
Esas almas se quejan de injusticias que padecen, se quejan de enfermedades que tienen, se quejan de situaciones duras que viven en sus vidas, y se quejan al Cielo porque creen que el Cielo debe estar a su servicio y han olvidado que son ellos los que tienen que estar al servicio de Dios y no al revés.
Hay otras almas que solo pronuncian Mi Santo Nombre para quejarse o blasfemarme. Solo se acuerdan de Dios para juzgarlo y quejarse de lo que les pasa, como si ellos fueran santos e inocentes y no tuvieran culpa alguna de lo que les sucede. Son personas que han hecho toda clase de intrigas para conseguir cosas y beneficios, y en cuanto esas intrigas no les salen bien, se quejan a Dios y claman al Cielo pidiendo favor ante alguna injusticia que desean que el Cielo les secunde.
¡Ingratos! ¡Infames! Oléis que apestáis. Me queréis manipular, queréis esclavizarme a vuestros caprichos y deseos insanos y pecaminosos. Queréis que os secunde vuestras malas acciones, Yo que Soy la santidad misma, la santidad y bondad infinitas, y no creéis en Mí y no Me dais culto porque no cedo a vuestros pecados e infamias. ¡Malditos! ¡Malditos seáis! que habéis puesto a Dios Todopoderoso a vuestra altura, a la altura del pecado, y no creéis en Mí porque no cedo a vuestros negros intereses. ¡Ay de vosotros si no os enmendáis! No os valdrán vuestras artimañas para entrar en el Cielo. Allí no compraréis a nadie para que os abran las puestas. Allí no hay recomendaciones, o cumplís Mis mandamientos y sois rectos y santos, o no tomaréis parte en Mi banquete. ¡Ya os lo advierto!
Quienes desean utilizar a Dios Santísimo para sus intereses personales que son malos y mortales para el alma, no han entendido nada de lo que es Mi doctrina (Lc 11, 9), de lo que es Mi misericordia, porque Mi misericordia no es ceder a los deseos de las almas que además son deseos de muerte, Mi misericordia es ayudarlas a superar lo que ellas por sus solas fuerzas no pueden. Creen que Mi misericordia es seguir sus juegos, sus sucios y repugnantes juegos, y se enfadan Conmigo porque no los sigo. ¿Pero por quien Me habéis tomado? ¿Quien creéis que Soy? Pedís que os ayude a pecar, a engañar, a hacer fraudes y, os enfadáis si no lo hago. ¡Ay de vosotros por vuestros deseos! ¡Ay de vosotros por vuestras malas peticiones!
Buscad el Reino de Dios y Su justicia y todo lo demás se os dará por añadidura (Mt 6,33) Pero no busquéis solo lo que os interesa, olvidándoos de que Yo Soy Santo, tres veces Santo, y Mi santidad no tiene limites. Yo, Jesús, os hablo y os prevengo.
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