesús, os hablo.


Mi Padre Celestial es también Vuestro Padre, pero ¿quién se dirige a El como tal? Debéis honrar a Vuestro Padre Celestial y contad con El en todo, pues El es un Padre como no hay ningún otro ni en la tierra ni en el Universo. Yo, Jesús, os hablo.


A Mi Santo Espíritu debéis invocarlo en todo lo santo que hagáis, para que Su luz e inspiraciones sean para vosotros guía de los pasos espirituales que deis y a Mí, hijos Míos, honradme en el Sacramento del Amor, porque allí estoy realmente presente y os espero con verdadero deseo de que Me visitéis.


Buscad documentos tanto en libros santos y aprobados por la iglesia que os hablen de las Tres Divinas Personas, para que sepáis defender a Dios Uno y Trino, llegada la hora en que os querrán confundir y quitar o poner de la doctrina católica lo que quieran, por eso, al estar instruidos no os podrán engañar, ni confundir y si tenéis que buscar sacerdotes que os instruyan, buscadlos para que os den catequesis adecuadas y les podáis hacer toda clase de preguntas. Yo, Jesús, os hablo y os prevengo.


Mi paz y la de la Santísima Trinidad estén con todos vosotros. Yo os bendigo en el nombre de Mi Padre, en el nombre de Mí Mismo, y en el nombre de Mi Santo Espíritu. Cuando os santiguáis también lo hacéis en el nombre de las Tres Divinas Personas, por tanto, cuando os santiguáis vosotros mismos os bendecís.



sábado, 4 de julio de 2009

El que Me ama se hará otro Cristo como Yo


Sí, hijos Míos, sí, todo aquel que quiera seguirme y perseverar hasta el fin, ese hijo Mío y fiel servidor, tendrá que subir Conmigo al Calvario para ser crucificado, porque el que Me ama se hará otro Cristo como Yo. Yo, Jesús os hablo.

Las almas que Me aman son almas redentoras como Yo lo fui. Sus sufrimientos unidos a los Míos tienen un gran valor a favor de otras almas. Esas almas salvan a otras porque viven según Mi Divina Voluntad, inflamadas en amor a Mí y a Mi Santa Madre. Yo suscito almas que Me amen absolutamente, cuya entrega exijo sea total, porque hago con esas almas verdaderas maravillas y luego en la eternidad serán luceros que brillaran de forma diferente, cuya luz, será gozo para los bienaventurados. Yo, Jesús, os hablo.


No todo aquel que Me dice Señor, Señor, entrará en el Reino de los Cielos, solo los que hagan Mi voluntad se salvaran (Mt 7, 21) y aquellas otras almas que no teniendo consciencia de la gravedad de vivir en pecado, Yo aplico oraciones y sacrificios para que Mis gracias les alcancen y vean la necesidad de volver su rostro a Mí y la necesidad de cambiar de vida. Yo, Jesús, os hablo.


A todo aquel que deja su conversión para última hora, el que le tiene atado para no convertirse, redoblará sus esfuerzos para que a última hora tampoco lo haga. Es una insensatez sentir que se debe dejar de pecar y cambiar de vida y pensar que como Soy Misericordia, en el último instante se arrepentirá.


Hay muchos en el infierno que pensaron así y malograron Mi gracia divina porque no quisieron convertirse cuando Mi Santo Espíritu se lo inspiraba. Pues si todos hicieran eso, entonces el ultimo instante sería lo único que valdría en la vida y el resto de los años pasados, seria una vida de pertenencia a Satanás al vivir en pecado, así que hijos, no os engañéis, no os engañéis, el demonio es muy astuto y os hace creer eso, pero en el ultimo instante el que os ha tenido atado de por vida, no os soltará y redoblará sus esfuerzos para que esas conversiones (de ultima hora) no se produzcan y aunque Yo Soy Misericordia, él os engañará (una vez más) porque le habéis hecho caso siempre en vuestra vida. Entended lo que os quiero decir, entendedlo y sed fieles a las mociones e inspiraciones de Mi Santo Espíritu, que Mi Santa Madre con sus súplicas y mediaciones, os ayudará eficazmente en el camino de la conversión para que no os vuelva a poseer el espíritu del Mal Yo, Jesús, os hablo y os instruyo.

Venid a Mí y bebed de Mi Misericordia, pero no seáis sordos a lo que Mi Espíritu os pide: cambiar de vida y dejar de pecar. Yo, Jesús, os hablo y os instruyo. Mi paz divina esté con todos vosotros.


miércoles, 1 de julio de 2009

Dictado 20-6-09


Sinceros afectos son aquellos en que a Mí, el Redentor, Me ponen en medio. Yo, Jesús, os hablo.

Quienes se aman en Mí, su amor Me agrada, porque si Me ponen en medio de los dos, ese amor no será nunca pecaminoso, porque por amor a Mí, no caerán en el pecado y Yo procuraré que así sea. Yo, Jesús, os hablo.


Yo Soy el Sumo Bien, el Bien inmenso de las almas y quien Me sabe poner por encima de todas las cosas en su vida, procuro que su vida nunca llegue a perderse por el pecado mortal, pues quien de verdad Me ama, sabrá comportarse adecuadamente con todo el mundo y no permitirá que ese amor verdadero que Me tiene, se manche con el pecado mortal. Yo, Jesús, os hablo.


El amor verdadero a Dios vence todos los demás amores, y sin dejar de amar al prójimo, el amor hacia Mí vence todas las malas inclinaciones o tentaciones que el Maligno pueda traer, pero también el amor a Mí hay que secundarlo con la oración y apartándose de las ocasiones de pecar, porque aquel que ama el peligro, perece en el. Yo, Jesús, Vuestro Redentor, os hablo.


Amados hijos Míos, en grupo o en solitario podéis dadme vuestro amor, Yo, lo busco, lo deseo y lo espero, por tanto, no Me lo neguéis aunque seáis pecadores, débiles, inestables o mediocres. Yo no os pido más de lo que tenéis, pero deseo que lo que tenéis, Me lo deis al cien por cien, y aunque a vosotros os parezca poco, poco fue lo que donó la viuda con su óvolo y Yo le ensalcé su gesto de generosidad, porque dio todo lo que tenia, aunque lo que tenia era bien poco. Yo, Jesús, os hablo y os instruyo.


Os espero a todos con anhelo, al que ama ardientemente y al que ama parcamente, todos sois para Mí importantes, porque al que ama mucho, más le daré y al que ama poco Yo lo inflamaré de amor si asiduamente viene a Mí y Me da lo que tiene. Pero es la donación de vosotros mismos lo que busco, seáis muy santos o seáis mediocres, daros a Mí y dejad que Yo haga fructificar esa donación. Yo, Jesús, os hablo y os instruyo. La paz de Mi Sagrado Corazón esté con todos vosotros.





sábado, 27 de junio de 2009

Cada alma está llamada a una santidad diferente

Un hecho a tener en cuenta es que cada alma está llamada a una santidad diferente. Esto, hijos Míos, no lo entendéis, y aunque las virtudes son las mismas para todos, el camino de la santidad de cada uno está decidido en el Cielo desde que nace.

Hay santos que se santifican por medio de la pobreza. Otros lo hacen por medio de la paciencia. Hay quien llega a ser un gran santo o santa por medio de la castidad o de la misericordia cuidando a enfermos, y así podría ir diciéndoos varias clases de santidades.

No sois vosotros hijos Míos, quienes escogéis el camino de vuestra santidad, sino que Soy Yo, Jesús, quien os da unas predisposiciones para santificaros por medio de la santidad que Yo he escogido para vosotros. Los hay valerosos y valerosas, y los hay pusilánimes, pero cada alma tiene unas predisposiciones especiales para santificarse por un medio determinado. Yo, Jesús, os hablo.

Yo fui el Redentor. Ya visteis cual fue mi camino a seguir, el camino de adoctrinaros y el de la Cruz. Mi Madre no predicó públicamente ni fue crucificada físicamente, pero Su santidad no tiene ni tendrá igual, pues se santificó según el Cielo había dispuesto. Por eso, hijos Míos, y hermanos de Mi Divino Corazón, seguir la vocación que cada cual tiene es lo que os va a ayudar a santificaros, a ganar las batallas que os vengan, y manteneros fieles a lo que Yo, Jesús, deseo de cada uno de vosotros. Yo, Jesús, os hablo.

En cada santidad la gracia de Dios está supliendo en aquellas deficiencias o carencias que el alma tenga, porque recordad que sin Mí no sois nada, y Yo también lo recuerdo para daros todo lo necesario para vuestra santidad y misión en la vida.

Hijos Míos, cuando lleguéis al Cielo os sorprenderá ver lo variopinto de las santidades. Allí veréis que quien menos ruido hizo y más desapercibido pasó en esta vida, llegó a altos grados de santidad, porque hijos, ser santos es cumplir en cada instante la voluntad de Dios. Yo, Jesús, os hablo, os instruyo y os bendigo. Mi paz esté con todos vosotros.

domingo, 21 de junio de 2009

Dictado 15-6-09

El Santo Padre es un Papa escogido por Mí, Yo, Espíritu de Dios, os hablo. Pero la elección de un Papa no quiere decir que éste pierda su libertad o su forma de ser, pues si bien es infalible ex-cátedra, luego puede equivocarse en consejos o acciones humanas.

Nadie en la tierra por santo que sea goza de la infalibilidad total en consejos, decisiones o acciones. Puede muy bien un alma equivocarse ante hechos y decisiones, pero eso no le hace menos santo, ni menos disponible, solamente le hace más humano. Yo, Espíritu de Dios, os hablo.


Para el alma que asiduamente hace oración y Me invoca a menudo en todas sus acciones, tiene mucha menos probabilidades de equivocase que quien no lo hace, porque Yo asisto a todo aquel que Me invoca y procuro darle luz y discernimiento. Yo, Espíritu de Dios, os hablo.


Cada decisión que toméis para hacer un bien o evitar un mal, ponedlo en oración. Ponedlo ante Mi presencia, Yo, Espíritu de Dios, y pedidme luces y consejo para que no os equivoquéis a la hora de decidir. Si esto es necesario para cualquier fiel cristiano, para los sacerdotes que guíen a las almas es imprescindible, porque un sacerdote que aconseje mal a un fiel, puede inducirlo a errores lamentables o caminos de perdición, de ahí, la necesidad de orar y de invocarme. Yo, Espíritu de Dios, os hablo.


El Santo Padre debe ser el hijo de Dios que más Me invoque y más ore, porque al ser Cabeza visible de la Iglesia, debe estar en constante comunión Conmigo Yo, Espíritu Santo. Si bien, sus decisiones apostólicas o como Cabeza de la Iglesia debe ponerlas en la opinión de un equipo, Soy Yo quien debe darle la luz necesaria para no errar, y aunque considere lo que su Consejo le diga, Soy Yo, Espíritu Santo, quien le hará ver lo bueno o lo malo de las decisiones que tome, los pros y los contras.


El Papa como hombre puede equivocarse y de hecho se equivoca, pero como Papa Yo le doy la luz necesaria para que sus decisiones (en materia de fe) sean acertadas. Pedid, hijos de Dios, porque se proclame el quinto dogma de María Santísima, pedidlo encarecidamente, pues cuando se proclame lloverá a la Santa Madre iglesia muchas gracias celestiales que el Cielo tiene preparadas para esa proclamación. También habrá muchas gracias celestiales para el Santo Padre que lo proclame. Yo, Espíritu de Dios, os hablo y os instruyo. La paz de Dios Altísimo esté con todos vosotros.



miércoles, 17 de junio de 2009

Sois libres de aceptar lo que os pido

Las gracias recibidas por cada alma que vive entregada a Mí, son gracias que además beneficiaran a otras almas, y sus frutos, se expandirán en horizontes impensables, a veces, hasta en otras generaciones. Yo, Jesús, os hablo.

Quien hace Mi voluntad tal y como la requiero, esa alma está haciendo algo que perdurará eternamente, pues quedará en el correr de los siglos su acción hecha según Mi Divina Voluntad. Son pocos los que se paran a pensar esto. Decir sí a Dios es decirlo a todas las generaciones, y un sí incondicionalmente abarcará siglos y siglos y quedará registrado por toda la eternidad. Yo, Jesús, os hablo.

El sí de Moisés, el sí de Abraham, de los grandes Patriarcas del Antiguo Testamento, el sí de Mi Santa Madre, de Mi santo padre José, el sí de San Juan Bautista y de otros, son “síes” que se quedaron registrados por toda la eternidad y sus misiones servirán para todos los siglos. Esto lo entendió muy bien Mi Santa Madre que iluminada por Mi Santo Espíritu, alcanzó a comprender la importancia de hacer la voluntad de Dios, y proclamó muy iluminadamente: Desde ahora bienaventurada me dirán todas las generaciones.

Ser bienaventurado quiere decir haber hecho la voluntad de Dios en todo, fuese cual fuese (esa voluntad). Yo, Jesús, os hablo.

Las obras de Dios son para todos los siglos, no mueren con la persona que las emprende, porque Soy Yo quien las requiere y perdurarán para siempre. Por eso, una negativa puede hacer que mucho bien se malogre en el Cuerpo Místico de la Iglesia, aunque en algunas obras, Yo suplo el “no” de un hijo de Dios, por el “sí” de otra alma, a quien busco para emprender la obra que requiero. Sois libres de aceptar o no aceptar lo que os pido, pero cada persona tiene su propia misión y está preparada para ella, por tanto, nadie debe tener miedo a cumplir Mi Voluntad porque no se emplearía una bicicleta para transportar mil kilogramos, y sí (se emplearía) una furgoneta.

Cada alma tiene su forma especial de ser y preparación para la misión que Yo requiero de ella, y pretender evadirla por creerse incapaz, es una falsa humildad, y muchas veces, puede ser un gran egoísmo. Yo, Jesús, os hablo y os pido la reflexión en este comunicado. Mi paz esté con todos vosotros.






domingo, 14 de junio de 2009

Dictado del 7-6-09

Cada día que pasa es un día menos que tenéis de vida, y es un día menos con el que contáis para reconvertiros y volver vuestro rostro a Dios. Yo, Espíritu Divino, os hablo.


La misión de cada hombre es la de salvar su alma, esta misión es para todas las almas en general, para todas las razas, para todos los estados de vida, para todas las criaturas que existen en este planeta, y es una misión que cada cual debe emprender y poner todo lo que esté de su parte. Esto, hijos de Dios, ya os lo hemos dicho cantidad de veces, si bien las oraciones de todos los demás hijos de Dios ayudan a esto, el esfuerzo principal lo debe poner la misma persona, porque todo no se lo van a dar hecho.


Todas las almas desde la más pecadora a la más santa tienen luces suficientes para cambiar de conducta y mejorarla. El pecador empedernido recibe Mis luces, y el alma que ya anda en estado de gracia, también las recibe para subir más niveles de santidad, y obtener así, más gloria para Dios y más méritos para su vida eterna.


Pero muchas almas se engañan y dicen: cuando llegue el momento de mi muerte me arrepentiré, y esas reflexiones no son válidas, porque nadie sabe si cuando le llegue el momento de su muerte tendrá lucidez suficiente o habrá muerto repentinamente sin poder arrepentirse. La salvación del alma no tiene una segunda oportunidad, cuando se muere, se muere solo una vez, no es como un examen que haya una segunda o tercera oportunidad, y vosotros, hijos de Dios, vivís tan tranquilos, enfangados en pecados de odios, de impureza, de delitos, de fraudes, de profanaciones, de omisiones y de tantas cosas que, si vierais vuestra propia alma, os aterraríais de tanta podredumbre, vosotros que os creéis buenos.


Os llamo una vez más a la conversión, para algunos de vosotros, puede ser el ultimo llamamiento, pero no reaccionáis y preferís vivir siendo amigos de Satanás antes que serlo de Dios, que es quien premia y castiga. Preferís estar aliados con Satanás antes de estarlo con Jesucristo, el Hijo Divino del Altísimo, porque vuestras inteligencias tan adulteradas por los pensamientos del mundo no os dejan ver más allá de vuestro entorno. Yo, Espíritu Divino, os hablo y os prevengo. Posponéis, hijos de Dios, en vuestra vida el enmendarse, ahora es el tiempo de la enmienda, después puede ser ya tarde.

La paz de la Santísima Trinidad esté con todo aquel de buena voluntad y de sincero deseo de enmendarse. Yo, Espíritu Divino, os hablo y os instruyo.

jueves, 11 de junio de 2009

Dictado 5-6-09

Vasos sagrados son las almas virginales que se guardan celosamente de la inmundicia del mundo y de toda clase de pecados. Yo, Jesús, os hablo.

Los ojos, hijos Míos, son las ventanas del alma, y vuestras miradas, deben ser recatadas, discretas y muy prudentes, porque la curiosidad insana no es buen condimento para el alma ya que os puede hacer entrar en el pecado grave y mortal.

Tened cuidado con vuestros ojos y vigilaros exhaustivamente y lo mismo que no dejarais entrar a un ladrón en vuestra casa, si pudiereis impedirlo, no dejéis entrar por vuestros ojos la inmundicia del mundo con la que podéis contaminaros. Yo, Jesús, os hablo.

Pedid ayuda a Vuestra Santa Madre que es modelo de imitación y que nunca pecó ni en lo más mínimo. Ella siempre elevaba Su Corazón a Dios para que la previniera de pecar y, le ayudara en todo momento a hacer Su santa voluntad.

Por las ventanas de los ojos pueden entrar muchas clases de males, de ahí, que tenéis que vigilar atentamente donde ponéis vuestras miradas, porque si permitís lo más mínimo, después os vendrán males más grandes, por eso, no bajéis la guardia y mantened vuestras miradas limpias y recatadas y no veáis programas que os puedan herir en vuestra castidad u os puedan llevar a pecar de pensamiento y de obra.

Aunque os parezca difícil, se puede vivir perfectamente en la virtud de la castidad y cuando venzáis (la tentación) la primera vez, la próxima la venceréis con mas facilidad. Sed hijos Míos, vasos sagrados donde la Santísima Trinidad more, y no permitáis ninguna clase de inmundicia en vuestro interior, pero si caéis, id a lavaros en el Sacramento de la Penitencia con sinceridad y humildad, y Mi gracia os alcanzará y os devolverá la paz que la caída os quitó. Yo, Jesús, os hablo y os instruyo.

Venid a Mí, almas amadas de Mi Divino Corazón y Yo os reconfortaré, porque Mi carga es ligera y Mi yugo suave. Yo, Jesús os hablo y os bendigo.

lunes, 8 de junio de 2009

Llenad vuestras lámparas con el aceite de la oración, para que el don de fortaleza crezca en vosotros. Así pues, hijos Míos, orad, orad, orad

Siento deciros, hijos Míos, que todo lo bueno que hagáis y todas las buenas obras que hayáis hecho, llegará un día en que parecerá que todo ha sido en vano, y parecerá, que todo ha sido una pérdida de tiempo de cómo se van a poner las cosas, esto va para todo el mundo, para vosotros los seglares, para Mis santos sacerdotes, para Mis obispos y religiosos y religiosas, pues la hecatombe os alcanzará de tal forma, que parecerá y hasta creeréis que Yo, Jesús y Vuestra Santa Madre, os hemos abandonado.

Pero no será así, y ahí, en esa oscuridad que tengáis en esos hechos oscuros durísimos que padeceréis, es donde llegaréis a tal grado de santidad, que ni todas las penitencias del mundo os valdrían tanto como manteneros firmes en esas horas amargas que padeceréis, y que son parte de vuestra pasión, pues cuando todo parezca que se ha vuelto contra vosotros, recordad, hijos Míos, que eso mismo Me pasó a Mí y estáis cerca de la crucifixión. Yo, Jesús, os hablo.

Ved hijos Míos, como Mi Santa Madre, fortaleza viva, no sucumbió al desaliento, ni Me abandonó, no dejó de creer que todo era necesario. Ved hijos, como Mi hija María Magdalena y Mi apóstol Juan tampoco Me abandonaron y estaban dispuestos a dejarse crucificar por amor a Mí. Ellos se mantuvieron firmes y leales cuando todo el mundo se volvió en Mi contra, olvidando el bien que les hice e incluso usándolo contra Mí, por eso, recordad que las mismas obras buenas que habéis hecho se volverán contra vosotros, y algunos grupos de oración serán tildados de sectas, de grupos de corrupción, de fanatismos, de brujerías, y el mismo bien que hicisteis, se volverá en vuestra contra. Pero recordad que así Me pasó a Mí y así lo padeció Mi Santa Madre y Mis leales amigos, que soportaron un martirio por seguirme hasta el final y no Me abandonaron. Yo, Jesús, os hablo y os prevengo.

Llenad vuestras lámparas con el aceite de la oración para que el don de fortaleza crezca en vosotros. Orad y hablad Conmigo ante Mi Sagrario, los rezos son otra cosa. Así pues, hijos Míos, orad, orad, orad. Acudid al Sagrario y orad Conmigo, que es lo mismo que decir, hablad Conmigo y veréis como vuestra transformación va sucediéndose progresivamente, porque la oración para todo lo que va a venir, es la mejor arma que podéis tener para vencer tanto mal, tanta persecución, tanto dolor. La oración y la unión de todos vosotros. Yo, Jesús, os hablo.

Aquí Me tenéis hijos Míos, para todo lo que necesitéis, no os abandonaré aunque os pueda parecer que sí. Esto no lo tenéis que olvidar, porque vuestra fe tiene que ser tal, que no os haga recelar ninguna situación adversa de creer que Yo, Jesús, Vuestro Dios y Señor, estoy con vosotros. Yo, Jesús, os hablo.

viernes, 5 de junio de 2009

Dictado 1-6-09

Lazos de unión son los que tenéis que tener todos los cristianos entre si, lazos de unión. Hijos Míos de Mi Divino Corazón, estad todos muy unidos y amaros unos a otros como Yo os amé, porque cuando venga el mal inmenso que quieren traer a Mi Santa Madre Iglesia, esa unión vuestra, será la que os salve, puesto que no podrán romper esos lazos que Yo mismo habré hecho irrompibles. Yo, Jesús, Vuestro Salvador y Vuestro Hermano, os hablo.

El amor a Mi Santa Madre y Vuestra será otro de los lazos que no podrán romper, y quienes amen a Mi Madre y estén unidos por este gran amor, Yo no permitiré que haya poder alguno ni en la tierra, ni en el Infierno que rompa ese lazo de amor hacia mi Santa Madre y de unión en vosotros, sus hijos verdaderos. Porque también habrá falsos hijos de Mi Madre que la venderán, que la dejarán, que la abandonarán por lisonjas, y esos hijos, al abandonar a su Santa Madre ya escogieron su camino.

Hijos míos, carísimos todos de Mi Corazón Divino, amaros en Mí y en Mi Sagrado Corazón, ayudaros unos a otros, comunicaros, escribiros, hablad de vuestros santos deseos, hablad de Mí, porque todo eso son lazos de unión que os llevarán a vencer el mal que quieren imponer en Mi Santa Madre Iglesia, y Yo no permitiré que a todos vosotros que estéis unidos por estos lazos de amor hacia Mí, os venzan, porque haré que esos lazos sean invencibles, Yo, Jesús Vuestro Hermano, os hablo.

No os olvidéis hijos queridos, de Mi santo padre José, El está destinado también a ayudaros en estos últimos tiempos, y a otorgaros toda clase de gracias si le honráis de corazón. Propagad su devoción, escribid sobre el, hacedle novenas, triduos, y demás cosas, para que le honréis como se merece. Es un padre también para vosotros y os ayudará en todo momento en estos últimos tiempos. Yo, Jesús, os hablo.

Así pues hijos Míos, en esto conocerán que sois Míos y que sois Mi verdadera Iglesia, en que estaréis todos unidos por esos lazos de amor hacia Mí, hacia Mi Santa Madre y hacia Mi padre José, porque Nosotros somos vuestra familia Celestial que no dejaremos que el mal os venza, ni os aparte de Nosotros. Yo, Jesús, os hablo. Mi paz a todos vosotros, almas de Mi Divino Corazón.


miércoles, 3 de junio de 2009

Soy el Ángel de España quien os habla

La causa de que muchas almas se pierdan es la falta de oraciones por los pecadores. Son pocas las oraciones que el Cielo recibe para aplicarlas a los pecadores, porque pedís por muchas cosas pero pedís poco por la conversión de los pecadores.

Tenéis que tomar conciencia de que hay que pedir mucho más por los pecadores y sacrificarse por ellos, porque si no tomáis conciencia de esto, podríais tener pecado de omisión.

Las almas que viven en estado de gracia, unidas a Dios, deben pedir más por la conversión de sus hermanos, hijos de la Iglesia Católica, que van por sendas de perdición, e insistir, en esta petición una y otra vez, para que la fuerza de la oración hechas por estas intenciones, sea eficaz en las almas de muchos pecadores, que se pueden convertir por las oraciones de sus hermanos, ya que muchas almas que viven en pecado, viven porque son débiles para mantenerse en estado de gracia, y caen una y otra vez, por eso, vuestras oraciones pueden fortalecerlas, porque el Espíritu Santo les ayudará por medio de ellas. Soy el Ángel de España quien os habla.

Rezad, hijos de Dios, a vuestros Ángeles Custodios y a mí, Ángel de España, para la conversión en vuestra Patria del mayor número posible de pecadores y Vuestra Santa Madre del Pilar, Patrona de la Hispanidad, intercederá por estas conversiones. Soy el Ángel de España quien os habla y os asesora. La paz del Altísimo y Vuestra Santa Madre estén con todos vosotros.


lunes, 1 de junio de 2009

El milagro también sucede en la vida espiritual y hay conversiones de pecadores, que de la noche a la mañana, se convirtieron a Dios

Milagros, milagros verdaderos son las conversiones que suceden por un hecho determinado. Yo, Jesús, os hablo. Hijos Míos, el milagro también sucede en la vida espiritual y hay conversiones muy grandes de pecadores empedernidos, que de la noche a la mañana, se convirtieron a Dios Todopoderoso, y ya no cambiaron su vida de conversión y no se dejaron arrastrar más por el pecado. Yo, Jesús, os hablo.

(Esas conversiones) fueron en almas que tenían alguna virtud constante en ellas, aunque vivieran en pecado mortal, ó en almas por las que se rezó mucho, ó en almas en las que se les sembró en su infancia y se le dio catequesis adecuada, porque hijos, nada de lo que se haga en el plano espiritual a cada persona, nada se pierde, pues si para vosotros existe el pasado para Mí, Dios Eterno, solamente existe el presente y todo es presente a Mi vista. Yo, Jesús os hablo.

Todo lo que recéis por pecadores o personas de mala vida, por hijos o hijas que van por sendas de perdición, todo lo que recéis, nada se pierde, si bien no veis los resultados óptimos cuando desearíais, os digo que no se pierde nada y que los rezos y sacrificios aplicados a las almas, siempre terminan dando frutos, a veces, en el último instante de su vida, o en situaciones de pruebas que soportan sin desesperarse, porque alguien rezó por ellas en determinados momentos.

Todas las almas son importantes para Mí, desde la más pecadora a la más santa, y también tenéis que rezar por las que viven en virtud para que se mantengan así durante toda su vida. Mi Santa Madre rezaba por Mi padre José para que soportara las pruebas que el Cielo les daba y para que su fe y entregas a Dios fueran perpetuos. Y Mi padre José también rezaba por su Santa Esposa, la Madre del Redentor, para que su misión llegara a buen término hasta al final. Porque hijos, todos necesitáis oraciones y es bueno que recéis unos por otros, sean pecadores o no lo sean.

A las plantas hay que alimentarlas siempre con agua y abonos, por eso, aunque una planta tenga flores y esté hermosa se debe de cuidar para que siga estándolo, y si una planta está mustia y se está secando, con más motivo se le debe cuidar, esto hijos Míos es la Comunión de los Santos, que unos recen por otros aunque no los conozcáis, porque Mis Ángeles aplicarán vuestras oraciones a esas almas por quienes rezáis y no se pierde ni una sola (oración) Yo, Jesús, os hablo.

Mi Redención fue Universal para todas las almas y para todos los siglos, y si Yo, el Redentor, el Hijo de Dios, padecí y recé por todos vosotros, vosotros debéis también de imitarme y rezar unos por otros aunque no os conozcáis, porque esa fe vuestra de saber que vuestras oraciones serán aplicadas a las almas, esa fe Me da mucha gloria. Yo Jesús, os hablo y os instruyo. Mi paz esté con todos vosotros y con todos vuestros familiares.

viernes, 29 de mayo de 2009

Hay muchos sacerdotes santos y configurados Conmigo en vuestro siglo

La sabiduría celestial pocas almas la poseen en niveles elevados, pues para alcanzar la sabiduría del Cielo hay que vivir en estrecha unión con Dios y una vida de recogimiento y entregas sin igual.

Os fiáis, hijos Míos, de los consejos que os dan muchos sacerdotes que más que honrarme, Me deshonran, porque son consejos mundanos, frívolos y carentes de lo sobrenatural, por eso, cuando necesitéis ayuda en situaciones criticas de vuestras vidas, buscad sacerdotes que vivan su ministerio con ejemplaridad y sean rectos y entregados a las cosas de Dios, porque si buscáis sacerdotes con espíritu mundano, os aconsejarán con ese mismo espíritu, ya que ellos mismos, no saben guiarse porque viven sumergidos en las cosas del mundo. Yo, Jesús, os hablo.


Recordad el consejo que Me pidió el joven rico del Evangelio, Yo le hablé y le aconsejé sobrenaturalmente, pero a él no le gustó lo que le aconsejé. Así pues, cuando necesitéis consejos para situaciones duras y criticas en vuestras vidas, id a sacerdotes que os sepan aconsejar como Yo Mismo lo haría, porque hijos, hay muchos sacerdotes santos y configurados Conmigo en vuestro siglo.


Pedid a Mi Santo Espíritu para que el sacerdote os sepa aconsejar sobrenaturalmente con la sabiduría del Cielo, porque para aconsejar con la sabiduría del mundo, cualquier persona o vecino lo puede hacer, pero si queréis remedios celestiales, buscad a sacerdotes que sean de Dios para que os guíen según Mis criterios y según el criterio del Evangelio. Yo, Jesús, os hablo.


Las almas que se conforman con la mediocridad de algunos de Mis ministros, son almas que desean salir del paso de una dura situación de cualquier forma, porque también cuando estáis enfermos o delicados de salud, buscáis los mejores y adecuados especialistas. Lo mismo tenéis que hacer en la vida espiritual y en las situaciones que paséis de prueba o malos momentos. Yo, Jesús, os hablo. Mi paz y la de la Santísima Trinidad, esté con todos vosotros.



martes, 26 de mayo de 2009

Dictado del 23-5-09

La castidad en todos los estados es una perla valiosísima en el Reino de los Cielos. La castidad bien vivida es lo mismo que vivir como ángeles, porque se olvidan y se vencen los instintos del cuerpo para vivir según el deseo del espíritu. Soy María Santísima quien os habla.

A Mí Me llaman la Purísima y lo Soy. No podéis imaginar, hijos Míos, adonde alcanzó Mi castidad. Fui Purísima de pensamiento, de palabra, de obras y de deseos. Jamás deseé satisfacer los instintos de Mi cuerpo y viví en tal castidad, que por ello, fui escogida para Templo de la Divinidad. Pero no creáis que vosotros criaturas terrenales no podéis ser castos. Podéis serlo y ser también templos vivientes de la Santísima Trinidad, pues muchos santos y santas alcanzaron tal grado de castidad, que brillan en el Reino Celestial con una luz especial. Yo, María Santísima, os hablo

Quien es casto o casta, le cuesta poco cumplir las demás virtudes, pues la castidad, tiene adosada otras virtudes que son como damas de honor de la castidad: conformidad, sencillez, pequeñez y más, y también en la castidad está la humildad que es la virtud reina de todas las demás. Pero hijos, la castidad a la que Me refiero es a la castidad vivida por amor a Dios y no por fuerza. Se puede ser casto o casta forzosamente y tener deseos innobles y carnales, pero quien es casto de obras y pensamientos, son almas en las que se recrea la Santísima Trinidad.

Mi Hijo os dijo que si no os hicierais como niños no entraríais en el Reino de los Cielos. Lo niños, los pequeños, son castos porque no tienen malicia, ni conciencia de pecado de la carne, hasta que tienen uso de razón.

Así pues, hijos Míos, sed castos, sed purísimos en todas vuestras cosas, y veréis como vuestro cuerpo se convierte en templo y sagrario de la Santísima Trinidad. Yo, María Inmaculada, la Purísima Concepción, os hablo. La paz de Mi Divino Hijo esté con todos vosotros.

domingo, 24 de mayo de 2009

Nadie que haya clamado al Cielo con fe y humildad ha sido desatendido

La voz del que clama al Cielo es escuchada inmediatamente por Dios, porque todo aquel que en su aflicción, en sus necesidades, clama al Cielo, el Cielo lo escucha y no se hace esperar. Soy el Espíritu de Dios, quien os habla.


No todo el mundo busca refugio o ayuda en sus necesidades o aflicciones en el Cielo. No todo el mundo clama con corazón al Cielo para buscar la ayuda celestial y no la terrenal, pero quien lo hace de corazón, con fe y amor, y no por rutina, ese encuentra rápidamente la respuesta a lo que clama, porque Dios está siempre presto a escuchar al alma que afligida lo busca como remedio a sus necesidades y solución a sus problemas. Yo, Espíritu de Dios, os hablo.


Leed en la Santa Biblia como los hijos de Dios clamaron a El y fueron escuchados. Leed en el Antiguo y Nuevo Testamento y ved como Dios no se hizo esperar. Así sigue sucediendo hoy también, porque Dios está vivo y desea ayudar a quienes lo invocan y le reclaman auxilio.


Ved como Moisés clamó por su pueblo y Dios lo escuchó. Ved como la hemorroisa clamó al Divino Redentor y se curó de inmediato. Las súplicas hechas con fe, es lo que hace que Dios os auxilie de inmediato, porque sin fe, no se puede agradar a Dios. Por eso, hijos de Dios, pedid a Vuestro Padre Celestial que os auxilie y socorra en vuestras necesidades, en vuestras carencias y El que es Padre Amoroso, no se hará esperar si vuestras súplicas son verdaderas, hechas de corazón y con fe hacia el Ser Infinito a quien clamáis. Yo, Espíritu de Dios, os hablo.


Nadie que haya clamado al Cielo con fe y humildad ha sido desatendido, por eso, la historia se repite cada día, quien clama a Dios en sus necesidades, creyendo verdaderamente que El lo socorrerá, Dios no le defraudará. Yo, Espíritu de Dios os hablo y os instruyo. La paz de Dios Altísimo, Uno y Trino esté con todos vosotros.


miércoles, 20 de mayo de 2009

Ofrecedme una oración de corazón y sincero amor. No seáis como el fariseo que hablaba y hablaba y no salió justificado

Silencio Y humildad, esos son los factores que todas las almas que se pongan a orar deben emplear: silencio y humildad. Ya os lo dije, hijos Míos, en Mi Santo Evangelio, no porque habléis mucho el Cielo os va a escuchar mejor, u os va a conceder las cosas con más prontitud, no hijos, no. No seáis como el fariseo de la parábola que hablaba y hablaba y no salió justificado porque no tenia humildad, y el publicano callaba y se daba golpes de pecho sintiéndose ante Dios Todopoderoso pecador, y pedía perdón una y otra vez. Sí, hijos Míos, leed esa parábola y ved la enseñanza tan eficaz que hay en ella. Yo, Soy Jesús, quien os habla.

Cuando os pongáis ante la presencia de Dios o ante el Santísimo Sacramento donde Yo estoy, sed consecuentes delante de quien estáis. No estéis pensando en vuestras cosas y ofrecedme una oración de corazón y sincero amor. Pedid primero por Mis intereses, Mis asuntos, como es que Mi Evangelio sea conocido por todo el mundo, que Mi Cabeza visible el Papa tenga luz y fortaleza. Pedid primero para que el Reino de Dios se extienda por todas las partes y Yo, hijos Míos, os concederé vuestros intereses, aunque no Me los pidáis, porque también lo dejé dicho en Mi Evangelio, buscad el Reino de Dios y su justicia que todo lo demás se os dará por añadidura. Y Yo os digo ahora, pedid por Mí reinado, porque Yo reine en los corazones de todas las almas y os concederé todo lo necesario para vuestra vida espiritual y corporal, porque Yo Soy Bueno y doy más de lo que os merecéis, pero Mi amor por vosotros es tan inmenso que Me cuesta más no dar que dar porque os amo infinitamente.


Sed criaturas humildes ante Mi Majestad, ante el Augusto Sacramento, así fueron Mis santos, humildes y Me amaron ardientemente. Muchos tenían una vida sencilla y de pocas obras apostólicas, pero su amor inmenso hacia Mí dieron tantos frutos que solo en la otra vida se sabrán, porque no son las obras las que Me dan gloria, sino el amor que pongáis en las obras, eso y el celo apostólico, eso es lo que Me da gloria y lo que hace que la obra de frutos de santidad. Pensad, hijos Míos, esto ante el Sagrario. Meditad estos puntos que os doy. El amor, la humildad, el silencio, todo eso es necesario para que vuestra oración esté en las debidas disposiciones y sea atendida inmediatamente, porque donde hay un corazón humilde y silencioso y entregado a Mi causa, allí estoy Yo, bendiciendo su trabajo y dando a través de ese corazón. No lo olvidéis. Yo, Jesús, Vuestro Redentor, os hablo, os instruyo y os bendigo. Mi paz sea con todos vosotros.




domingo, 17 de mayo de 2009

Dictado 11-5-09

Aquellos rumores que se oyen de vuestros hermanos sean malos ó sean buenos no debéis secundarlos, simplemente debéis evitar que se hable de nadie, porque solo Dios sabe como es cada persona y el valor de su alma. Soy María Inmaculada quien os habla.

Los verdaderos cristianos, hijos de Dios, deben tener su lengua bien sujeta y evitar que sirva para herir a nadie, mucho menos, cuando nadie conoce el interior de cada persona, ni sus intenciones, ni sus luchas internas, ni sus propósitos, ni sus esfuerzos, así que hijos Míos, hermanos de Mi Hijo Jesús, tened cuidado con vuestras murmuraciones, porque ahí también se mete el enemigo de las almas para crear discordias, malos entendidos, juicios y hasta calumnias, por eso, quien hable de un hermano o hermana debe limpiarse en el Sacramento de la Penitencia, porque aunque la murmuración sea leve, puede agrandarse (la falta) si se hace varias veces o se consiente deliberadamente en las críticas de esa persona. Sed pues responsables de vuestras palabras para que no sean armas dañinas que hieran a otros hermanos y lo manchen de por vida.

Quien permite la murmuración y el comadreo, es también culpable si lo puede evitar, así que estad alerta en vuestras conversaciones, que no falten a la caridad para con nadie y mucho menos pongan en tela de juicio la reputación de otras personas. Yo, María Inmaculada, os hablo.

De Mi Divino Hijo hablaron mucho en su tiempo terrenal, unos muy bien, otros muy mal, a Mi Me llegaba todo lo que decían de El y oraba por aquellos que le juzgaban mal y hasta lo creían endemoniado. ¿Y de que les sirvió a muchos de los que hablaban bien de El, si luego lo abandonaron? También pecaron, porque sabiendo que era inocente y creyendo en Su divinidad, lo abandonaron por respetos humanos.

Esta historia se repite cada día y a cada instante en vosotros los cristianos, que os exaltáis por juzgar, pudiendo así, hundir a personas o sacerdotes, y sin embargo, no os miráis a vosotros mismos. Sed más caritativos, más cristianos, que quiere decir, ser de Cristo. El amaba a todos y amó a Judas sabiendo como sabía lo que le preparaba.

No sigáis, hijos Míos, el juego de la murmuración, no deis pie a ello, solamente si oís hablar mal de alguien, rezad por el ó ella y otorgarle el beneficio de la duda, porque solo Dios Altísimo, conoce las intenciones y realidad de cada alma. Yo, Vuestra Madre Inmaculada, os hablo y os prevengo. La paz de Mi Divino Hijo, este con todos vosotros.

jueves, 14 de mayo de 2009

Dictado del 9-5-09

Por los siglos de los siglos. Amén. Dios Omnipotente reinará por los siglos de los siglos, y no habrá ataque que le hagan, que llegue a ser efectivo por mucho tiempo, porque la existencia de Dios, durará más que todo el Universo, mucho más, ya que Dios Todopoderoso, no tuvo principio ni tendrá fin, de ahí, que los enemigos de Dios Altísimo atacan a un Ser cuya existencia será por siempre jamás, y sus ataques vienen a ser, lo mismo que si un niño quisiera vaciar el mar con un cubito de agua, nunca lograría vaciarlo, si bien saca agua, la cantidad que queda es inmensa y se recupera con lluvias, y lo mismo que cuando los enemigos de Dios lo atacan, aparentemente parece que Dios pierde, porque hay quienes creen en esos ataques en contra de Dios Altísimo y se dejan llevar de esos criterios, sin embargo, Dios recupera lo que perdió por otras personas, que doloridas por lo que le hacen al Ser más grande y santo de todo lo que existe, reparan, rezan, se sacrifican y se ofrecen a El, recuperando así Dios Altísimo lo que otros le hicieron mal. Nunca podrán anular la existencia de Dios Altísimo por muchos ataques o publicidad en Su contra que le hagan. Yo soy Miguel Arcángel, el espíritu de Dios que se opone al Maligno y a todo aquel que ataca a Dios Todopoderoso.

Hijos de Dios y criaturas de Dios, sed más sensatos y razonables con vuestros pensamientos y no dejaros embaucar por criterios satánicos, mundanos y ateos que van contra la divina dignidad de Dios Todopoderoso, quien durante siglos y siglos ha manifestado de diversas formas Su existencia y la seguirá manifestando por años indefinidos.

Si creéis al primero que niega a Dios Todopoderoso, abrís las puertas de vuestra desgracia eterna, y dejáis entrar abiertamente al Mal, por eso, no sigáis criterios tan nefastos que os puedan costar la salvación eterna. Creáis, o no creáis, Dios existe, y Su grandeza e inmensidad, nadie jamás la ha podido calibrar, porque no tuvo principio, ni tendrá fin y esto que es un misterio comprender, es asimismo una realidad y una verdad de fe. Yo, San Miguel Arcángel, os hablo, os prevengo y os instruyo. Invocadme a menudo para que os libre de todo mal, pues el Altísimo me tiene como protector de las almas contra el mal satánico.

Yo, Miguel Arcángel, os hablo y os bendigo en el nombre de la Santísima Trinidad. La paz de Dios Altísimo esté siempre con vosotros.


lunes, 11 de mayo de 2009

Quieren quitar a Dios de vuestras vidas, y pervertiros de tal forma, que seáis peores que los mismos demonios

Jesús fue un mártir que murió por todos los hombres, absolutamente por todos los hombres. No eximió a nadie de su cruentisima muerte, y El, ofreció al Padre Eterno Su Vida, junto con Su Alma, Su Sangre y Su Divinidad, para redimir a la humanidad pecadora, pervertida y dañada por el pecado original. Pero parece ser que los hombres aunque conocen este misterio no les aprovecha porque no se lo aplican, no se convierten a Dios Altísimo, no caminan por Sus leyes y sus deseos son materiales y terrenales,

Yo soy un hermano vuestro que goza ya la gloria celestial y que junto con otros hermanos, intercede a diario por vuestra salvación y vuestra conversión. Soy el Padre Pío de Pieltrecina y me comunico por este medio porque estamos en los últimos tiempos, y es necesario que el máximo posible de medios os sirvan para reconvertiros y volver vuestro rostro a Dios Eterno.

Pero hermanos, no cambiáis de actitud a pesar de los medios que se os proporcionan una y otra vez, y os pido hermanos queridos, que os acojáis a la Virgen Santísima que es Madre de todas las almas, y que al igual que Jesús, quiere vuestra salvación eterna y os corredimió junto a El.

Tenéis que proponeros firmemente cada día luchar contra el mal que os invade cada vez con más fuerza, y lo mismo que os impondríais a una castatrofe y lucharíais por salir adelante de una desgracia terrenal, hacedlo también de los males morales, y del mal que invade a la Santa Madre Iglesia, que quieren eliminarla para que los vicios y perversiones sean todavía mas legalizados y corrompan el máximo posible de gente. Ahora el mal topa con los mandamientos de Dios y éstos son obstáculos para los que quieren hundir a la Iglesia, por eso hermanos, sed vosotros los elegidos, los que amáis a Dios, los que luchéis contra el mal cumpliendo los mandamientos y amándoos caritativamente unos a otros. Os habla, vuestro hermano, el Padre Pío.

La lucha de cada hermano es importante por pequeña que sea, lo que podáis hacer sea poco, o mucho, es importante, porque siempre será un bien que contrarrestará el mal que quieren generalizar en todos los campos, para quitar a Dios de vuestras vidas, y pervertiros de tal forma, que seáis peores que los mismos demonios. Así pues, hermanos míos, desde la gloria celestial os hablo y me comunico con vosotros, y estoy a vuestra disposición para oíros y concederos todo lo bueno que me pidáis para vuestra almas, y ayudaros a que el mal en vuestras vidas no os alcance.

Meditad las llagas de Nuestro Señor Jesucristo y ved que El no escatimó tormento alguno por el amor tan grande que os tuvo. Yo, Padre Pío de Pieltrecina, hermano capuchino, os hablo.