Vosotros hijos de Dios sois luz en el mundo, sois luz en el mundo porque Yo Espíritu Divino os infundo Mi luz, para que caminéis por sendas rectas de salvación y de gloria a Dios Todopoderoso. Mis pequeños grupos de oración, fieles a las leyes de Dios, esforzándoos por crecer cada día más en santidad, sois el consuelo de María Santísima, sois la alegría del Redentor que ve vuestro perseverar y vuestro esfuerzo y vuestra fidelidad. Hijos de Dios Altísimo, sois la rabia de Satanás que ve esos pequeños grupos, fieles a María Santísima, fieles a la doctrina de Cristo, no puede con vosotros (Satanás) porque estáis Conmigo, Espíritu de Dios.
Hijos de los grupos de oración, sois minorías selectas en las sendas de Dios, los que salvaran a esta humanidad errada, porque Yo Espíritu Divino, llegado el momento del máximo error y apostasía, os daré Mi don de fortaleza, Mi luz y sabiduría y os haré fructificar allá donde estéis. Atraeréis muchas almas hacia vosotros que sois hijos de la luz. Yo, Espíritu Divino, os hablo.
A ti hijo Mio (NN) (1) te hablo para que ni las limitaciones de tu edad, ni las circunstancias, te aparten de ese grupo que llevas desde hace tiempo y, que debes mantener y esforzarte cada vez más porque crezca, y para que no abandonen los que están, Yo, Espíritu de Dios, te daré todo lo que Me pidas para tripular esa barca donde tu eres el capitán y debes guiar hacia horizontes de Dios.
Y a todo aquel que dirige un grupo de oración, Yo prometo Mi asistencia divina, si el ó ella ponen todo lo que esté de su parte para que el grupo no decaiga, ni mengue. Yo, Espíritu Divino, os hablo. Mi paz para todo aquel que lea y crea estos escritos y los pongan en práctica.
(1) Se refiere a quien dirige el grupo de oración de La Carolina, un pueblo de España.
