Si el Cielo tuviera que dar un castigo tan grande como son vuestras culpas, el castigo solo podría ser el infierno eterno, porque las culpas sobrepasan y en mucho a las obras de amor y de santificación, pero hijos, ved que el Cielo espera, y espera, y espera a que las almas regresen a Dios, y Dios, no se cansa de esperar el regreso de los hijos y de las hijas pródigos. Yo, Jesús, os hablo.
Mi Padre Eterno al ver como está este planeta siente a veces el deseo de aniquilaros por completo, pero por amor a los pequeños, a esas almas que son fieles y creen en
Os pido, hijos Míos de Mi Divino Corazón, a todos vosotros que leéis estos mensajes y que Me amáis, que redobléis vuestro fervor, vuestros actos de reparación, vuestros actos de piedad. Que los cumpláis amorosamente, y con devoción, porque ya que no vienen los hijos pródigos, al menos los que ya estáis en casa, haced por vuestros hermanos más actos de amor, de fe y de piedad, para que sean aplicados a ellos. Yo, Jesús, os hablo.
Todo esto, hijos Míos, lo vi desde Mi Cruz. Colgado en el madero Yo vi la depravación a la que iba a llegar esta humanidad perversa, lo vi y sufrí. Veía también a Mi Madre sufriendo inmensamente al pie de
Acudid a Mi Madre con vuestras oraciones, con vuestras obras de misericordia, con vuestras limosnas. Sed en este siglo como Ella seria si estuviera en el. Actuad lo más posible parecido a Ella, para que Yo, Me consuele y aplique vuestras bondades a las almas que están a punto de perderse eternamente. Yo, Jesús, os hablo y os lo pido.
Hijos Míos, cuento con vosotros, cuento con vuestro amor y vuestra fe. Cuento con vuestra disponibilidad en las pruebas que os quiera mandar, así pues, no Me cerréis vuestras puertas, las puertas de vuestro corazón. Yo, Jesús, os hablo y os bendigo. Mi paz y la de
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