martes, 2 de diciembre de 2008

Dictado 20-11-08

Hechos sorprendentes vais a ver en esta Obra de Amor que proyecto. Yo, Jesús os hablo.

Hijos Míos, sacerdotes de Dios, Soy Yo, Jesús quien os habla, y deseo, que vosotros que vais a integrar esta Obra de Amor, seáis una familia espiritual en la que todos os améis y seáis como Mis discípulos, ayudándoos unos a otros, en todos los aspectos. No seáis egoístas y penséis solo en vosotros, sed cada uno con los demás miembros, como Yo Mismo sería, y así, nunca os equivocareis en vuestra forma de actuar.

Haced con vuestros hermanos lo que quisiéreis que hicieran con vosotros, y sobretodo, haced con ellos lo que haríais Conmigo, pues cada uno de vosotros Me representa y como os tratéis, será como si Me tratarais a Mí.

No seáis envidiosos, ni egoístas, sed humildes y pacientes, porque algunos de vuestros hermanos de esta Obra, será más difícil de soportar que otros. Y a ti hijo Mio, Cabeza de esta Obra, se padre, hermano, hijo y todo para los sacerdotes que Yo te acerque, y nunca tengas miedo de lo que te he encomendado, porque Yo Mismo obraré en ti, si tu Me amas por encima de todas las cosas. Yo, Jesús te hablo.

Quiero que el perfume de esta Obra de Amor llegue hasta Mi Trono Celestial, para que Mi Padre Eterno aplaque Su justicia ante sacerdotes como vosotros, que al veros en rectitud y en verdadera entrega hacia Mí, El Me verá en vosotros y se aplacará en mucho el rigor de Su justicia hacia esta humanidad y, hacia los muchos sacerdotes que integran Mi Iglesia.

Cumplid santamente vuestro ministerio hasta en el más mínimo detalle. Vuestra forma de leer las (Sagradas) Escrituras, vuestra forma de hacer las preces y las oraciones litúrgicas debe ser como Yo Mismo las haría, y no os olvidéis, de Mi santo padre José que esta dispuesto, y además le está encomendado, que os ayude en cualquier situación o circunstancia que esta Obra precise. Yo, Jesús, os hablo.

No juzguéis a nadie ni exterior, ni interiormente, ni siquiera a vuestros obispos, pero si veis que no son modelo de imitación, no los imitéis y rezad por ellos para que Mi gracia y misericordia los alcance. Así pues hijos de Mi Divino Corazón, consoladme con vuestra misión y obedeced a vuestra Cabeza, porque ha sido escogido por Mi que Soy Sabiduría Eterna. Yo, Jesús, os hablo y os bendigo y os doy todas las gracias que necesitéis para ser el sacerdote que Yo sería en vuestro lugar.

1 comentario:

mariareinaesmiguia dijo...

querido hermano, gracias por mantener este sitio, uno se siente arrobado por tamaño privilegio el de poder acceder al él y al mismo tiempo grandemente responsable por el don recibido pero confiado porque Él nos trae hasta aquí y no para dejarnos desamparados en nuestra misión.
Si fuera posible quisiera saber quien es la persona a quien Jesús menciona aquí, si fuera posible contactarla por mail porque soy de Argentina y orar por ella. Dios les bendiga a todos ustedes. Marta