Siglos y siglos se hablará de Mi Santísima Madre, porque nadie como Ella ha obtenido el favor del Cielo. Su grandeza es única y no habrá nunca nadie, ni ningún espíritu angélico que le iguale, ni siquiera se le pueda comparar.Su grandeza estriba en su gran humildad y esa humildad atrajo el poder de
Quien honra y ama a Mi Madre, honra y ama a
La grandeza de Mi Madre no se puede comprender con mente humana, ni Ella misma la comprendió en esta vida, pues Su unión con Nosotros es tal, que roza (los límites) de la divinidad, y está tan unida a Nosotros,
El sacerdote que pondera a Mi Madre y da a conocer Su grandeza y méritos, Me agradará más que si estuviera meses ayunando, porque quien entiende la grandeza de Mi Santa Madre, es porque está en la línea que Yo requiero, y está en un nivel de luz espiritual correcta. Yo, Jesús, os hablo.
Nadie tema nunca exagerar al hablar de
Amad a la que es Mi Madre y Vuestra. Honradla, homenajeadla, hacedle ofrecimientos, todo lo empleará Ella en el bien de vuestras almas. Pues la que alumbró al Redentor, con justicia se le puede llamar Corredentora, porque Mis padecimientos también los padeció Ella y también los ofrecía al Padre Eterno como Yo. Yo, Jesús, os hablo y os instruyo.
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