Quien tiene una misión que cumplir debe emplear todo su tiempo y todas sus fuerzas en dicha misión

Ojos y oídos hay que tener constantemente alertas para estar preparados para hacer en todo momento la voluntad de Dios, Yo Jesús, os hablo.

Hijos Míos que tenéis entre manos misiones que emprender porque el Cielo os las ha pedido, tenéis que estar muy alerta a las circunstancias por las que Mi Santo Espíritu también os habla. Analizad todo, no menosprecies nada de lo que os suceda, porque en una circunstancia o anécdota que viváis puede estar la respuesta a muchas de las dudas o incertidumbres que os vienen. Yo, Jesús, os hablo.

Quien tiene una misión que cumplir debe emplear todo su tiempo y todas sus fuerzas en dicha misión. No le pido que deba emplearse en otra cosa que no sea esa misión. Ved hijos Míos, como Yo fui a la tierra y tuve la misión de redimiros. Pude haber erradicado la esclavitud pero no lo hice. Pude haberme empleado en otras cosas, pero no lo hice. Me empleé en hacer en cada momento lo que Mi Padre Me designó, y así, vosotros debéis hacer lo mismo. Ved, hijos Míos, que Mi enemigo mortal quiere distraeros con otras misiones que no son las que el Cielo os pide y se disfraza de ángel de luz para confundiros y desviaros de Mi verdadera voluntad. Por eso, hijos Míos, estad alerta en todo momento de cuanto os suceda y de todo en lo que os empleéis, porque debéis emplearos únicamente en la misión que os pido y no en otros menesteres, que siendo santos y buenos, no es lo que Yo os pido.

Hijos Míos, no os desalentéis cuando la cosas no os salgan como desearíais, Yo no o os voy a negar Mi gracia ni mucho menos, la tendréis en abundancia para las misiones que os pido. Tendréis Mi gracia y facultades para ello, pero debéis poner lo que esta de vuestra parte y estar alerta en todo sin relajaros, sin disiparos, poniendo todo en manos de Mi Santa Madre, que Ella, está más unida a vosotros de lo que creéis. Esto lo digo a todas las almas que tienen misiones que cumplir, pero no pongáis vuestro criterio humano desmereciendo las señales, intuiciones y circunstancias que el Cielo os da, porque si ponéis de vuestra cuenta os costará mucho más conseguirlo e incluso malograrlo.

Venid hijos Míos, venid a Mi Sagrario y consultadme, contadme las cosas como si Yo no supiera nada, pero hijos, no os desalentéis, no os desaniméis, cuando Me tenéis a Mi Vuestro Redentor dispuesto a todo por vosotros. Yo, Jesús, os hablo y os bendigo.