sábado, 21 de febrero de 2009

No especuléis con fechas, ni horas, solo estad atentos a los signos de los tiempos y estad preparados de cuerpo y de alma para los acontecimientos

Si los signos de los tiempos ya se están sucediendo, es señal de que los eventos sucederán pronto, pero nadie sabe ni el día, ni la hora, y si alguien lo supiera porque así haya querido Yo revelárselo, no tiene permiso para difundirlo. Yo, Jesús, os hablo.

Tened cuidado hijos Míos, con las fechas que os dan, porque no son fechas reveladas por Mí. Puede un instrumento ser auténtico pero equivocarse o mal interpretar a la hora de recibir, por tanto, no especuléis con fechas, ni horas, solo estad atentos a los signos de los tiempos y estad preparados de cuerpo y de alma para los acontecimientos.

Pero hijos, vosotros que vivís todo lo anunciado en las Escrituras y comunicados celestiales, no tengáis miedo, ni ninguna clase de temor por lo que venga, pues Yo os daré más gracia para que soportéis las pruebas, y para que además, ayudéis a los hermanos que os ponga cerca. Yo, Jesús, os hablo.

Dile a Mi hijo Gustavo que bendigo el folleto que está haciendo y que sepa darlo, es decir, que no lo de a quien no lo sepa apreciar, porque sería lo mismo que dar un trozo de pan a un hambriento que lo rechazara.

El alimento del Cielo debe darse a quienes deseen tomarlo, si bien, hay almas que ignoran estos eventos, son ellas las que deben de tener esos folletos y conocer los mensajes, ya que no están de mala voluntad en la ignorancia y no han tenido ocasión de conocer todo lo anunciado.

Hijos Míos de Mi Divino Corazón, no sabéis bien lo que os amo. A todos os miro complacido y os bendigo constantemente, porque miráis por Mi gloria y deseáis extender Mi reinado con amor y celo apostólico. Así que hijos, seguid trabajando en Mis filas, burlando así las sugerencias y engaños del Maligno, que Yo como Buen Pastor, no permitiré que quedéis confundidos ni afectados por el error y el engaño satánico. Yo, Jesús, Vuestro Hermano y Vuestro Salvador, os hablo, os instruyo y os bendigo. Junto a Mí, Mi Santa Madre que siente por vosotros los mismo que Yo. Jesús de Nazaret.