
Que cada uno se examine a sí mismo antes de comer este Pan y de beber esta Copa; porque si come y bebe sin miramiento el Cuerpo y la Sangre del Señor, come y bebe su propia condenación (1 Corintios 11, 28-29)
Es Jesús de Nazaret quien nos pide de beber. Y nos pide agua limpia de nuestras rectas intenciones. Amor desinteresado. Entrega verdadera e incondicional. Fe maciza, autentica, fe en la pruebas, en la noche oscura del alma. Esperanza en El y en su Divina Providencia. El, Jesús de Nazaret, nos pide de beber. Calmemos su sed.
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